Eso no quita que sea un Concilio. Creo que si hay alguna duda, primero deberíamos conocer mejor las premisas y conclusiones del Concilio Vaticano II antes de interpretarlas a nuestra manera. Deberíamos conocer lo que el Magisterio de la Iglesia y el Papa tienen que decir respecto al Concilio Vaticano II, que son ellos las autoridades instituidas por Jesucristo. No deberíamos pretender conocer el Concilio Vaticano II de manos de sus enemigos. Es como si nosotros queriendo conocer la vida de Jesucristo, en vez de buscar conocer a Jesucristo en la tradición oral y escrita (Nuevo Testamento) de la Iglesia, fuésemos a leer a ateos como Karl Marx y Nietzsche para conocer la vida de Jesucristo. ¿Verdad que no tiene sentido ni lógica?
Y el problema sigue en pie: si se rechaza el Concilio Vaticano II, se está entonces rechazando la autoridad apostólica e imponiendo nuestro propio criterio sobre el de la Iglesia, como hizo Lutero.
Por ese camino la validez y legitimidad de los Concilios ecuménicos de la Iglesia caen al piso, porque entonces la validez y legitimidad de los Concilios vendrían de que a los católicos les guste o no tal o cual Concilio.
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