Cita Iniciado por Valmadian Ver mensaje
El dulce de leche sólo lo pude tomar una vez en la vida y es algo exquisito, me encantó, pero tengo la diabetes "melitus II", la de andar y pastillas y claro, ni el dulce, ni leche condensada, ni bombones, ni helados, ni nada, ¡nada de todo lo que más me gusta.

“Todo lo que me gusta es ilegal, es inmoral o engorda”.

Tengo un amigo uruguayo que también toma mate, él me ha dicho que en Uruguay se consume de forma diferente que en Argentina. Y tenía una amiga, conocida por medio de Internet, brasileña, de Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Uruguay y Argentina, las gentes allí, me contó en su momento, también tienen por costumbre consumir el mate, dicha costumbre muy gaucha (también los hay allí).

Aquí en Madrid recuerdo haber visto a la venta el mate, en una de esas tiendas llamadas “latinas” donde te venden productos típicos del otro lado del charco, de Hispanoamérica, como harina de maíz, cervezas de allá, malta (cerveza negra sin alcohol) y cosas así.

Cita Iniciado por Agustiniano I Ver mensaje
El mate se puede tomar "amargo" o "dulce", osea se le pone una cucharita de un poco de azucar. Pero si eres viej.... digo, si eres persona con diabetes, lo tenés que tomar "amargo". El gusto cambia, y mucho, lo prefiero con azúcar, yo. Luego, tensión arterial y todo eso no te impiden degustar esta lindesa argentina.

El dulce de leche acompaña tantas comidas argentinas, que es fenomenal. Hace un año comí enpanadas gallegas, deben de ser españolas. Yaque acá a todo lo español se le dice "gallego" jaja. Ricas eh. La verdad, picante, eso si.

Puede que si fuera en verdad, específicamente, una empanada gallega, ya que existen y están muy buenas, aunque también hay empanadas leonesas y asturianas (la leonesa me parece que es la más fuerte).

Mi padre hace muchos años, siendo joven y soltero, hizo un viaje de turismo a Argentina, pasó por Buenos Aires, y en una ocasión le preguntaron si era gallego, él respondió que no, que era de Madrid ¿Pero vos sos español? Le volvió a preguntar el argentino –sí- contestó mi padre –entonces sos gallego- respondió el lugareño.