En España nos va el papanatismo bastante. Este hombre, que no pasaba de ser un polemista simpático, ahora es catalogado como genio "que se da un puñado de veces en la historia" y como "Sócrates riojano". Esto se debe, en mi opinión, al mucho crédito que desde círculos CATÓLICOS LIBERALES se la ha dado en los últimos tiempos; como una especie de "ateo ejemplar" y puente "ecuménico" entre creyentes y descreídos. Es el tipo de intelectual que le gusta al stablishment postconciliar, como aquellos "teólogos" de los años 60 y 70 que decían que "habría que vivir como si Dios no existiera". Innovar, Innovar, ¡oh mi tesoro!.
Total, que según decía, "el hombre libre es el que estudia"; ¿seguro?, se puede estudiar toda una vida y ser un completo esclavo. El hombre libre es el que se sobrepone a sus propias miserias humanas por la Verdad y el Bien; el que sigue a Dios. Pero claro, qué se puede esperar de los sistemas materialistas, que pretenden explicar al hombre, único e irrepetible en su identidad, inteligencia y personalidad, como se explica lo que es una mesa o un teléfono. Muy propio del simplismo mecanicista que rechaza lo que es inmaterial pero obvio. Soberbia y rebelión lo que hay DETRÁS.
Descanse en paz, claro está. Yo tengo un tío muy conocido, hoy retirado, en el ámbito académico-filosófico que no lo podía ni ver (claro que también es otro "descreído", todo hay que decirlo). Es curiosa la cantidad de antipatías que surgen en esos ambientes, incluso entre gente que opina de forma parecida, una cosa tremenda.
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