Hoy en día todo el dinero de nueva creación se emite en forma de deuda. El sistema financiero, actualmente, no sólo genera continuamente dinero sino también genera continuamente costes. Si el ritmo de liquidación de costes bancarios (o deuda bancaria) es mayor que el ritmo de generación de dinero de nueva creación, entonces se produce un ritmo mayor de destrucción de dinero en relación al ritmo de creación de nuevo dinero: lo cual hace que se manifieste esa diferencia estructural entre precios e ingresos del consumidor en la economía (es decir, escasez crónica o estructural de poder de compra).Si, pero paradojicamente no por que falte dinero, que lo hay para enajenar varias veces la producción total mundial. Sino por que este, el dinero, no acaba en manos de los ciudadanos, la demanda, que son la razón de la producción o sea los consumidores de ésta. O lo que es lo mismo que, a pesar de aumentar la cantidad de dinero, la demanda, la gente, no dispone de dinero a pesar que la creación del mismo ha aumentado y esto porque el dinero creado no se crea para cubrir esa diferencia estructural entre la producción y la demanda sino evidentemente para cubrir otra cosa.
Existen dos maneras de cubrir esa diferencia:
1) La pseudosolución ortodoxa o keynesiana: nuevas emisiones de dinero en forma de deuda, lo cual genera simultáneamente nuevos costes bancarios. Esto permite "ir tirando" a la economía, pero sólo provisionalmente, puesto que los costes bancarios generados tarde o temprano (más bien temprano) irán a los precios de los bienes y servicios de las empresas o a los impuestos de las entidades públicas, originando de nuevo la brecha entre precios e ingresos generales de la población consumidora.
2) La solución douglasiana: hacer periódicamente un pequeño ajuste contable para cubrir la brecha precios-ingresos, emitiendo dinero nuevo libre de deuda (dinero que servirá, en última instancia, para liquidar costes bancarios existentes sin incurrir al mismo tiempo simultáneamente en costes bancarios nuevos).
Keynes, efectivamente, le contestaba a Douglas que la deficiencia de poder de compra del consumidor se debía a la existencia de exceso de ahorros (o como se dice en la jerga económica, "dinero ocioso") y lo que debía hacerse era invertir esos ahorros, poniéndolos en circulación. La falacia está en considerar eso como la causa principal de la deficiencia de poder de compra. Keynes, para desviar la atención, siempre se movía en el plano del dinero ya existente o acumulado, mientras que Douglas acertadamente iba a la raíz del problema, a la fuente en donde se crea y destruye el dinero, es decir en donde se pone y se quita el dinero de la existencia.Curiosamente los economistas ortodoxos aprovechan para decir que efectivamente existe suficiente dinero para enajenar la producción, lo que pasa es que ese dinero no esta en manos de los consumidores, sino en manos de quien lo alquila y al final en economía la demanda es el dinero no las personas.
No entiendo por qué dice usted que el simple acto de atesoramiento o acumulación de dinero produce un aumento de la cantidad total de dinero en el sistema. Precisamente es todo lo contrario: si yo acumulo o atesoro dinero, lo estoy detrayendo de la circulación y, por tanto, estoy contribuyendo a disminuir la cantidad de dinero existente en la economía.Decíamos que el atesoramiento, el uso como deposito de valor del dinero, conllevaba por un lado un aumento en la detracción de dinero del “circulo” producción-demanda que se suma al estructural del mismo que señalaba el Mayor Douglas, y por otro lado aumenta por eso mismo la cantidad total de dinero en el sistema.
Pero eso sólo ocurre si lo tengo depositado en una cuenta de ahorros del banco (y siempre suponiendo que el banco lo tenga "ocioso" en esa cuenta). No hay ningún inconveniente en que el banco me pague interés sobre el depósito siempre que ese interés consista en dinero de nueva creación libre de deuda (es decir, como si fuera un dividendo).Ocurre ademas que todo ese dinero atesorado tiene la virtud de crecer a un determinado interés, por que al Medio de Cambio se le ha puesto un precio, precio que es un privilegio que hay que pagar. Que debe de pagar quien lo quiera para enajenar la producción…... con lo que ese atesoramiento, esos depósitos de valor están condenados a crecer en cantidad a razón de un tanto por ciento de interés.
En los demás casos, si yo invierto dinero en la compra de títulos de renta fija, el vendedor de esos activos invertirá inmediatamente el dinero que yo le he entregado (no se lo queda en depósito o lo tiene "ocioso").
Una persona particular puede hacer con su dinero lo que le dé la gana. Obviamente, el sistema financiero habrá de reajustarse periódicamente, como tengo dicho, teniendo en cuenta la acción agregada de los miembros de la población y su repercusión en el poder adquisitivo de la población, para cumplir siempre la misión de que no haya deficiencia de poder adquisitivo y se produzca la distribución efectiva de los bienes y servicios de consumo.
¿A qué se refiere usted con la frase: "Que debe de pagar quien lo quiera para enajenar la producción..."? No la entiendo.
No entiendo a que se refiere usted con "el problema de su crecimiento continuo [del dinero]". Si la economía lo exige, el sistema financiero ha de ajustarse a ella; y si ello implica tener que aumentar o disminuir la cantidad y el ritmo de creación o destrucción de dinero, entonces así debe hacerse.Evidentemente si el dinero no demandase ese interés, ni cobrase esa mordida por su uso , el atesoramiento del mismo no implicaría el problema de su crecimiento continuo, como sucede con el interés, ni este crecimiento se tendría que sostener exigiendo a la producción unos beneficios que son incompatibles con la con la capacidad económica de la demanda, la gente en general para poder enajenarla.
Las cuestiones del interés, del beneficio y del atesoramiento son elementos que en las circunstancias actuales agravan el problema de la deficiencia de poder de compra, pero no constituyen su causa. En el momento en que se ajuste correctamente la forma en que se crea y destruye el dinero en la economía, esos elementos coadyuvantes del problema también se irán solucionando por añadidura.
Si dejamos a un lado buena parte de las entidades financieras y entidades aseguradoras (que son las que más acumulan con sus intereses y primas), yo creo que la acción de atesorar o acumular lo máximo posible es un síntoma o efecto psicológico provocada por la forma en que actualmente se crea y destruye el dinero. Evidentemente, si siempre vamos a estar en una situación de riesgo en que eventualmente se manifieste una deficiencia de poder de compra como consecuencia de una escasez de dinero artificialmente provocada, la gente tenderá a acumular todo el dinero que pueda con vistas a hacer frente a la situación cuando llegue la "época de vacas flacas". Si el sistema financiero actual genera artificialmente una situación de escasez de dinero, el efecto normal que se produce es que la gente de la comunidad política "luche" entre sí por acumular la mayor cantidad posible de esa cantidad limitada (deliberadamente) de dinero que el sistema financiero pone en circulación.Evidentemente si el dinero no tuviese interés, ni precio, nadie lo atesoraría para hacerlo crecer por si mismo. Y sin interés del dinero, la única forma de hacer crecer los depósitos es invirtiéndolo, o sea gastándolo en producir riqueza real, no atesorándolo en espera de ese efecto antinatural que es el interés. Ni existiría problema en destruirlo.
Pienso que ese efecto psicológico quedaría eliminado en el momento en que la forma en que se crea y destruye el dinero se empezara a ajustar a la realidad de los datos de la economía.
Por tanto, el interés no tiene esencialmente nada que ver con su acumulación. Es decir, aunque nadie diera un interés por el dinero acumulado o atesorado, la gente seguiría acumulando o ahorrando dinero (sobre todo en la época de un provisional boom económico), con vistas a una ulterior situación de depresión (dígase lo mismo de las empresas, que destinan los beneficios obtenidos en la época del boom a la partida de reservas o provisiones, con vistas a la ulterior época de depresión).
Pues me temo que tengo que decirle que el sistema de Gesell (depreciación escalonada en el tiempo del dinero atesorado hasta su total extinción final) no inquietó ni un solo músculo a los que controlan, en última instancia, la creación y destrucción de dinero en las economías de las comunidades políticas occidentales. Y esto por la sencilla razón que ya he repetido varias veces: el problema verdadero de la economía no está en los efectos de carácter puramente secundarios que se producen como consecuencia del manejo, manipulación o gestión de dinero ya existente, sino que tiene su origen o causa en el manejo, manipulación o gestión del dinero en su creación y destrucción en su fuente de origen.En este sentido opino como silvio Gessel en el sentido de que el dinero es como la sangre del sistema y quien lo purga, o le pone diques para obtener un beneficio en uso de una naturaleza desnaturalizada del dinero, es un problema para el conjunto. En este sentido de la acumulación atesoramiento improductivo de dinero , todavía me sonrío imaginando la cara que tuvo que quedarseles a algunos cuando leyeron aquello de Gessel del interés negativo, la cara de espanto y el sudor frio en sus frentes.
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