Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 20 de 75

Tema: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

Vista híbrida

  1. #1
    Avatar de Leolfredo
    Leolfredo está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    03 ago, 14
    Mensajes
    763
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Por cierto, respecto al autor de la entrada que da vida al hilo, es interesante resaltar la estela que ha dejado el falangismo en el valle de Buelna. Es un caso bastante interesante, caracterizado por la afección a este movimiento por una importante fracción de trabajadores mixtos de la zona.

  2. #2
    De Elea está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    19 jul, 16
    Mensajes
    50
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Le corrijo la frase, para que quede claro lo que yo digo: "con la diferencia que yo a esa "distorsión" que afecta a la economía, es originariamente o principalmente o fundamentalmente o decisivamente o últimamente o esencialmente causada por la forma en que se realiza hoy día la creación-destrucción de dinero en dicha economía (no por la simple y mera acción de crear-destruir nero, sino por la forma en que se hace esa creación-destrucción de dinero).
    La verdad es que me debo de explicar fatal por que en ningún momento he pretendido dar a entender que el problema este en la creación-destrucción de dinero en si mismo, por el contrario opino que esa creación destrucción de dinero es la piedra angular de la economía. Vamos que la creación destrucción de dinero es algo no solo necesario sino vital.


    De hecho, y por resumir, considero que la verdadera naturaleza del dinero se corresponde con la opinión de Aristoteles cuando intuía que el origen del dinero esta en la ley y no en su naturaleza física o soporte, como pretenden todos aquellos que defienden una especie de teoría del Valor Intrínseco en cuanto en tanto mercancía con soporte físico.


    Como además considero que el Mayor Douglas tiene razón en señalar como principal causa del problema el hecho que se deduce de su teorema A+B, creo que no hay ninguna razón que justifique la critica a la creación – destrucción de dinero en si mismo. De hecho en mi caso no solo no la hay sino que lo defiendo.


    En realidad, el amigo Trifon ha resumido magistralmente en cuatro lineas lo que yo he sido incapaz de exponer con tanta claridad en varias parrafadas. Las síntesis no son lo mio.


    Así que aclarado esto: que la creación-destrucción de dinero no solo no es el problema sino la solución. O sea que no es problema en si mismo. Podemos pasar a pensar que por otro lado el mero hecho de crear-destruir dinero no es en si ninguna solución infalible, por que esto se puede hacer mal o incluso rematadamente mal, hoy se crea y se destruye dinero, pero no se soluciona el problema sino incluso que se agrava.


    Así que evidentemente el problema no está en crear-destruir dinero sino en cómo (cómo,cuando, cuanto etc.) se crea y se destruye ese dinero.




    ¿qué impide que esta creación-destrucción de dinero se adapte con la producción y la riqueza real? ¿que impide que el sistema sea autoliquidante respecto a su propia producción? ¿y siendo tan fácil su solución, qué lo impide? Supongo que será mas de una causa, evidentemente en todo esto aparecen múltiples factores. Entre los que se encuentra, el que yo sospecho fundamental, que es el del precio del dinero y el interés del mismo (para mi todo interés del dinero es usura siempre).


    Pero para salir de sospechas, lo único que se me ocurre es analizar como se suceden las cosas en esta cuestión e ir confrontando realidades, como por ejemplo comparar un sistema “teórico” de destrucción-creación de dinero sin interés y otro igual con interés y observar como se comportan y desarrollan objetivamente.


    Por supuesto con animo constructivo y participativo esto podemos hacerlo hasta divertido entre todos.

  3. #3
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Así que aclarado esto: que la creación-destrucción de dinero no solo no es el problema sino la solución. O sea que no es problema en si mismo. Podemos pasar a pensar que por otro lado el mero hecho de crear-destruir dinero no es en si ninguna solución infalible, por que esto se puede hacer mal o incluso rematadamente mal, hoy se crea y se destruye dinero, pero no se soluciona el problema sino incluso que se agrava.

    Así que evidentemente el problema no está en crear-destruir dinero sino en cómo (cómo,cuando, cuanto etc.) se crea y se destruye ese dinero.

    ¿qué impide que esta creación-destrucción de dinero se adapte con la producción y la riqueza real? ¿que impide que el sistema sea autoliquidante respecto a su propia producción? ¿y siendo tan fácil su solución, qué lo impide? Supongo que será mas de una causa, evidentemente en todo esto aparecen múltiples factores. Entre los que se encuentra, el que yo sospecho fundamental, que es el del precio del dinero y el interés del mismo (para mi todo interés del dinero es usura siempre).
    Si consideramos que la causa principal que produce la distorsión o problema de la economía está en la forma en que se crea-destruye el dinero en la economía de la comunidad política, debido a que esa forma no se ajusta a los datos fácticos o físicos de la economía real, entonces solamente habremos de tener en cuenta aquellos factores que conforman o componen inherentemente la forma en que se crea-destruye el dinero en la economía.

    El interés no forma parte de esos factores inherentes a la forma en que se crea-destruye el dinero, sino un factor externo a ella. Cuando el sistema bancario crea (lo pone en la existencia) dinero con un préstamo a favor del sistema económico, generalmente se suele reclamar en su devolución un interés, a parte del principal. Pero cuando se procede a la devolución de esa deuda incurrida, el sistema bancario sólo destruye (lo quita de la existencia) el dinero del principal de la deuda, no el dinero del interés. El interés, como beneficio del sistema bancario, no se destruye, se acumula. El interés sólo actúa como beneficio, no entra dentro del circuito de creación-destrucción de dinero, que es en donde hay que enfocar la mirada para la solución del problema de la economía.

    En un mensaje anterior puse un enlace a otra explicación que hice en su día sobre la diferencia entre la acción de crear-destruir dinero, y la simple o mera acción de acumular dinero. La primera acción es la que exclusivamente tiene la culpa esencial u originaria en el problema de la economía; la segunda acción exacerba o agrava el problema de la economía, pero no es su causa esencial u originaria o principal.

    Por último; es cierto que recibir interés por el solo hecho de prestar dinero es usura (da igual que se preste dinero de nueva creación o dinero ahorrado o acumulado); pero recibir interés no es algo malo si media justo título para reclamar o exigir dicho beneficio. Esta es una cuestión particular de carácter moral o filosófica que ha dejado siempre muy clara la Doctrina Social de la Iglesia.
    Última edición por Martin Ant; 01/12/2016 a las 14:07

  4. #4
    De Elea está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    19 jul, 16
    Mensajes
    50
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Si me pregunta usted qué entiendo yo por forma de crear-destruir dinero en la economía, pensé que ya lo había aclarado en el cuarto párrafo de mi mensaje anterior; pero en todo caso lo vuelvo a aclarar: me refiero al 1) concepto en virtud del cual se emite-crea o retira-destruye el dinero (no es lo mismo hacerlo en forma de beneficio o libre de deuda, que en forma de deuda); 2) cantidad (no es lo mismo emitir o destruir una u otra cantidad de dinero en la economía); y 3) ritmo (no es lo mismo emitir o destruir dinero a un determinado ritmo o a otro en la economía).

    ¿De qué dependerá que estos factores que determinan la forma en que se crea-destruye el dinero en la economía la perturben/distorsionen o no? Dependerá de que se ajusten o no a los datos físicos reales que arroja la economía real de la comunidad política. Si se ajustan, el orden económico-social irá bien; si no se ajustan, el orden económico-social irá mal o quedará perturbado/distorsionado.


