La ley antitabaco es, en toda regla, intolerante y totalitaria. Se puede prohibir fumar en locales públicos para proteger a los no fumadores. Hasta aqui no cabe discusión alguna. Sin embargo, hay locales en los que se podría elegir entrar o nó. Por ejemplo: En determinado establecimiento se habilita una zona aislada del resto de no fumadores y se respeta a unos y otros. Aún así podría haber locales en los que se podía permitir fumar y otros en los que se podía prohibir a voluntad del propietario. El no fumador tendría la posibilidad de entrar en locales donde no se permitiera fumar y viceversa si se trataba de un fumador. Lo que no es lógico es imponer prohibiciones que son discriminatorias. Se puede legislar sin que se discrimine ni al fumador ni al no fumador.
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