No había visto este hilo, cuánto lobo (hienas diría yo) entre los corderos. Pero a Dios no se le puede engañar, ni con Marx, ni con mitras.

"Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella." (Mt 16:18)