    1) concepto en virtud del cual se emite-crea o retira-destruye el dinero (no es lo mismo hacerlo en forma de beneficio o libre de deuda, que en forma de deuda)
    en forma de beneficio o libre de deuda sería un dinero libre de interés, mientras que en forma de deuda seria un dinero sometido a interés. Evidentemente se puede crear dinero en forma de deuda sin someterlo a un interés, pero entonces observamos que la diferencia que va de uno a otro es precisamente el interés del dinero. De esto se pueden deducir estas variantes (no se si hay mas, ahora no las veo) que son: creación de Dinero: A) con deuda y B) sin deuda. Y dentro de A, a1) con intereses o a2) sin interese. En B se podría poner lo mismo, pero habría que tener en cuenta que el interés en ese caso sería de carácter “positivo” y no “negativo” como en el caso anterior.




    2) cantidad (no es lo mismo emitir o destruir una u otra cantidad de dinero en la economía); y 3) ritmo (no es lo mismo emitir o destruir dinero a un determinado ritmo o a otro en la economía).
    Incluyo estos puntos juntos, por que intuyo que el tercero tiene que ver bastante con lo que sucede el el segundo, sin querer restarle la importancia que por si mismo tiene, que es mucha.


    Evidentemente la creación viene determinada a grandes rasgos y según la teoría del Mayor Douglas, por la incapacidad del sistema para ser autoliquidante, la producción no genera el suficiente dinero para que la demanda, los ciudadanos, puedan adquirir su propia producción (e incluso la del maquinismo creciente).o sea la creación de dinero busca el equilibrio entre producción y demanda.


    ¿por qué se crea más o menos dinero del necesario? En realidad lo de menos dinero del necesario, hoy día, no es real, sucede, creo, precisamente todo lo contrario, el problema es que todo ese dinero de mas, queda fuera de la demanda real de los ciudadanos, elevado a otra esfera, donde estos ni lo ven ni lo huelen. De hecho se pueden dar circunstancias muy variadas de este fenómeno. Pero por lo general sucede que el interés del dinero necesariamente aumenta la cantidad de dinero necesario.


    Cuando el problema es la falta de dinero, la solución es fácil, con crearlo se soluciona el problema, las dificultades parecen surgir en cuanto aparece el problema de destruirlo.




    Creo que existen tres aspectos que aumentan la necesidad de dinero y afectan a la destrucción del mismo: El interés del dinero, el beneficio y la velocidad de circulación.


    La velocidad de circulación es en este sentido un simple problema de medida, pues una vez se conoce la velocidad de circulación, simplemente bastaría adaptar la cantidad a la velocidad dada. Aquí es la velocidad la que determina el aumento o disminución de la cantidad.
    El beneficio. Algunos confunden el beneficio del interés del dinero, con otros beneficios que repercuten en un aumento del dinero. Estar en contra del interés del dinero (la usura) no supone estar en contra del beneficio. Un agricultor o un artesano por poner algún ejemplo obtiene beneficios, beneficios que nada tienen que ver con el precio del dinero y su interés.


    Hecha la diferencia entre beneficio e interés, y entre interés del dinero e interés como beneficio natural, bien del trabajo, del ingenio, o de la naturaleza misma. Tenemos que el simple beneficio, y su consecuente atesoramiento son un factor para el aumento en la necesidad de creación de dinero. Pues toda atesoración supone una retirada de circulante, lo que repercute en una necesidad del aumento de la creación del dinero, no por falta sino por habersele retirado a otra esfera distinta del la adquisición de la producción, la oferta, por la demanda.


    Ahora a este atesoramiento, añadamosle la naturaleza del interés que hace que el dinero se reproduzca en parto antinatural a un tanto por ciento de interés aumentando el beneficio en otro tanto por ciento y aumentando el problema tanto de la creación como sobre todo el de la destrucción de dinero..
    Trifón dio el Víctor.

  5. #5
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    en forma de beneficio o libre de deuda sería un dinero libre de interés, mientras que en forma de deuda seria un dinero sometido a interés. Evidentemente se puede crear dinero en forma de deuda sin someterlo a un interés, pero entonces observamos que la diferencia que va de uno a otro es precisamente el interés del dinero. De esto se pueden deducir estas variantes (no se si hay mas, ahora no las veo) que son: creación de Dinero: A) con deuda y B) sin deuda. Y dentro de A, a1) con intereses o a2) sin interese. En B se podría poner lo mismo, pero habría que tener en cuenta que el interés en ese caso sería de carácter “positivo” y no “negativo” como en el caso anterior.
    Cuando digo emisión de dinero en forma de beneficio o libre de deuda me refiero a que se emite sin incurrir en deuda. Es decir, me refiero única y exclusivamente al principal de la deuda, que es el único elemento que entra dentro del circuito de creación-destrucción de dinero. Toda mención de interés está al margen de la cuestión. Una entidad financiera no tiene por qué recibir sus beneficios necesariamente en forma de interés, puede hacerlo de otras formas, aunque ésta sea la forma más usual de hacerlo.

    Cuando hablo de creación-emisión de dinero en forma de beneficio o libre de deuda esto vendría a ser, para que nos entendamos, como un dividendo. ¿Qué diantres juega aquí el papel del interés? El interés sólo podría aparecer cuando el dinero se crea-emite en forma de deuda; pero eso es algo, como digo, puramente accidental, puesto que las entidades del sistema bancario no necesariamente están forzadas a obtener sus legítimos (no abusivos) beneficios en forma de interés, pueden hacerlo de otra manera distinta.

    Evidentemente la creación viene determinada a grandes rasgos y según la teoría del Mayor Douglas, por la incapacidad del sistema para ser autoliquidante, la producción no genera el suficiente dinero para que la demanda, los ciudadanos, puedan adquirir su propia producción (e incluso la del maquinismo creciente).o sea la creación de dinero busca el equilibrio entre producción y demanda.
    En términos contables, el equilibrio es entre los ingresos generales y los precios generales de los bienes-servicios de consumo. El cometido del sistema financiero es el de emitir-destruir el dinero con el único límite físico potencial marcado por el hecho de quedar exhausta la capacidad de producción o de quedar saciado el consumo, lo primero que ocurra antes (lo normal y natural es que sea lo segundo lo que marque el límite actual en la emisión-destrucción del crédito o dinero, pues el ser humano tiene marcados unos límites naturales o físicos para su acción de consumo; mientras que por el contrario el uso de la energía en los métodos de producción modernos ha hecho que ésta alcance cotas potencialmente grandísimas).

    ¿por qué se crea más o menos dinero del necesario? En realidad lo de menos dinero del necesario, hoy día, no es real, sucede, creo, precisamente todo lo contrario, el problema es que todo ese dinero de mas, queda fuera de la demanda real de los ciudadanos, elevado a otra esfera, donde estos ni lo ven ni lo huelen. De hecho se pueden dar circunstancias muy variadas de este fenómeno.
    Sí. Efectivamente. Se puede dar el caso provisional de que la población tenga poder adquisitivo suficiente para liquidar los bienes-servicios de consumo puestos a la venta durante un periodo provisional de tiempo. Pero siempre queda en pie la imposibilidad de cubrir todos los costes generales (no sólo de los bienes-servicios de consumo sino también de los bienes-servicios de capital) en cualquier momento. Lo que pasa es que esa incapacidad sólo se manifestará en un momento ulterior en el tiempo (cuando los costes de capital se vayan incorporando a los bienes-servicios de consumo puestos a la venta en dicho momento ulterior).

    Pero por lo general sucede que el interés del dinero necesariamente aumenta la cantidad de dinero necesario.
    Efectivamente, puede aumentar esa necesidad, pero no causarla. Es decir, el interés y cualquier beneficio en general podrían exacerbar o aumentar la brecha precios-ingresos, pero no son los causantes últimos u originadores de dicha brecha.

    Cuando el problema es la falta de dinero, la solución es fácil, con crearlo se soluciona el problema, las dificultades parecen surgir en cuanto aparece el problema de destruirlo.
    No hay ningún problema en absoluto ni en crear ni en destruir artificialmente todo el dinero que se quiera. El problema está en que esa creación-destrucción de dinero no se ajuste a los parámetros físicos que se desprenden de la realidad económica de la comunidad política. Es obligación del sistema financiero que la forma en que crea-emite y retira-destruye el dinero en la economía se ajuste a dichos parámetros físicos o reales.

    Creo que existen tres aspectos que aumentan la necesidad de dinero y afectan a la destrucción del mismo: El interés del dinero, el beneficio y la velocidad de circulación.
    No tengo ningún problema en reconocer que el interés del dinero y, en general, los beneficios de las empresas o de particulares (cualquiera que sea la modalidad que adopten, es decir, de interés o de cualquier otro tipo) podrían aumentar, agravar, o exacerbar la "necesidad de dinero" (no afectar a "la destrucción del mismo", que es un asunto que les es ajeno). Pero siempre y cuando quede claro que esa necesidad de dinero es producida esencialmente y en su origen por una causa principal distinta: la forma en que actualmente se crea-destruye el dinero.

    Reitero que, efectivamente, la acumulación o ahorro de dinero (acción completamente distinta de la acción de crear y destruir dinero) puede aumentar una deficiencia general de poder adquisitivo (pero no causarla en su origen, lo cual pertenece exclusivamente a la acción de crear-destruir dinero).

    La velocidad de circulación es en este sentido un simple problema de medida, pues una vez se conoce la velocidad de circulación, simplemente bastaría adaptar la cantidad a la velocidad dada. Aquí es la velocidad la que determina el aumento o disminución de la cantidad.
    Entiendo que se refiere usted a la velocidad de circulación de dinero ya existente, que es el sentido en el que usualmente utilizan los economistas ortodoxos ese término. Pero la velocidad de circulación no aumenta ni disminuye la cantidad de dinero, porque este es un término que se refiere a algo ya existente, no a algo que se crea o destruye poniéndolo y quitándolo fuera de la existencia.

    En cambio yo hablo de ritmo en que se crea y destruye el dinero.

    El beneficio. Algunos confunden el beneficio del interés del dinero, con otros beneficios que repercuten en un aumento del dinero.
    El beneficio o acumulación de dinero (por algunos, sobre todo) no aumenta el dinero (en la población en general); en todo caso, como digo antes, lo que hace es aumentar o agravar la deficiencia de poder adquisitivo o la necesidad de dinero en la población.

    Estar en contra del interés del dinero (la usura) no supone estar en contra del beneficio. Un agricultor o un artesano por poner algún ejemplo obtiene beneficios, beneficios que nada tienen que ver con el precio del dinero y su interés.

    Hecha la diferencia entre beneficio e interés, y entre interés del dinero e interés como beneficio natural, bien del trabajo, del ingenio, o de la naturaleza misma.
    No estoy de acuerdo en considerar equivalente interés y usura. Sí considero equivalentes los términos de interés y beneficio. Toda usura implica interés o beneficio obtenido ilícitamente; pero no todo interés o beneficio implica usura o especulación ilícita. La Doctrina de la Iglesia Católica, desde que empezaron a funcionar en Italia a mediados del siglo XV los llamados Montes de Piedad (o montepíos), ha sido muy clara en esto a la hora de diferenciar entre usura (interés o beneficio ilícito), por un lado, e interés o beneficio lícito, por otro.

    Tenemos que el simple beneficio, y su consecuente atesoramiento son un factor para el aumento en la necesidad de creación de dinero. Pues toda atesoración supone una retirada de circulante, lo que repercute en una necesidad del aumento de la creación del dinero, no por falta sino por habersele retirado a otra esfera distinta del la adquisición de la producción, la oferta, por la demanda.
    Correcto. En las circunstancias actuales, debido a la forma en que se crea-destruye el dinero (causante del problema de la economía), todo atesoramiento o acumulación o ahorro de dinero aumenta o agrava la deficiencia de poder adquisitivo en general.

    Ahora a este atesoramiento, añadamosle la naturaleza del interés que hace que el dinero se reproduzca en parto antinatural a un tanto por ciento de interés aumentando el beneficio en otro tanto por ciento y aumentando el problema tanto de la creación como sobre todo el de la destrucción de dinero..
    La naturaleza del interés, como dije antes, es la de ser un beneficio. Por lo tanto, la influencia agravante que pueda tener el interés es exactamente la misma que pueda tener cualquier otro beneficio de cualquier otra empresa o negocio o particular distinto de una entidad financiera.

    Le corrijo la última frase: "aumentando el problema de la economía" (y no "el problema de la creación [y] destrucción de dinero").
    Última edición por Martin Ant; 01/12/2016 a las 19:36

  6. #6
    De Elea está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    19 jul, 16
    Mensajes
    50
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Tenemos que el simple beneficio, y su consecuente atesoramiento son un factor para el aumento en la necesidad de creación de dinero. Pues toda atesoración supone una retirada de circulante, lo que repercute en una necesidad del aumento de la creación del dinero, no por falta sino por habersele retirado a otra esfera distinta del de la adquisición de la producción, la oferta, por la demanda.


    Correcto. En las circunstancias actuales, debido a la forma en que se crea-destruye el dinero (causante del problema de la economía), todo atesoramiento o acumulación o ahorro de dinero aumenta o agrava la deficiencia de poder adquisitivo en general.
    Si, pero paradojicamente no por que falte dinero, que lo hay para enajenar varias veces la producción total mundial. Sino por que este, el dinero, no acaba en manos de los ciudadanos, la demanda, que son la razón de la producción o sea los consumidores de ésta. O lo que es lo mismo que, a pesar de aumentar la cantidad de dinero, la demanda, la gente, no dispone de dinero a pesar que la creación del mismo ha aumentado y esto porque el dinero creado no se crea para cubrir esa diferencia estructural entre la producción y la demanda sino evidentemente para cubrir otra cosa.



    Curiosamente los economistas ortodoxos aprovechan para decir que efectivamente existe suficiente dinero para enajenar la producción, lo que pasa es que ese dinero no esta en manos de los consumidores, sino en manos de quien lo alquila y al final en economía la demanda es el dinero no las personas.


    Decíamos que el atesoramiento, el uso como deposito de valor del dinero, conllevaba por un lado un aumento en la detracción de dinero del “circulo” producción-demanda que se suma al estructural del mismo que señalaba el Mayor Douglas, y por otro lado aumenta por eso mismo la cantidad total de dinero en el sistema.


    Ocurre ademas que todo ese dinero atesorado tiene la virtud de crecer a un determinado interés, por que al Medio de Cambio se le ha puesto un precio, precio que es un privilegio que hay que pagar. Que debe de pagar quien lo quiera para enajenar la producción…... con lo que ese atesoramiento, esos depósitos de valor están condenados a crecer en cantidad a razón de un tanto por ciento de interés.


    Evidentemente si el dinero no demandase ese interés, ni cobrase esa mordida por su uso , el atesoramiento del mismo no implicaría el problema de su crecimiento continuo, como sucede con el interés, ni este crecimiento se tendría que sostener exigiendo a la producción unos beneficios que son incompatibles con la con la capacidad económica de la demanda, la gente en general para poder enajenarla.


    Evidentemente si el dinero no tuviese interés, ni precio, nadie lo atesoraría para hacerlo crecer por si mismo. Y sin interés del dinero, la única forma de hacer crecer los depósitos es invirtiéndolo, o sea gastándolo en producir riqueza real, no atesorándolo en espera de ese efecto antinatural que es el interés. Ni existiría problema en destruirlo.


    En este sentido opino como silvio Gessel en el sentido de que el dinero es como la sangre del sistema y quien lo purga, o le pone diques para obtener un beneficio en uso de una naturaleza desnaturalizada del dinero, es un problema para el conjunto. En este sentido de la acumulación atesoramiento improductivo de dinero , todavía me sonrío imaginando la cara que tuvo que quedarseles a algunos cuando leyeron aquello de Gessel del interés negativo, la cara de espanto y el sudor frio en sus frentes.
    Trifón dio el Víctor.

  7. #7
    Avatar de Leolfredo
    Leolfredo está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    03 ago, 14
    Mensajes
    763
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Estaba seguro de que lo conocías. Enhorabuena.
    La idea de que la función de "depósito de valor" y medio de intercambio es incompatible, es algo básico que la mayoria no comprende.

    El fundamento del pensamiento de ese hombre consistía en no permitir la preferencia del dinero sobre la mercancía, para que no interese acumular el primero antes que la adquisición de la mercancía.

    Saludos.

    PD: Gesell, se escribe.

    En este sentido opino como silvio Gessel en el sentido de que el dinero es como la sangre del sistema y quien lo purga, o le pone diques para obtener un beneficio en uso de una naturaleza desnaturalizada del dinero, es un problema para el conjunto. En este sentido de la acumulación atesoramiento improductivo de dinero , todavía me sonrío imaginando la cara que tuvo que quedarseles a algunos cuando leyeron aquello de Gessel del interés negativo, la cara de espanto y el sudor frio en sus frentes.

  8. #8
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Si, pero paradojicamente no por que falte dinero, que lo hay para enajenar varias veces la producción total mundial. Sino por que este, el dinero, no acaba en manos de los ciudadanos, la demanda, que son la razón de la producción o sea los consumidores de ésta. O lo que es lo mismo que, a pesar de aumentar la cantidad de dinero, la demanda, la gente, no dispone de dinero a pesar que la creación del mismo ha aumentado y esto porque el dinero creado no se crea para cubrir esa diferencia estructural entre la producción y la demanda sino evidentemente para cubrir otra cosa.
    Hoy en día todo el dinero de nueva creación se emite en forma de deuda. El sistema financiero, actualmente, no sólo genera continuamente dinero sino también genera continuamente costes. Si el ritmo de liquidación de costes bancarios (o deuda bancaria) es mayor que el ritmo de generación de dinero de nueva creación, entonces se produce un ritmo mayor de destrucción de dinero en relación al ritmo de creación de nuevo dinero: lo cual hace que se manifieste esa diferencia estructural entre precios e ingresos del consumidor en la economía (es decir, escasez crónica o estructural de poder de compra).

    Existen dos maneras de cubrir esa diferencia:

    1) La pseudosolución ortodoxa o keynesiana: nuevas emisiones de dinero en forma de deuda, lo cual genera simultáneamente nuevos costes bancarios. Esto permite "ir tirando" a la economía, pero sólo provisionalmente, puesto que los costes bancarios generados tarde o temprano (más bien temprano) irán a los precios de los bienes y servicios de las empresas o a los impuestos de las entidades públicas, originando de nuevo la brecha entre precios e ingresos generales de la población consumidora.

    2) La solución douglasiana: hacer periódicamente un pequeño ajuste contable para cubrir la brecha precios-ingresos, emitiendo dinero nuevo libre de deuda (dinero que servirá, en última instancia, para liquidar costes bancarios existentes sin incurrir al mismo tiempo simultáneamente en costes bancarios nuevos).

    Curiosamente los economistas ortodoxos aprovechan para decir que efectivamente existe suficiente dinero para enajenar la producción, lo que pasa es que ese dinero no esta en manos de los consumidores, sino en manos de quien lo alquila y al final en economía la demanda es el dinero no las personas.
    Keynes, efectivamente, le contestaba a Douglas que la deficiencia de poder de compra del consumidor se debía a la existencia de exceso de ahorros (o como se dice en la jerga económica, "dinero ocioso") y lo que debía hacerse era invertir esos ahorros, poniéndolos en circulación. La falacia está en considerar eso como la causa principal de la deficiencia de poder de compra. Keynes, para desviar la atención, siempre se movía en el plano del dinero ya existente o acumulado, mientras que Douglas acertadamente iba a la raíz del problema, a la fuente en donde se crea y destruye el dinero, es decir en donde se pone y se quita el dinero de la existencia.

    Decíamos que el atesoramiento, el uso como deposito de valor del dinero, conllevaba por un lado un aumento en la detracción de dinero del “circulo” producción-demanda que se suma al estructural del mismo que señalaba el Mayor Douglas, y por otro lado aumenta por eso mismo la cantidad total de dinero en el sistema.
    No entiendo por qué dice usted que el simple acto de atesoramiento o acumulación de dinero produce un aumento de la cantidad total de dinero en el sistema. Precisamente es todo lo contrario: si yo acumulo o atesoro dinero, lo estoy detrayendo de la circulación y, por tanto, estoy contribuyendo a disminuir la cantidad de dinero existente en la economía.

    Ocurre ademas que todo ese dinero atesorado tiene la virtud de crecer a un determinado interés, por que al Medio de Cambio se le ha puesto un precio, precio que es un privilegio que hay que pagar. Que debe de pagar quien lo quiera para enajenar la producción…... con lo que ese atesoramiento, esos depósitos de valor están condenados a crecer en cantidad a razón de un tanto por ciento de interés.
    Pero eso sólo ocurre si lo tengo depositado en una cuenta de ahorros del banco (y siempre suponiendo que el banco lo tenga "ocioso" en esa cuenta). No hay ningún inconveniente en que el banco me pague interés sobre el depósito siempre que ese interés consista en dinero de nueva creación libre de deuda (es decir, como si fuera un dividendo).

    En los demás casos, si yo invierto dinero en la compra de títulos de renta fija, el vendedor de esos activos invertirá inmediatamente el dinero que yo le he entregado (no se lo queda en depósito o lo tiene "ocioso").

    Una persona particular puede hacer con su dinero lo que le dé la gana. Obviamente, el sistema financiero habrá de reajustarse periódicamente, como tengo dicho, teniendo en cuenta la acción agregada de los miembros de la población y su repercusión en el poder adquisitivo de la población, para cumplir siempre la misión de que no haya deficiencia de poder adquisitivo y se produzca la distribución efectiva de los bienes y servicios de consumo.

    ¿A qué se refiere usted con la frase: "Que debe de pagar quien lo quiera para enajenar la producción..."? No la entiendo.

    Evidentemente si el dinero no demandase ese interés, ni cobrase esa mordida por su uso , el atesoramiento del mismo no implicaría el problema de su crecimiento continuo, como sucede con el interés, ni este crecimiento se tendría que sostener exigiendo a la producción unos beneficios que son incompatibles con la con la capacidad económica de la demanda, la gente en general para poder enajenarla.
    No entiendo a que se refiere usted con "el problema de su crecimiento continuo [del dinero]". Si la economía lo exige, el sistema financiero ha de ajustarse a ella; y si ello implica tener que aumentar o disminuir la cantidad y el ritmo de creación o destrucción de dinero, entonces así debe hacerse.

    Las cuestiones del interés, del beneficio y del atesoramiento son elementos que en las circunstancias actuales agravan el problema de la deficiencia de poder de compra, pero no constituyen su causa. En el momento en que se ajuste correctamente la forma en que se crea y destruye el dinero en la economía, esos elementos coadyuvantes del problema también se irán solucionando por añadidura.

    Evidentemente si el dinero no tuviese interés, ni precio, nadie lo atesoraría para hacerlo crecer por si mismo. Y sin interés del dinero, la única forma de hacer crecer los depósitos es invirtiéndolo, o sea gastándolo en producir riqueza real, no atesorándolo en espera de ese efecto antinatural que es el interés. Ni existiría problema en destruirlo.
    Si dejamos a un lado buena parte de las entidades financieras y entidades aseguradoras (que son las que más acumulan con sus intereses y primas), yo creo que la acción de atesorar o acumular lo máximo posible es un síntoma o efecto psicológico provocada por la forma en que actualmente se crea y destruye el dinero. Evidentemente, si siempre vamos a estar en una situación de riesgo en que eventualmente se manifieste una deficiencia de poder de compra como consecuencia de una escasez de dinero artificialmente provocada, la gente tenderá a acumular todo el dinero que pueda con vistas a hacer frente a la situación cuando llegue la "época de vacas flacas". Si el sistema financiero actual genera artificialmente una situación de escasez de dinero, el efecto normal que se produce es que la gente de la comunidad política "luche" entre sí por acumular la mayor cantidad posible de esa cantidad limitada (deliberadamente) de dinero que el sistema financiero pone en circulación.

    Pienso que ese efecto psicológico quedaría eliminado en el momento en que la forma en que se crea y destruye el dinero se empezara a ajustar a la realidad de los datos de la economía.

    Por tanto, el interés no tiene esencialmente nada que ver con su acumulación. Es decir, aunque nadie diera un interés por el dinero acumulado o atesorado, la gente seguiría acumulando o ahorrando dinero (sobre todo en la época de un provisional boom económico), con vistas a una ulterior situación de depresión (dígase lo mismo de las empresas, que destinan los beneficios obtenidos en la época del boom a la partida de reservas o provisiones, con vistas a la ulterior época de depresión).

    En este sentido opino como silvio Gessel en el sentido de que el dinero es como la sangre del sistema y quien lo purga, o le pone diques para obtener un beneficio en uso de una naturaleza desnaturalizada del dinero, es un problema para el conjunto. En este sentido de la acumulación atesoramiento improductivo de dinero , todavía me sonrío imaginando la cara que tuvo que quedarseles a algunos cuando leyeron aquello de Gessel del interés negativo, la cara de espanto y el sudor frio en sus frentes.
    Pues me temo que tengo que decirle que el sistema de Gesell (depreciación escalonada en el tiempo del dinero atesorado hasta su total extinción final) no inquietó ni un solo músculo a los que controlan, en última instancia, la creación y destrucción de dinero en las economías de las comunidades políticas occidentales. Y esto por la sencilla razón que ya he repetido varias veces: el problema verdadero de la economía no está en los efectos de carácter puramente secundarios que se producen como consecuencia del manejo, manipulación o gestión de dinero ya existente, sino que tiene su origen o causa en el manejo, manipulación o gestión del dinero en su creación y destrucción en su fuente de origen.
    Última edición por Martin Ant; 02/12/2016 a las 10:34

  9. #9
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Tiene razón, en lo del dinero sin deuda, lo que pretendía decir es que ese dinero sin deuda, podría usarse para generar un interés positivo, como decía, en el sentido de que ese dinero sin deuda podría usarse para prestárselo a alguien a interés, con lo que generaría no deuda en ese caso, sino beneficio. Por que en la deuda siempre que exista el interés del dinero de por medio siempre hay un beneficiario y un pagador. Y un aumento del total del dinero en la misma proporción del interés que se verificará en el siguiente ciclo.

    Yo decía:

    En B se podría poner lo mismo, pero habría que tener en cuenta que el interés en ese caso sería de carácter “positivo” y no “negativo” como en el caso anterior.

    Lo que realmente parece un enredo y un galimatias, pero vamos que en definitiva quería simplemente señalar de pasada esa posibilidad, que no viene mucho al caso y que no afecta al concepto general del dinero con deuda, pues en todo crédito con deuda sometido a interés del dinero, siempre habrá un beneficiario y un pagador y una cantidad suplementaria en lo general.
    Me temo que no le entiendo bien lo que quiere usted decir aquí.

    Si el sistema financiero, como medida para conseguir ajustar la contabilidad financiera a la contabilidad real o física de la economía, emite dinero de nueva creación libre de deuda, éste se utilizará para cubrir la brecha entre precios e ingresos generales. A su vez las empresas liquidarán sus costes bancarios con el dinero percibido. Y así se habrá conseguido el objetivo de hacer la distribución efectiva de bienes y servicios a la población.

    En este ajuste periódico a través de este dividiendo o beneficio emitido, nada impide, por supuesto, que un porcentaje del mismo sirva para poder cubrir los gastos o costes del sistema bancario (en lugar de tener que pagar directamente esos costes o gastos las empresas con su dinero). Si a usted a eso le quiere llamar interés, por mí vale. Pero no veo que problema hay en ello. Es como si nosotros quisiéramos cubrir los gastos de los impuestos también con otro porcentaje de ese beneficio o dividendo (en lugar de hacerlo directamente con el dinero de los ciudadanos).

    El problema fundamental, como ya dije, no está en el interés sino el principal de la deuda. Dicho con otras palabras, si el coste bancario está compuesto de principal e interés, el ajuste se ha de realizar sobre el principal de la deuda o coste bancario, no sobre el interés (que viene a ser, en términos relativos, el "chocolate del loro" en el problema de la economía).

  10. #10
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Yo creo que aquí la Iglesia permitió una bajada de pantalones a lo Vaticano II, por que la Iglesia tradicionalmente y no solo la Iglesia sino algunos de los mejores pensadores greco-romanos anteriores, siempre tuvo a la Usura por lo mismo que el Interés, por que Usura e Interés son lo mismo en esencia y solo cambian en grado.
    No. La Iglesia siempre tuvo en cuenta la diferencia entre interés lícito (para cubrir los gastos incurridos por la entidad financiera que presta servicios a los clientes y a la sociedad) e interés ilícito o beneficio abusivo o injusto (usura), desde el mismo momento en que empezaron a generalizarse las entidades de crédito por la (por aquel entonces todavía) Cristiandad.


    V Concilio de Letrán

    De los "Montes de piedad" y de la usura

    [De la Bula Inter multiplices, de 28 de abril (SESION X), de 4 de mayo de 1515]

    Con aprobación del sagrado Concilio, declaramos y definimos que los (antedichos) Montes de piedad, instituídos en los estados, y aprobados y confirmados hasta el presente por la autoridad de la Sede Apostólica, en los que en razón de sus gastos e indemnidad, únicamente para los gastos de sus empleados y de las demás cosas que se refieren a su conservación, conforme se manifiesta, sólo en razón de su indemnidad, se cobra algún interés moderado, además del capital, sin ningún lucro por parte de los mismos Montes, no presentan apariencia alguna de mal ni ofrecen incentivo para pecar, ni deben en modo alguno ser desaprobados, antes bien ese préstamo es meritorio y debe ser alabado y aprobado y en modo alguno ser tenido por usurario... Todos los religiosos, empero, y personas eclesiásticas y seglares que en adelante fueren osados a predicar o disputar de palabra o por escrito contra el tenor de la presente declaración y decreto, queremos que incurran en la pena de excomunión latae sententiae, sin que obste privilegio alguno.



    En cuanto a la compensación del gasto en la creación del dinero para justificar el interés, creo que hoy día, cuando el dinero es mas bien un símbolo contable, o papel impreso los gastos de creación son realmente irrisorios, y si ademas tenemos en cuenta que la función del crédito debe de ser una función social y comunitaria bien podría financiarse a si mismo en una partida general de gastos de emisión o creación.
    Bien. Ya dije en el mensaje anterior que, en sí mismo, no habría ningún problema en que parte del beneficio general monetizado para ajustar la contabilidad financiera a la contabilidad real de la economía fuera destinado a cubrir los gastos de las entidades financieras (en sustitución a la forma en que actualmente cubren sus gastos al exigir un interés a las empresas, que éstas han de pagar directamente con su dinero). Pero esto no es más que una cuestión arbitraria de pura convención: no veo tampoco ningún problema en que las empresas financieras cubran sus gastos o costes a través del sistema de exigir un interés sobre el dinero emitido.

    Otro asunto distinto es que las entidades financieras acumulen grandes cantidades de dinero por vía de los intereses. Pero yo nunca me había referido a eso; yo lo que decía es que el hecho de que una entidad financiera reciba su legítimo beneficio por vía del interés, no constituye ningún problema de carácter moral ni es algo, en sí mismo, ilícito.

  11. #11
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    De Elea. Me temo que usted no se ha desembarazado del todo de las falacias económicas de Keynes, aunque las sostenga usted por vía de Silvio Gesell.

    Keynes se ocupa con relativa amplitud del sistema de Gesell en su libro Teoría de la ocupación, el interés y el dinero. En concreto, en el apartado VI, del capítulo 23 titulado Notas sobre el mercantilismo, las leyes sobre la usura, el dinero sellado [en referencia a Gesell] y las teorías del subconsumo [en referencia a Douglas].

    Aunque Keynes discrepa en algunas cosas de Gesell, básicamente no tiene ningún problema con él. De hecho, al comenzar el análisis del sistema de Gesell, dice al principio: "Es conveniente citar aquí al raro e indebidamente olvidado profeta Silvio Gesell (1862-1930), cuyo trabajo contiene destellos de profunda perspicacia y estuvo al borde de captar la esencia del asunto."

    En cambio, al final de ese mismo capítulo, despacha a Douglas de la siguiente manera:

    A partir de la guerra ha habido un diluvio de teorías heréticas de subconsumo, de las cuales las más famosas son las del mayor Douglas. La fuerza de la tesis del mayor Douglas ha dependido considerablemente, por supuesto, de que la ortodoxia no tiene respuesta válida para buena parte [370] de su crítica destructiva. Por otra parte, su diagnóstico detallado, particularmente el llamado teorema A + B, está en su mayor parte formado de mistificaciones. Si el mayor Douglas hubiera limitado sus partidas B a las reservas financieras de los empresarios a las que no corresponde gasto corriente en reposiciones o renovaciones [es decir, atesoramiento o acumulación del dinero que las empresas reciben de sus beneficios], estaría más cerca de la verdad. Pero aun en ese caso es necesario dejar cierto margen para la posibilidad de que estas reservas estén contrarrestadas por nuevas inversiones en otros sentidos [es decir, puesta en circulación de dinero atesorado, ahorrado o acumulado por otras empresas], así como por el aumento de los gastos en el consumo [es decir, dinero ahorrado por particulares o empresas que se pone en circulación para utilizarlo, directa o indirectamente, para el consumo]. El mayor Douglas tiene derecho a pretender, en contra de algunos de sus adversarios ortodoxos, que por lo menos no se ha olvidado de una manera tan cabal del problema más prominente de nuestro sistema económico. Sin embargo no tiene derecho a la misma graduación —quizá pueda considerársele como soldado raso, pero no como mayor en el bravo ejercito de los herejes— que Mandeville, Malthus, Gesell y Hobson, quienes siguiendo sus intuiciones, han preferido ver la verdad obscura e imperfectamente en vez de sostener un error, alcanzado ciertamente con claridad y consistencia y por medio de lógica sencilla, pero con hipótesis inadecuadas a los hechos.


    ¿Dónde está, como digo, la falacia de Keynes (y, por extensión, de Gesell)? En que ellos se centran únicamente en los problemas coyunturales que puede ocasionar el dinero ya existente (por su acumulación a través de los beneficios, dentro de los cuales se incluye el interés). Y al centrarse solamente en el dinero ya existente o acumulado, desvían la atención de la raíz del "problema del sistema económico", que Douglas acertadísimamente enfocaba y centraba en la fuente de la creación y destrucción del dinero de la economía de la comunidad política.

    Keynes (y, por extensión Gesell) centran su atención en tal o cual rama de la planta. Douglas, por el contrario, centra la atención en la raíz de la planta, el lugar en donde se crea y destruye el dinero.


    Voy a poner un ejemplo para que se entienda mejor el carácter puramente secundario del interés del dinero en el "problema del sistema económico":

    Tenemos un sistema económico y financiero formados respectivamente por una sola empresa y por un solo banco. Tenemos dos situaciones:

    1) El banco emite dinero de nueva creación con exigencia de un interés. Digamos que emite 100 euros, y le adjunta un interés del 5% anual. La empresa recibe el dinero y está obligada a pagar al banco al final del año (término del vencimiento) 105 euros, que es a lo que asciende el coste bancario en que ha incurrido la empresa (100 euros por el principal, y 5 euros por intereses).

    2) El banco emite dinero de nueva creación sin exigencia de interés. Digamos que emite 100 euros, y lo entrega a la empresa. A su vez, el banco exige a la empresa, digamos, 10 euros anuales, en comisiones, por los servicios totales prestados durante el año a la empresa (realización de transferencias, comisión por mantenimiento de cuenta, asesoramiento financiero, etc...).

    Según usted, De Elea, la segunda situación sería mejor para la economía, por el sólo hecho de que los beneficios en forma de interés brillan por su ausencia (que, entiendo, es el único requisito que usted tiene en cuenta para dar solución al problema de la economía, en tanto en cuanto la existencia de interés es la causa principal o fundamental de dicho problema). Yo, por el contrario, consideraría, en términos comparativos, y desde un punto de vista puramente técnico-contable, mejor la primera situación (aún cuando el banco recibiera sus beneficios en forma de interés).

    La empresa, con el dinero recibido, ha generado bienes y servicios. Supongamos que toda la población de la comunidad política trabaja en esa empresa. Y supongamos que todo el dinero lo ha gastado la empresa sólo en sueldos y salarios (es decir, en beneficios de los empleados y de los gerentes de la empresa). Si nos quedamos en la primera situación (la escogemos al azar, pues todo esto que se explica a continuación también vale para la segunda situación), tendríamos un coste bancario de 105 euros en el pasivo de la empresa; por tanto, la empresa para recuperar el dinero ha de poner un precio de 105 euros sobre los bienes y servicios puestos a la venta. La población sólo tiene 100 euros. Por tanto, según Douglas, la solución sería emitir dinero libre deuda para cubrir la brecha entre precios e ingresos. Esto se puede hacer de múltiples formas: o bien se emite un dividendo de 5 euros, o bien se realiza una quita de 5 euros en el coste bancario en la parte correspondiente al principal (no al interés). Si realiza esto último, el coste bancario de la empresa quedaría reducido a 95 euros de principal, y 5 euros de interés (total, 100 euros). Esto permitiría a la empresa reducir a 100 euros el precio de los bienes y servicios puestos a la venta, con lo cual ya sí podría la población comprar todos los bienes y servicios puestos a la venta con los 100 euros que tienen en sus manos.

    Como se puede observar, cualquier perturbación coyuntural que pueda producir un beneficio o acumulación de dinero ya existente, se soluciona rápidamente por añadidura en tanto en cuanto se haga antes un pequeño ajuste en la forma en que se emite y destruye el dinero en su fuente u origen, que es lo que tiene en última instancia la voz cantante en todo este asunto, y es lo que permite solucionar el problema estructural de la economía (o, por el contrario, de no hacerlo, perpetuar su perturbación o distorsión).

    Repito: Keynes y sus amigos ortodoxos desvían la atención de la causa originaria de la perturbación estructural de la economía (la forma en que se crea y destruye el dinero en su fuente u origen; o, si se quiere decir de una forma equivalente, la forma en que se generan y liquidan los costes en la fuente u origen en donde se crea-destruye el dinero), y la enfocan hacia los que tienen solamente potestad de acumular dinero o potestad de liberar dinero acumulado, a través de los beneficios (en donde se incluye el interés) y las inversiones, respectivamente (pero no potestad de crear o destruir dinero, que es en donde está la clave de todo el asunto).
    Última edición por Martin Ant; 02/12/2016 a las 12:48

  12. #12
    Avatar de Leolfredo
    Leolfredo está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    03 ago, 14
    Mensajes
    763
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Martin Ant, creo que yerras con respecto a Silvio Gesell. No se puede decir "Keynes, y por extensión Gesell". De hecho, dentro de la receta clave de este último- obviada en las referencias de Keynes, que pasa absolutamente por encima y de refilón sobre las ideas nucleares de sus planteamientos monetarios- está implícitamente resuelto el problema de la generación del dinero.

    A Gesell le avalan las -ciertamente pocas, por poscritas y asesinadas de éxito y recelo estatal- experiencias históricas inspiradas en sus ideas, por más que fueran muy localizadas y puntuales.

    PD: Y carajo, no se imaginan ustedes la positivísima impresión que me produce acabar hablando de Silvio Gesell en Hispanismo.org, este me demuestra aún de forma más contundente el NIVELAZO ESTRATOSFÉRICO de este bendito foro. En su día dejé a un lado este tema para saltarme a aprender de Hispanidad. A día de hoy estoy convencido de que en realidad no hay desvío ni mucho menos contradicción, no habrá mejor "maridaje" que el que en un futuro se pueda establecer entre la municipalista concepción política del Tradicionalismo Hispánico y los conceptos monetarios de Gesell. Prosigan, caballeros, que no hay inconveniente en desempolvar conceptos monetarios.

    Cita Iniciado por Martin Ant Ver mensaje
    De Elea. Me temo que usted no se ha desembarazado del todo de las falacias económicas de Keynes, aunque las sostenga usted por vía de Silvio Gesell.

    Keynes se ocupa con relativa amplitud del sistema de Gesell en su libro Teoría de la ocupación, el interés y el dinero. En concreto, en el apartado VI, del capítulo 23 titulado Notas sobre el mercantilismo, las leyes sobre la usura, el dinero sellado [en referencia a Gesell] y las teorías del subconsumo [en referencia a Douglas].

    Aunque Keynes discrepa en algunas cosas de Gesell, básicamente no tiene ningún problema con él. De hecho, al comenzar el análisis del sistema de Gesell, dice al principio: "Es conveniente citar aquí al raro e indebidamente olvidado profeta Silvio Gesell (1862-1930), cuyo trabajo contiene destellos de profunda perspicacia y estuvo al borde de captar la esencia del asunto."

    En cambio, al final de ese mismo capítulo, despacha a Douglas de la siguiente manera:
    A partir de la guerra ha habido un diluvio de teorías heréticas de subconsumo, de las cuales las más famosas son las del mayor Douglas. La fuerza de la tesis del mayor Douglas ha dependido considerablemente, por supuesto, de que la ortodoxia no tiene respuesta válida para buena parte [370] de su crítica destructiva. Por otra parte, su diagnóstico detallado, particularmente el llamado teorema A + B, está en su mayor parte formado de mistificaciones. Si el mayor Douglas hubiera limitado sus partidas B a las reservas financieras de los empresarios a las que no corresponde gasto corriente en reposiciones o renovaciones [es decir, atesoramiento o acumulación del dinero que las empresas reciben de sus beneficios], estaría más cerca de la verdad. Pero aun en ese caso es necesario dejar cierto margen para la posibilidad de que estas reservas estén contrarrestadas por nuevas inversiones en otros sentidos [es decir, puesta en circulación de dinero atesorado, ahorrado o acumulado por otras empresas], así como por el aumento de los gastos en el consumo [es decir, dinero ahorrado por particulares o empresas que se pone en circulación para utilizarlo, directa o indirectamente, para el consumo]. El mayor Douglas tiene derecho a pretender, en contra de algunos de sus adversarios ortodoxos, que por lo menos no se ha olvidado de una manera tan cabal del problema más prominente de nuestro sistema económico. Sin embargo no tiene derecho a la misma graduación —quizá pueda considerársele como soldado raso, pero no como mayor en el bravo ejercito de los herejes— que Mandeville, Malthus, Gesell y Hobson, quienes siguiendo sus intuiciones, han preferido ver la verdad obscura e imperfectamente en vez de sostener un error, alcanzado ciertamente con claridad y consistencia y por medio de lógica sencilla, pero con hipótesis inadecuadas a los hechos.


    ¿Dónde está, como digo, la falacia de Keynes (y, por extensión, de Gesell)? En que ellos se centran únicamente en los problemas coyunturales que puede ocasionar el dinero ya existente (por su acumulación a través de los beneficios, dentro de los cuales se incluye el interés). Y al centrarse solamente en el dinero ya existente o acumulado, desvían la atención de la raíz del "problema del sistema económico", que Douglas acertadísimamente enfocaba y centraba en la fuente de la creación y destrucción del dinero de la economía de la comunidad política.

    Keynes (y, por extensión Gesell) centran su atención en tal o cual rama de la planta. Douglas, por el contrario, centra la atención en la raíz de la planta, el lugar en donde se crea y destruye el dinero.


    Voy a poner un ejemplo para que se entienda mejor el carácter puramente secundario del interés del dinero en el "problema del sistema económico":

    Tenemos un sistema económico y financiero formados respectivamente por una sola empresa y por un solo banco. Tenemos dos situaciones:

    1) El banco emite dinero de nueva creación con exigencia de un interés. Digamos que emite 100 euros, y le adjunta un interés del 5% anual. La empresa recibe el dinero y está obligada a pagar al banco al final del año (término del vencimiento) 105 euros, que es a lo que asciende el coste bancario en que ha incurrido la empresa (100 euros por el principal, y 5 euros por intereses).

    2) El banco emite dinero de nueva creación sin exigencia de interés. Digamos que emite 100 euros, y lo entrega a la empresa. A su vez, el banco exige a la empresa, digamos, 10 euros anuales, en comisiones, por los servicios totales prestados durante el año a la empresa (realización de transferencias, comisión por mantenimiento de cuenta, asesoramiento financiero, etc...).

    Según usted, De Elea, la segunda situación sería mejor para la economía, por el sólo hecho de que los beneficios en forma de interés brillan por su ausencia (que, entiendo, es el único requisito que usted tiene en cuenta para dar solución al problema de la economía, en tanto en cuanto la existencia de interés es la causa principal o fundamental de dicho problema). Yo, por el contrario, consideraría, en términos comparativos, y desde un punto de vista puramente técnico-contable, mejor la primera situación (aún cuando el banco recibiera sus beneficios en forma de interés).

    La empresa, con el dinero recibido, ha generado bienes y servicios. Supongamos que toda la población de la comunidad política trabaja en esa empresa. Y supongamos que todo el dinero lo ha gastado la empresa sólo en sueldos y salarios (es decir, en beneficios de los empleados y de los gerentes de la empresa). Si nos quedamos en la primera situación (la escogemos al azar, pues todo esto que se explica a continuación también vale para la segunda situación), tendríamos un coste bancario de 105 euros en el pasivo de la empresa; por tanto, la empresa para recuperar el dinero ha de poner un precio de 105 euros sobre los bienes y servicios puestos a la venta. La población sólo tiene 100 euros. Por tanto, según Douglas, la solución sería emitir dinero libre deuda para cubrir la brecha entre precios e ingresos. Esto se puede hacer de múltiples formas: o bien se emite un dividendo de 5 euros, o bien se realiza una quita de 5 euros en el coste bancario en la parte correspondiente al principal (no al interés). Si realiza esto último, el coste bancario de la empresa quedaría reducido a 95 euros de principal, y 5 euros de interés (total, 100 euros). Esto permitiría a la empresa reducir a 100 euros el precio de los bienes y servicios puestos a la venta, con lo cual ya sí podría la población comprar todos los bienes y servicios puestos a la venta con los 100 euros que tienen en sus manos.

    Como se puede observar, cualquier perturbación coyuntural que pueda producir un beneficio o acumulación de dinero ya existente, se soluciona rápidamente por añadidura en tanto en cuanto se haga antes un pequeño ajuste en la forma en que se emite y destruye el dinero en su fuente u origen, que es lo que tiene en última instancia la voz cantante en todo este asunto, y es lo que permite solucionar el problema estructural de la economía (o, por el contrario, de no hacerlo, perpetuar su perturbación o distorsión).

    Repito: Keynes y sus amigos ortodoxos desvían la atención de la causa originaria de la perturbación estructural de la economía (la forma en que se crea y destruye el dinero en su fuente u origen; o, si se quiere decir de una forma equivalente, la forma en que se generan y liquidan los costes en la fuente u origen en donde se crea-destruye el dinero), y la enfocan hacia los que tienen solamente potestad de acumular dinero o potestad de liberar dinero acumulado, a través de los beneficios (en donde se incluye el interés) y las inversiones, respectivamente (pero no potestad de crear o destruir dinero, que es en donde está la clave de todo el asunto).

  13. #13
    De Elea está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    19 jul, 16
    Mensajes
    50
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    Cuando digo emisión de dinero en forma de beneficio o libre de deuda me refiero a que se emite sin incurrir en deuda. Es decir, me refiero única y exclusivamente al principal de la deuda, que es el único elemento que entra dentro del circuito de creación-destrucción de dinero. Toda mención de interés está al margen de la cuestión. Una entidad financiera no tiene por qué recibir sus beneficios necesariamente en forma de interés, puede hacerlo de otras formas, aunque ésta sea la forma más usual de hacerlo.

    Cuando hablo de creación-emisión de dinero en forma de beneficio o libre de deuda esto vendría a ser, para que nos entendamos, como un dividendo. ¿Qué diantres juega aquí el papel del interés? El interés sólo podría aparecer cuando el dinero se crea-emite en forma de deuda; pero eso es algo, como digo, puramente accidental, puesto que las entidades del sistema bancario no necesariamente están forzadas a obtener sus legítimos (no abusivos) beneficios en forma de interés, pueden hacerlo de otra manera distinta.
    Tiene razón, en lo del dinero sin deuda, lo que pretendía decir es que ese dinero sin deuda, podría usarse para generar un interés positivo, como decía, en el sentido de que ese dinero sin deuda podría usarse para prestárselo a alguien a interés, con lo que generaría no deuda en ese caso, sino beneficio. Por que en la deuda siempre que exista el interés del dinero de por medio siempre hay un beneficiario y un pagador. Y un aumento del total del dinero en la misma proporción del interés que se verificará en el siguiente ciclo.


    Yo decía:


    En B se podría poner lo mismo, pero habría que tener en cuenta que el interés en ese caso sería de carácter “positivo” y no “negativo” como en el caso anterior.


    Lo que realmente parece un enredo y un galimatias, pero vamos que en definitiva quería simplemente señalar de pasada esa posibilidad, que no viene mucho al caso y que no afecta al concepto general del dinero con deuda, pues en todo crédito con deuda sometido a interés del dinero, siempre habrá un beneficiario y un pagador y una cantidad suplementaria en lo general.

  14. #14
    De Elea está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    19 jul, 16
    Mensajes
    50
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    No estoy de acuerdo en considerar equivalente interés y usura. Sí considero equivalentes los términos de interés y beneficio. Toda usura implica interés o beneficio obtenido ilícitamente; pero no todo interés o beneficio implica usura o especulación ilícita. La Doctrina de la Iglesia Católica, desde que empezaron a funcionar en Italia a mediados del siglo XV los llamados Montes de Piedad (o montepíos), ha sido muy clara en esto a la hora de diferenciar entre usura (interés o beneficio ilícito), por un lado, e interés o beneficio lícito, por otro.


    Yo creo que aquí la Iglesia permitió una bajada de pantalones a lo Vaticano II, por que la Iglesia tradicionalmente y no solo la Iglesia sino algunos de los mejores pensadores greco-romanos anteriores, siempre tuvo a la Usura por lo mismo que el Interés, por que Usura e Interés son lo mismo en esencia y solo cambian en grado.


    En cuanto a la compensación del gasto en la creación del dinero para justificar el interés, creo que hoy día, cuando el dinero es mas bien un símbolo contable, o papel impreso los gastos de creación son realmente irrisorios, y si ademas tenemos en cuenta que la función del crédito debe de ser una función social y comunitaria bien podría financiarse a si mismo en una partida general de gastos de emisión o creación.
    Trifón dio el Víctor.

  15. #15
    De Elea está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    19 jul, 16
    Mensajes
    50
    Post Thanks / Like

    Re: El pensamiento económico de José Antonio Primo de Rivera y su vigencia

    En términos contables, el equilibrio es entre los ingresos generales y los precios generales de los bienes-servicios de consumo. El cometido del sistema financiero es el de emitir-destruir el dinero con el único límite físico potencial marcado por el hecho de quedar exhausta la capacidad de producción o de quedar saciado el consumo, lo primero que ocurra antes (lo normal y natural es que sea lo segundo lo que marque el límite actual en la emisión-destrucción del crédito o dinero, pues el ser humano tiene marcados unos límites naturales o físicos para su acción de consumo; mientras que por el contrario el uso de la energía en los métodos de producción modernos ha hecho que ésta alcance cotas potencialmente grandísimas).


    Completamente de acuerdo con usted.

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Los indignados pasean a Jose Antonio Primo de Rivera por la Red
    Por jasarhez en el foro Noticias y Actualidad
    Respuestas: 7
    Último mensaje: 27/08/2014, 13:07
  2. Respuestas: 3
    Último mensaje: 01/03/2013, 16:40
  3. José Antonio Primo de Rivera
    Por Alejandro Farnesio en el foro Tertúlia
    Respuestas: 11
    Último mensaje: 14/01/2013, 13:11
  4. Juez argentino reivindica a José Antonio Primo de Rivera
    Por Miquelet Chaira en el foro Hispanoamérica
    Respuestas: 2
    Último mensaje: 19/09/2009, 03:10
  5. Epistolario de José Antonio Primo de Rivera / 1925-1936
    Por Ordóñez en el foro Historiografía y Bibliografía
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 03/11/2005, 19:01

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •