Re: Tres puntos en los que disentir con Benedicto XVI

Iniciado por
Donoso
Me sorprende, Valmadian, que digas que estás de acuerdo con estas cosas tan raras.
En mensaje anterior dejé apuntado el hecho histórico de que no es la Iglesia quien copia, sino que son los enemigos de la Iglesia quienes la copian e invierten los términos para atacarla. La historiografía está cargada de ejemplos a lo largo de los siglos. Por tanto, no hay "rareza" alguna en estar de acuerdo con algunas formulaciones, aunque éstas se encuentren cargadas de un sentido que se toma de forma peyorativa.
He esperado a que el Sr. Tomás Moro se expresase y aclarase lo que había dado lugar a una intervención tan agresiva, en lugar de razonada, del Sr. Alacrán. Una vez leídas ambas respuestas, sigo coincidiendo con el Sr. Tomás Moro y es que, en efecto, la Historia de la Iglesia es manipulada, pero lo es por los que la conocen precisamente y no se puede contribuir a su tergiversación, no ha lugar a inexactitudes que, en ocasiones, acaban por transformarse en falacias.
A la vista de los comentarios del Sr. Alacrán uno se da cuenta de que en ellos hay errores de bulto: afirma que la democracia es un tipo de régimen masónico "porque ni hay, ni ha habido otra" exclusivamente masónico y esto es ¡falso!. La democracia es muy anterior, en prácticamente 2 milenios anterior a la masonería y esto es algo que usted Sr. Alacrán no me va a discutir a mi, porque usted dará lecciones de Historia del Derecho, pero yo las doy de Historia de las Ideas Políticas y Formas de Gobierno. Otra cuestión es que la democracia guste a o no guste, en el campo de las ideas yo soy aristotelista, lo soy desde hace muchos años y la única forma de gobierno para la base social, es decir, para la base de la sociedad civil es únicamente la democracia, lo demás es tiranía o esclavitud. Lo que no quita para que la cúspide de la sociedad sea aristocrática, y por encima de todos el rey como árbitro y juez superior de la sociedad.
Respecto a su afirmación de que la Iglesia nunca ha reclamado la democracia como algo propio, es cierto. Pero tampoco la ha negado, no siendo necesario esperar al CVII para encontrar respuesta a ello:
II. Fundamento natural de la autoridad
...38. Dios no determina tampoco el modo de designar los gobernantes, ni las formas de la Constitución. Esas contingencias dependen de hechos humanos, por ejemplo, de una larga tradición o de una constitución escrita.
No estando providencialmente ligada la legitimidad del poder a ninguna forma de gobierno, no puede haber monarquía, ni aristocracia, ni democracia de DERECHO DIVINO.
La Iglesia Católica, en sus relaciones oficiales con los Estados, hace abstracción de las formas que los diferencian, a fin de tratar más libremente con ellos sobre los intereses religiosos de los pueblos.
Por tanto, admite como otra cualquiera la forma democrática, es decir, la participación mayor o menor del pueblo en el gobierno.
En el orden especulativo, los católicos tienen, pues, como todo ciudadano, plena libertad para preferir una forma de gobierno a otra, precisamente porque ninguna de estas formas especiales se opone en sí misma a los dictados de la sana razón ni a las máximas de la doctrina cristiana."
(FUENTE: Código Social. Esbozo de una síntesis, social católica hecho por la Unión Internacional de Estudios Sociales, fundada en Malinas en 1920, bajo la presidencia del cardenal MERCIER.
Recogido en Doctrina Social Católica de León XIII y Pío XI Alberto M. ARTAJO y Máximo CUERVO. Edit. LABOR. Barcelona 1933, págs., 179-180)
"Tales son las reglas trazadas por la Iglesia Católica respecto a la constitución y gobierno de los Estados. Esos decretos y principios si se juzgan sanamente no reprueban en sí ninguna de las distintas formas de gobierno, puesto que éstas nada tienen que repugne a la doctrina católica y si son aplicadas con prudencia y justicia, pueden todas garantizar la prosperidad pública. Más aún: no se reprueba en sí que el pueblo tenga participación mayor o menor en el gobierno; en ciertos tiempos y bajo ciertas leyes puede llegar a ser esto no sólo una ventaja, sino un deber para los ciudadanos."
(LEON XIII. De la "Inmortale Dei")
Ahora bien, y pese a todo, yo convengo en que las formas de gobierno, todas las formas de gobierno, especialmente la democracia y la tiranía, han devenido en la podredumbre del mundo contemporáneo.
Donoso, ¿se entiende ahora mejor mi postura? Yo entendí las palabras y la intención del Sr. Tomás Moro, y de ahí que diese mi asentimiento a su mensaje, lo que no es inconveniente alguno para afirmar que la democracia desde los comienzos del XVII no haya sido sino una forma de dominación de los pueblos y corrupción de las conciencias. Y, más todavía, nunca he sido demócrata en su sentido originario, pues ya en Grecia democracia era sinónimo de totalitarismo, pero para entender esto hay que estudiar en profundidad Teoría Política.
Última edición por Valmadian; 07/01/2011 a las 15:29
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores