Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 20 de 24

Tema: El catolicismo tradicional español ante el 'caso Lefebvre' (1976-1978)

Ver modo hilado

  1. #1
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,299
    Post Thanks / Like

    El catolicismo tradicional español ante el 'caso Lefebvre' (1976-1978)

    EL CATOLICISMO TRADICIONAL ESPAÑOL ANTE EL “CASO LEFEBVRE”(1976-1978)
    http://hispaniasacra.revistas.csic.es/index.php/hispaniasacra/article/download/411/422.

    (Las negritas, sobre todo recalcando la palabra "Monseñor" -que el autor omite con sospechosa frecuencia- por "Lefebvre" a secas, son mías. Para una perspectiva general de la obra de Mons Lefebvre: http://hispanismo.org/crisis-de-la-i...o-x-fsspx.html

    POR JUAN MANUEL GONZÁLEZ SÁEZ Doctor en Historia Contemporánea, Universidad de Navarra

    En 1976 estalló el “caso Lefevbre” dentro de la Iglesia católica. La ordenación de sacerdotes del seminario suizo de Ecône provocó la suspensión a divinis del arzobispo francés Marcel Lefebvre. Este prelado se convirtió en el símbolo de la resistencia eclesial tradicionalista a las innovaciones litúrgicas, pastorales y teológicas derivadas del Concilio Vaticano II.1

    Analizamos la repercusión de este conflicto eclesiástico en España durante los años 1976-1978, especialmente en los ambientes del catolicismo tradicional español. Buscamos contribuir a explicar algunas de las causas por las que el tradicionalismo católico no llegó a consolidar una corriente significativa dentro de la Iglesia en España a diferencia de lo ocurrido en Francia o Alemania.2


    El 29 de junio de 1976, fecha simbólica por ser la festividad de los apóstoles Pedro y Pablo, fueron ordenados trece sacerdotes por monseñor Lefebvre en el seminario tradicionalista de Ecône. El 24 de julio se pronunció contra el arzobispo la suspensión a divinis. El conflicto entre Roma y monseñor Lefebvre se había ido incubando desde la fundación de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y su seminario en 1970. La educación recibida por los seminaristas fue tachada de anticonciliar, especialmente por su rechazo al Novus ordo missae y su defensa de la misa de San Pío V.

    En noviembre 1974, tras la visita que una comisión cardenalicia realizó a Ecône, monseñor Lefebvre criticó a la Roma “neomodernista y neoprotestante” surgida del Concilio Vaticano II. Meses después, el 6 de mayo de 1975 el obispo de Friburgo, monseñor Pierre Mamie, revocaba la autorización de la Fraternidad Sacerdotal. Tras la suspensión a divinis, Monseñor Lefebvre se convirtió en el principal símbolo público de la resistencia del tradicionalismo católico al aggiornamento conciliar. En cualquier caso, esimportante resaltar que el arzobispo, a diferencia de otros clérigos tradicionalistas, siempre considerará que mantiene la comunión con Roma y, pese a las críticas hacia Pablo VI, mantendrá el reconocimiento del Romano Pontífice como cabeza de la Iglesia.

    En España el caso Lefebvre y la amenaza de un cisma dentro de la Iglesia católica despertaron, como en el resto de Europa, el interés de los medios periodísticos. Este país contaba con grupos de sacerdotes y de seglares reticentes a muchos de los cambios litúrgicos, pastorales y doctrinales que el Concilio había supuesto para la Iglesia española, una institución dominada, pese a la existencia de pequeñas minorías progresistas, por su conservadurismo. Las reticencias ante la renovación eclesial estaban unidas a factores políticos. Las orientaciones conciliares provocaron la necesidad de la revisión de las relaciones Iglesia-Estado. Las tensiones entre las posturas proconciliares y anticonciliares de obispos, sacerdotes y seglares fueron también tensiones políticas ante el modelo de Estado católico franquista. A lo largo de los últimos años del franquismo, especialmente tras ser nombrado en 1972 el cardenal Vicente Enrique y Tarancón como presidente de la Conferencia Episcopal Española, se había ido produciendo un distanciamiento entre la Iglesia y el Estado franquista. Este “desenganche”, lento y progresivo, de una de las principales fuentes de legitimación del franquismo provocó una notable división eclesial y política.3

    Los sacerdotes opuestos a las interpretaciones consideradas desviadas del espíritu conciliar estaban representados por la Hermandad Sacerdotal Española, que agrupaba a aproximadamente 6.000 miembros del clero diocesano y religioso. En dependencia de la Hermandad existían las Uniones Seglares, que reunían a laicos comprometidos con la defensa de la fe tradicional.4

    Estas asociaciones de sacerdotes y seglares estaban respaldadas por cabeceras de la prensa religiosa conservadora como ‘Iglesia-Mundo’,‘Roca Viva’ o ‘El Cruzado Español’. También era relevante el apoyo delmovimiento político Fuerza Nueva, de pequeños grupos tradicionalistas carlistas y de la publicación integrista ‘¿Qué Pasa?’ Esta constelación de grupos y prensa, que el cardenal Vicente Enrique y Tarancón definió como “la contestación de los otros” en oposición a la contestación progresista, había mostrado su simpatía por monseñor Lefebvre antes de su suspensión a divinis.5

    En algunos casos existió una estrecha colaboración con el arzobispo francés en la formación de una resistencia católica en defensa de la tradición. En el caso de Fuerza Nueva el respaldo a Monseñor Lefebvre, junto a la identificación con sus ideas reticentes al Concilio, formó parte de la estrategia política contraria al papel de la Iglesia española durante el proceso democratizador tras la muerte del general Franco y al inevitable abandono de la confesionalidad católica del Estado anunciado en el proyecto constitucional que se aprobará en 1978.

    LAS RELACIONES DE MONSEÑOR LEFEBVRE CON ESPAÑA ANTES DE 1976

    Monseñor Lefebvre fue uno de los principales impulsores del Coetus Internationalis Patrum durante la celebración del Concilio. El objetivo de esta agrupación de padres conciliares, entre los que se encontraban personalidades de relevancia eclesial como los cardenales Ottaviani y Siri o los obispos Castro Mayer, Proença Signaud o Carli, fue la defensa de la inmutabilidad del magisterio y la tradición frente a la nueva teología impulsada por los obispos progresistas agrupados en la denominada Alianza del Rhin. Los obispos españoles, cuyas aportaciones fueron, en términos generales, irrelevantes durante el Concilio, estuvieron cercanos a las posturas del Coetus, especialmente en los debates sobre la libertad religiosa.6

    Monseñor Lefebvre,dentro del conjunto de padres conciliares miembros de la resistencia conservadora, destacó el carácter combativo de seis prelados españoles: Laureano Castán Lacoma, obispo de Sigüenza–Guadalajara; Casimiro Morcillo, arzobispo de Madrid; Abilio del Campo, obispo de Calahorra; Ángel Temiño, obispo de Orense; Santos Moro Briz, obispo de Ávila y Demetrio Mansilla, obispo de Ciudad Rodrigo.7

    Entre los obispos más militantes del Coetus se decidió crear un boletín inter-episcopal que ayudase en la lucha contra el progresismo y favoreciese “una sana interpretación” del Concilio.

    En 1967 se lanzó el primer número de ‘Fortes in fide’ con textos de los obispos conservadores Luigi María Carli y Rudolf Graber, y una recensión del libro de Pierre Virion ‘Avant le gouvernement mondial, une supercontre-Église? ‘ El prelado español Laureano Castán colaboró en el lanzamiento de la revista poniendo al Padre Luis Viejo al servicio de la publicación. Tras editar varios números, esta iniciativa fracasó por el escaso compromiso de los obispos. ‘Fortes in fide’ se transformó en un servicio de información religiosa para las revistas tradicionalistas de todo el mundo. El 8 de marzo de 1969, mons. Lefebvre organizó en Roma una reunión de publicaciones defensoras del catolicismo tradicional que reunió a 37 cabeceras de catorce países. La revista española 'Fuerza Nueva', órgano de expresión del franquismo más inmovilista y crítico con el aggiornamento conciliar, participaría en este encuentro.8

    Ese mismo año, Mons.Lefebvre también entró en contacto con la Hermandad Sacerdotal Española, asociación que agrupaba a sacerdotes identificados con la defensa de la tradición católica, muy reticentes frente a las innovaciones pastorales y litúrgicas derivadas del Concilio Vaticano II, y que mostraban una identificación plena con el franquismo y el Estado confesional católico.

    Las relaciones de Mons. Lefebvre con la Hermandad Sacerdotal Española y especialmente con su sección catalana, la Asociación de Sacerdotes y Religiosos San Antonio Mª Claret, fueron amistosas antes de su suspensión a divinis. La Hermandad Sacerdotal colaboró con el arzobispo en los intentos de crear un movimiento sacerdotal internacional de resistencia a los cambios eclesiales del posconcilio. También aplaudió la fundación en Friburgo del Seminario San Pío X, un centro formativo“de pioneros de la defensa de la Fe desde un sacerdocio auténtico”.9

    Las relaciones se habían iniciado a finales de los años sesenta. En julio de 1969, la Hermandad Sacerdotal había organizado unas jornadas en Segovia que habían reunido a más de quinientos sacerdotes, entre los que se encontraba un pequeño grupo de sacerdotes tradicionalistas franceses cercanos a Mons. Lefebvre. Posteriormente el arzobispo mantuvo contactos con la Asociación de Sacerdotes y Religiosos San Antonio María Claret. Esta agrupación destacó por su defensa de la misa de San Pío V frente al novus ordo missae. Sus dirigentes, el P. José Bachs y el P. José Mariné, apoyaron el “Breve Examen Crítico del Nuevo Orden de la Misa” enviado por el cardenal Alfredo Ottaviani al Papa en defensa de la misa de San Pío V. Posteriormente también escribieron a monseñor Aníbal Bugniniy al propio Pablo VI solicitando el mantenimiento de la misa tradicional.10

    Fruto de estos contactos, el 10 de diciembre de 1969 se celebró en Perpiñán una reunión de sacerdotes españoles y franceses donde se expuso el proyecto, impulsado por monseñor Lefebvre, de agrupar todas las asociaciones sacerdotales europeas en una federación internacional.11

    Por indicación del arzobispo, el 12 de febrero de 1970 se organizó un congreso internacional de asociaciones sacerdotales en Madrid. Asistieron setenta sacerdotes representantes de ocho naciones.12 Monseñor Lefebvre no pudo acudir por encontrarse enfermo, pero se leyó una ponencia suya titulada “Panorama actual de la Iglesia en el mundo”. El Congreso acordó, entre otras conclusiones, organizar una Hermandad internacional que bajo el nombre de Fraternitas Sacerdotalis agrupase a las distintas asociaciones sacerdotales. Su dirección se encargó provisionalmente a la junta directiva de la Hermandad Sacerdotal Española.13

    Según el P. Miguel Oltra, presidente de la Hermandad, los clérigos extranjeros consideraban a España como “sede de la sensatez doctrinal” y por esta razón los sacerdotes españoles debían liderar el movimiento de reacción.14 La revista ‘Le Combat de la Foi’ anunció que en nuestro país se habían sentado las bases para una “internacional sacerdotal”.15

    Sin embargo, esta Hermandad Sacerdotal Mundial, nombre bajo el que se firmaron algunos documentos y notas de prensa,16 fracasó en seguida por las profundas diferencias existentes dentro de los distintos grupos en relación a la nueva misa, al Concilio Vaticano II y a la figura de Pablo VI.17

    Mons. Lefebvre visitó nuestro país en varias ocasiones invitado por la Asociación de Sacerdotes y Religiosos San Antonio Mª Claret. En 1971 viajó a Barcelona para participar en una convivencia organizada por este grupo de clérigos.18 En abril de 1972 regresó a la capital catalana para pronunciar una conferencia sobre el sacerdocio y la crisis eclesial.19

    El arzobispo también fue invitado a tomar parte en las jornadas sacerdotales internacionales organizadas por la Hermandad Sacerdotal Española en Zaragoza en septiembre de 1972. Finalmente no participó ya que existieron fuertes presiones desde el Vaticano para que ninguna jerarquía eclesiástica acudiese a esta reunión que se consideraba un desafío a las orientaciones renovadoras de la Conferencia Episcopal Española. Las jornadas eran una respuesta conservadora a las conclusiones de la asamblea conjunta de obispos y sacerdotes celebrada en 1971, que habían puesto de manifiesto el despegue de gran parte de la Iglesia respecto del Estado franquista.20 En 1975, año en el que monseñor Mamie retiró la aprobación a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, el arzobispo regresó a Barcelona para pronunciar otra conferencia.21

    ...
    Última edición por ALACRAN; 17/03/2016 a las 23:30
    Rodrigo, DOBLE AGUILA, raolbo y 1 otros dieron el Víctor.
    "... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
    Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Solución del “caso Añoveros” al modo tradicional (ejemplo teórico)
    Por Martin Ant en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 3
    Último mensaje: 23/07/2017, 11:09
  2. Historia del Catolicismo tradicional en Méjico
    Por ALACRAN en el foro Crisis de la Iglesia
    Respuestas: 5
    Último mensaje: 15/03/2014, 23:40
  3. Seguro que en este caso España se va a plantar ante la Unión Europea
    Por Hyeronimus en el foro Noticias y Actualidad
    Respuestas: 2
    Último mensaje: 04/09/2013, 20:14
  4. Respuestas: 1
    Último mensaje: 20/10/2006, 20:29
  5. Ante el Trigésimo Aniversario del 24 de marzo de 1976
    Por José en el foro Hispanoamérica
    Respuestas: 1
    Último mensaje: 21/03/2006, 01:32

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •