Definitivamente habrá rendido cuentas ante el Altísimo en quien no creía, ¡allá él! y acá quedan sus obras para quien las aprecie y guste de leer sus contradicciones internas, pues en este mundo nadie es perfecto y todo el mundo se equivoca, como diría el maestro, "hasta Cervantes echaba borrones". ¿Leerlas y discutirlas? ¿cree alguien que nuestro tiempo está para complacerlos a ellos? Yo seguiré leyendo a mis pensadores favoritos, por citas, por ideas o a través de sus obras completas, ¿a ver si es que ahora nos vamos a tener que examinar de ellos a estas alturas para demostrar el grado de conocimiento que se tenga de su respectivos pensamientos? la cosa es decir tonterías y todo por no callar.