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En contra: cada uno en su casa (Bar o Restaurante) que haga lo que quiera. Otra cosa, estimo, es la educación de cada uno, es decir, tampoco conviene abusar (yo si salgo a cenar por ahí y sé que hay algún no-fumador en el grupo o en la mesa de al lado, hay niños, bebés, etc..., desde que nos sentamos hasta que nos vamos, intento fumarme un solo cigarro después de la cena/comida y ya está...a lo sumo, si hay copas de por medio, otro). Tampoco hay que ser un carretero. Estaba bien aquello de dividir el local, no entiendo el problema que suponía (una vez la mayoría se han gastado los cuartos en acondicionar el local).
Estoy en contra, no por motivos personales puesto que no afecta a mis costumbres sino porque se da el caso de personas a las que sí, en un sentido negativo.
Voté a favor; en esta caso estoy a favor de prohibir fumar en lugares públicos (o privados de uso público) cerrados porque perjudica a los demás, tal como lo prohíbe la legislación actual en Uruguay. Desde que esa ley se aprobó el consumo de tabaco disminuyó y los consumidores pasivos también.
La ley antitabaco es, en toda regla, intolerante y totalitaria. Se puede prohibir fumar en locales públicos para proteger a los no fumadores. Hasta aqui no cabe discusión alguna. Sin embargo, hay locales en los que se podría elegir entrar o nó. Por ejemplo: En determinado establecimiento se habilita una zona aislada del resto de no fumadores y se respeta a unos y otros. Aún así podría haber locales en los que se podía permitir fumar y otros en los que se podía prohibir a voluntad del propietario. El no fumador tendría la posibilidad de entrar en locales donde no se permitiera fumar y viceversa si se trataba de un fumador. Lo que no es lógico es imponer prohibiciones que son discriminatorias. Se puede legislar sin que se discrimine ni al fumador ni al no fumador.
La legislación que hay en España sobre el tabaco no sé cual es exactamente, pero supongo que será parecida a la de Uruguay; en donde el Presidente Dr. Tabaré Vázquez (oncólogo) había aprobado esta ley:
En este caso me veo obligado a aplaudir a los zurdos, porque el tabaco hace mal a la salud y la idea de esta ley es justamente combatir el consumo de tabaco, desincentivarlo, hacerlo que sea algo mal visto.Cita:
Publicada D.O. 10 mar/008 - Nº 27442
Ley Nº 18.256
CONTROL DEL TABAQUISMO
NORMAS
El Senado y la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, reunidos en Asamblea General,
DECRETAN:
CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1º. (Principio general).- Todas las personas tienen derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud, al mejoramiento en todos los aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente, así como a la prevención, tratamiento y rehabilitación de enfermedades, de conformidad con lo dispuesto en diversos convenios, pactos, declaraciones, protocolos, y convenciones internacionales ratificados por ley.
Artículo 2º. (Objeto).- La presente ley es de orden público y su objeto es proteger a los habitantes del país de las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco.
A tal efecto, se disponen las medidas tendientes al control del tabaco, a fin de reducir de manera continua y sustancial la prevalencia de su consumo y la exposición al humo del mismo, de acuerdo a lo dispuesto por el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, ratificado por la Ley Nº 17.793, de 16 de julio de 2004.
CAPÍTULO II
MEDIDAS RELACIONADAS CON LA
REDUCCIÓN DE LA DEMANDA DE TABACO
Artículo 3º. (Protección de espacios).- Prohíbese fumar o mantener encendidos productos de tabaco en:
A) Espacios cerrados que sean un lugar de uso público.
B) Espacios cerrados que sean un lugar de trabajo.
C) Espacios cerrados o abiertos, públicos o privados, que correspondan a dependencias de:
i. Establecimientos sanitarios e instituciones del área de la salud de cualquier tipo o naturaleza.
ii. Centros de enseñanza e instituciones en las que se realice práctica docente en cualquiera de sus formas. Artículo 4º. (Sujetos obligados).- El propietario o quien tenga la explotación o titularidad u obtenga algún provecho del uso de los espacios comprendidos en el artículo 3º de la presente ley, según su naturaleza jurídica y en lo que corresponda, deberá adoptar todas las medidas necesarias para su efectivo cumplimiento.
A tales efectos, los establecimientos comprendidos en el precitado artículo estarán obligados a la colocación de avisos alusivos, comprensibles, en idioma español, que podrán o no contener imágenes y que contengan la leyenda "Prohibido fumar, ambiente 100% libre de humo de tabaco". Asimismo estará prohibida en dichos establecimientos la existencia en su interior de ceniceros o elementos de uso similar.
Artículo 5º. (Contenido y emisiones).- Autorízase al Ministerio de Salud Pública la adopción de las directrices que, sobre el análisis y la medición del contenido y las emisiones de productos de tabaco y la reglamentación de esos contenidos y emisiones, se recomiende por la Conferencia de las Partes, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 9 del Convenio Marco precitado.
Artículo 6º. (Información).- Los fabricantes e importadores de productos de tabaco deberán dar cuenta al Ministerio de Salud Pública, en las condiciones que establezca la reglamentación, de toda información que se juzgue necesaria relativa al contenido y a las emisiones de los productos de tabaco.
Los fabricantes e importadores de productos de tabaco que se expendan en el país, quedan obligados a divulgar cada tres meses, en los principales medios de comunicación, de acuerdo a lo que establezca la reglamentación, la información relativa a los componentes tóxicos de los productos de tabaco y de las emisiones que éstos pueden producir.
La reglamentación dictada por el Poder Ejecutivo, en base a las directrices que al respecto recomiende la Conferencia de las Partes (artículo 9 del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud - OMS), establecerá las normas sobre difusión de la información referida a los aditivos y sustancias incorporadas al tabaco, así como respecto a sus efectos en la salud de los consumidores. Asimismo, podrá prohibir el uso de los aditivos o sustancias que aumenten el daño o riesgo del consumidor de dichos productos.
Artículo 7º. (Publicidad, promoción y patrocinio).- Prohíbese toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de los productos de tabaco por los diversos medios de comunicación: radio, televisión, diarios, vía pública u otros medios impresos.
Se exceptúa de lo dispuesto en el inciso anterior a los locales donde se expendan estos productos. El decreto reglamentario establecerá las condiciones de los espacios disponibles a esos efectos como, asimismo, de la información del Ministerio de Salud Pública que advierta sobre el perjuicio causado por el consumo y por el humo de los productos de tabaco.
La prohibición dispuesta en el inciso primero comprende el patrocinio de actividades nacionales o internacionales, culturales, deportivas o de cualquier otra índole, o de participantes de las mismas, por parte de la industria tabacalera.
Artículo 8º. (Empaquetado y etiquetado).- Queda prohibido que en los paquetes y etiquetas de los productos de tabaco se promocionen los mismos de manera falsa, equívoca o engañosa o que pueda inducir a error con respecto a sus características, efectos para la salud, riesgos o emisiones.
Asimismo, queda prohibido el empleo de términos, elementos descriptivos, marcas de fábrica o de comercio, signos figurativos o de otra clase que tengan el efecto directo o indirecto de crear la falsa impresión de que un determinado producto de tabaco es menos nocivo que otros.
Artículo 9º. (Advertencias sanitarias).- En todos los paquetes y envases de productos de tabaco y en todo empaquetado y etiquetado externo de los mismos, deberán figurar advertencias sanitarias e imágenes o pictogramas, que describan los efectos nocivos del consumo de tabaco u otros mensajes apropiados. Tales advertencias y mensajes deberán ser aprobados por el Ministerio de Salud Pública, serán claros, visibles, legibles y ocuparán por lo menos el 50% (cincuenta por ciento) de las superficies totales principales expuestas. Estas advertencias deberán modificarse periódicamente de acuerdo a lo establecido por la reglamentación.
Todos los paquetes y envases de productos de tabaco y todo empaquetado y etiquetado externos de los mismos, además de las advertencias especificadas en el inciso anterior, contendrán información de la totalidad de los componentes de los productos de tabaco y de sus emisiones, de conformidad con lo dispuesto por el Ministerio de Salud Pública.
Artículo 10. (Promoción).- El Poder Ejecutivo deberá diseñar, ejecutar y evaluar los diversos programas, proyectos y campañas contra el consumo de tabaco.
Los servicios de salud públicos y privados incorporarán el diagnóstico y el tratamiento de la dependencia del tabaco en sus programas, planes y estrategias nacionales de atención primaria de la salud, promoviendo los tratamientos de rehabilitación y dependencia. Asimismo, deberán publicar adecuadamente los servicios básicos disponibles para el tratamiento a la dependencia del tabaco, incluyendo los productos farmacéuticos, sean éstos medicamentos, productos usados para administrar medicamentos y medios diagnósticos cuando así proceda.
CAPÍTULO III
MEDIDAS RELACIONADAS CON LA
REDUCCIÓN DE LA OFERTA DE TABACO
Artículo 11. (Prohibiciones).- Queda prohibido:
A) La venta de productos de tabaco a menores y por menores de dieciocho años de edad. Tal prohibición deberá constar en un aviso destacado y claro, tanto en el interior como en el exterior del local. Cuando se tengan dudas respecto a la edad del comprador de estos productos, se deberá solicitar la acreditación correspondiente a través del documento de identidad.
B) La comercialización de productos de tabaco a través de máquinas expendedoras.
C) La venta de cigarrillos sueltos o en paquetes de cigarrillos que contengan menos de 10 (diez) unidades.
D) La distribución gratuita de productos de tabaco. Artículo 12. (Implementación).- El Poder Ejecutivo dispondrá los recursos humanos y materiales necesarios para propender a la eliminación de todas las formas de comercio ilícito de productos de tabaco.
En tal sentido, dispondrá las medidas apropiadas para garantizar que todos los cigarrillos y productos de tabaco falsificados o de contrabando y todo equipo de fabricación de éstos que se haya decomisado, se destruyan aplicando, cuando sea factible, métodos inocuos para el medio ambiente.
Asimismo, adoptará y aplicará las medidas que sean necesarias para vigilar, documentar y controlar el almacenamiento y la distribución de productos de tabaco que se encuentren o se desplacen dentro del territorio nacional, en régimen de suspensión de impuestos o derechos aduaneros.
CAPÍTULO IV
COOPERACIÓN TÉCNICA Y CIENTÍFICA
Y COMUNICACIÓN DE INFORMACIÓN
Artículo 13. (Cooperación).- Cométese al Ministerio de Salud Pública el cumplimiento de lo dispuesto en los artículos 20, 21 y 22 del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, ratificado por la Ley Nº 17.793, de 16 de julio de 2004.
CAPÍTULO V
FISCALIZACIÓN, INFRACCIONES Y SANCIONES
Artículo 14. (Fiscalización).- El Ministerio de Salud Pública en el ejercicio de las atribuciones conferidas por su Ley Orgánica Nº 9.202, de 12 de enero de 1934, controlará, a través de los diferentes cuerpos inspectivos que se designen al efecto, el cumplimiento de esta ley y estará facultado para la aplicación de sanciones cuando constate violaciones a la misma.
Serán sus cometidos:
A) Elaborar un informe anual sobre la situación, aplicación, resultados y cumplimiento de esta ley.
B) Llevar un "Registro de Infractores", cuyo cometido será registrar, procesar y documentar los datos identificatorios de los infractores y de las sanciones aplicadas. Artículo 15. (Infracciones).- A los efectos de esta ley, constituyen infracciones toda acción u omisión en su cumplimiento. Asimismo, quienes permitan, fomenten o toleren alguna de estas conductas, sean particulares o autoridades públicas, se considerarán infractores en lo que correspondiere.
El Poder Ejecutivo dictará las reglas de procedimiento para el adecuado cumplimiento de este capítulo.
Artículo 16. (Sanciones).- Las infracciones según su gravedad serán objeto de las siguientes sanciones:
A) Apercibimiento.
B) Multa, que se regulará entre las 10.000 a 100.000 UI (diez mil a cien mil unidades indexadas).
C) Clausura temporal. Artículo 17. (Faltas graves).- Constituyen faltas graves el incumplimiento, de cualquier modo, de las obligaciones dispuestas en los artículos 7º, 8º, 9º, 11 y 12 de la presente ley.
Artículo 18. (Sujeto pasible).- De las infracciones previstas en esta ley es responsable su autor, en lo que correspondiere.
Artículo 19. (Agravantes).- Constituyen circunstancias agravantes:
A) La acumulación de más de dos infracciones.
B) La venta o entrega a personas o por personas menores de dieciocho años de productos de tabaco o productos que lo imiten e induzcan a consumir los mismos.
C) Fumar en lugares de concurrencia habitual de niños, gestantes o personas con patologías de alto riesgo a la exposición del humo de tabaco. Artículo 20. (Sanciones a las faltas graves).- Facúltase al Ministerio de Salud Pública a promover, ante los órganos jurisdiccionales competentes, la clausura, por hasta un lapso de cinco días corridos, de los espacios referidos en el artículo 3º de la presente ley, en los cuales se comprobare que se permite, fomenta o tolera de manera pertinaz, la violación de los deberes y obligaciones establecidos por los artículos 4º, 7º, 8º, 9º, 11 y 12 de la presente ley, de conformidad con lo dispuesto en los literales siguientes:
A) La clausura deberá decretarse dentro de los diez días hábiles siguientes a aquél en que la hubiere solicitado el Ministerio de Salud Pública, quedando éste habilitado a disponer por sí la clausura si el Juez no se pronunciare dentro de dicho término.
En este último caso, si el Juez denegare posteriormente la clausura, ésta deberá levantarse de inmediato por el Ministerio de Salud Pública.
B) Los recursos que se interpongan contra la resolución judicial que hiciere lugar a la clausura, no tendrán efecto suspensivo.
C) Para hacer cumplir su resolución, el Ministerio de Salud Pública podrá requerir el auxilio de la fuerza pública.
D) En caso de reincidencia, el Ministerio de Salud Pública podrá solicitar clausuras de hasta treinta días corridos, no pudiendo disponerlas en ausencia de fallo judicial, sino hasta por el máximo de diez días corridos. Artículo 21. (Otras medidas).- Podrán adoptarse además de las sanciones dispuestas en los artículos precedentes las siguientes medidas:
A) El precinto, el depósito o la incautación de los productos de tabaco.
B) Advertir al público de la existencia de las conductas infractoras. Artículo 22. (Destino de las multas).- La recaudación por concepto de multas será administrada por el Ministerio de Salud Pública y se destinará a lo siguiente:
A) 50% (cincuenta por ciento) al programa prioritario "Control de Tabaco" del Ministerio de Salud Pública.
B) 30% (treinta por ciento) a las Intendencias Municipales, que se asignará según los cometidos establecidos en el artículo 6º de la Ley Nº 9.202, de 12 de enero de 1934 y en el numeral 24 del artículo 35 y en el artículo 36 de la Ley Nº 9.515, de 28 de octubre de 1935, así como a programas específicos que los Gobiernos Departamentales instrumenten en cumplimiento de los preceptos fundamentales de la presente ley.
C) 10% (diez por ciento) a las asociaciones de enfermos portadores de patologías directamente vinculadas al tabaquismo.
D) 10% (diez por ciento) a asociaciones, instituciones u organismos que por su naturaleza nucleen a personas que trabajen con el exclusivo fin de coadyuvar en el cumplimiento de los preceptos fundamentales de la presente ley. La reglamentación establecerá las condiciones exigibles a las entidades mencionadas en los literales C) y D).
CAPÍTULO VI
DISPOSICIONES FINALES
Artículo 23. (Interpretación).- En la interpretación de las disposiciones de esta ley, con la finalidad de proteger por igual a todos los grupos de población de la exposición al humo de tabaco, prevalecerá el derecho a la protección de la salud colectiva.
Artículo 24. (Reglamentación).- El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley en un plazo de noventa días contados desde la fecha de su promulgación.
Artículo 25. (Derogaciones).- Deróganse las siguientes disposiciones legales: decreto-ley Nº 15.361, de 24 de diciembre de 1982, decreto-ley Nº 15.656, de 25 de octubre de 1984, y Ley Nº 17.714, de 28 de noviembre de 2003.
Sala de Sesiones de la Cámara de Representantes, en Montevideo, a 29 de febrero de 2008.
ENRIQUE PINTADO,
Presidente.
Marti Dalgalarrondo Añón,
Secretario.
MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA
MINISTERIO DEL INTERIOR
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA
MINISTERIO DE TRANSPORTE Y OBRAS PÚBLICAS
MINISTERIO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y MINERÍA
MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL
MINISTERIO DE GANADERÍA, AGRICULTURA Y PESCA
MINISTERIO DE TURISMO Y DEPORTE
MINISTERIO DE VIVIENDA, ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE
MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL
Montevideo, 6 de marzo de 2008.
Cúmplase, acúsese recibo, comuníquese, publíquese e insértese en el Registro Nacional de Leyes y Decretos.
TABARÉ VÁZQUEZ.
MARÍA JULIA MUÑOZ.
DAISY TOURNÉ.
GONZALO FERNÁNDEZ.
DANILO ASTORI.
JOSÉ BAYARDI.
MARÍA SIMÓN.
VICTOR ROSSI.
DANIEL MARTÍNEZ.
EDUARDO BONOMI.
ERNESTO AGAZZI.
HÉCTOR LESCANO.
CARLOS COLACCE.
MARINA ARISMENDI.
Soy consciente de que es algo contradictorio que hace la izquierda (porque mientras prohíbe el tabaco, promueve la marihuana); y que no pasa de propaganda para hacerse la buena, pero no voy a dejar de estar de acuerdo con algo que está bien, sólo porque no me gustan los "progresistas" y no esté de acuerdo con el resto de sus ideas. Lo bueno yo lo aplaudo y considero que la solución final (obviamente que hay que hacerlo de forma paulatina y no bruscamente) es prohibir completamente al tabaco (claro, que soy consciente que esa no es la idea de la izquierda; pero sí la mía). ¿Por qué no?
Yo estoy en contra. Pienso que ya estaba bien con que hubiera dos zonas en los bares, restaurantes, etc... una para no fumadores y otra para fumadores. En aquellos bares demasiado pequeños para tener dos zonas habilitadas basta con tener buena educación y cortesía y preguntar a los demás si les molesta que fume.
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
Totalmente a favor. El tabaco es una droga y un vicio estupido. Cada uno tiene derecho a drogarse y hacer estupideces pero no a que los demas se tengan que envenenar con esa droga ni pagar las estupideces de los demas. Yo no tengo por que llegar a casa oliendo a tabaco por que las multinacionales tabaqueras de EEUU han estado engañanado a la sociedad con su estupida y asquerosa droga.
Mi voto ha sido negativo, si bien recomiendo no fumar y no hacer fumar a los no fumadores. Pero he votado en contra porque es una ley represiva que afecta a las libertades individuales, libertades que no han sido enseñadas a la ciudadanía sobre qué parte de ellas se corresponden a derechos y qué parte a obligaciones. Cualquier persona tiene el derecho individual a ser fumador o a no serlo, pero en ambos casos debe de estar muy bien delimitado el espacio en el que se puede fumar y aquél en el que no. De dicho modo, también forma parte de la libertad del profesional de la hostelería decidir si en su local se fuma o no se fuma. Ya tiene un derecho reconocido de admisión, por tanto y por extensión, debería poder "admitir" al fumador o no admitirlo, según su criterio pues para eso el local correspondiente es suyo y paga los debidos impuestos, pero siempre advirtiendo en lugar bien visible la situación: "bar, restaurante, pub, etc., para fumadores" o bien "bar, restaurante, pub, etc., en el que NO se puede fumar". Estos son aspectos sociales que también se pueden ampliar al efecto estético que produce ver a alguien fumando, pero no se puede perseguir al fumador, se le puede hablar y recomendar que lo deje, pero siempre desde el respeto hacia su persona y la consideración hacia la dependencia que tiene.
Respecto a otras consideraciones, es droga, sí lo es, pero no es peor que el alcoholismo de efectos mucho más destructivos para quien lo padece y para la sociedad. A un fumador se le puede tolerar en casa o en el trabajo, pero a un alcohólico que no pone remedio a su situación no. Tampoco es peor que otras drogas que alteran la personalidad, que anulan al sujeto o, literalmente, lo destruyen. Por ello, no se pueden cargar las tintas contra los fumadores tal y como se ha procedido, es absolutamente discriminatorio y la pregunta es ¿por qué no se persigue el tráfico y consumo de drogas duras en la misma proporción y medida? Se realizan muchas operaciones policiales, es verdad, pero porque dicho tráfico no pasa por Hacienda. En cambio, es absurdo perseguir el consumo de tabaco y cobrar muchos dividendos a la par. Eso se llama hipocresía política.
Ahora bien, fumar es, en efecto, algo tonto, sucio e insano además de caro. Yo fui fumador hasta hace 9 años. Un día me levanté con un gripazo de los que te dejan hecho unos zorros y me pasé una semana en cama. Por supuesto en esos días el tabaco ni olerlo hasta que pude volver a respirar. Es entonces cuando tome la decisión "de probar" de intentar ver "qué pasaba si no encendía un cigarrillo" ¡y funcionó!
Tenía una idea muy clara de que no pensaba sufrir el síndrome de abstinencia y para ello guardaba una cajetilla sin abrir en un cajón. Si era preciso encendería un cigarro o diez, pero si no lo era allí se quedaría. Mientras tanto seguí gastando el dinero de cajetilla y media diaria, pero lo acumulaba primero en una hucha y cuando acumulaba cierta cantidad, compraba "aquello que nunca había podido con anterioridad..." y hay que ver cuántas pequeñas cosas se pueden comprar así. De ese modo llegué a cumplir un año sin tabaco, al principio había tenido momentos duros, pero entonces venían en mi ayuda --involuntaria e inconscientemente-- los fumadores que pillaba por ahí. Iba por la calle y me entraban ganas de fumar, veía a alguien con el cigarrillo dando bocanadas y con todo el disimulo me acercaba para olfatear el humo... ¡¡¡ qué horror !!! :nopuedeser: ¡cómo apestaba! y se me quitaban las ganas, auténtico, se me pasaban como por encanto. Pues bien, me di cuenta de que había llegado el momento de la gran prueba, de afianzar en serio la nueva situación de ex-fumador. Solicité un crédito a un Banco y con el dinero que hasta un año atrás gastaba en tabaco mensualmente me compré un coche. En realidad tenía que añadir algo a los vencimientos, pero con el dinero que tiraba, quemaba, antes podía pagar alrededor del 70% de cada plazo. Así se me planteó la situación de que "o coche o tabaco" Naturalmente elegí el coche, pues éste además era uno de esos caprichos que nunca había podido soñar con tener sólo con mi sueldo de docente. Hoy lo tengo entre algodones en el garage, lo uso "los domingos" :D y lo saco a pasear, también lo disfruto en viajes, excursiones, cenas, bodas, comuniones y, ocasionalmente, por el sencillo capricho de conducirlo.
Han transcurrido 9 años, el coche quedó totalmente pagado, no me queda ni un gramo de ganas de fumar otra vez, lo logré sin traumas y sin especiales dificultades, no he vuelto a tener una gripe, casi ni un catarro, no me acuerdo lo que es toser, estoy aguantando la crisis porque no tiro el dinero, me gusta pasear y me gusta pedalear con la bici, no me fatigo ni me agoto, mis pulsaciones bajaron de estar entre 80 y 90 a 60 ó 65 habitualmente, recuperé mi olfato, recuperé mi sentido del gusto...¡una maravilla! Pues aún así no soy partidario de perseguir a nadie por ser fumador, por eso estoy en contra de una ley totalitaria, vergonzante, humillante, persecutora e injusta. A la persona que no tenga fuerza de voluntad para dejar ese vicio hay que ayudarla y si se tarda diez años en conseguirlo, como si son veinte.
Tu nota es una melange de apreciaciones acerca de la ley antitabaco que me tienen confundido, cuando se prohibe el fumar
los autores de la ley intentan protegernos y proteger a quienes nos rodean pues nuestra adicción nos enferma y enferma,
a los demás no se en nombre de que libertad hablas, pues pareces atacar la ley y luego la defiendes, creo que tienes una confusión enorme al respecto.
No tiene nada que ver con las libertades individuales el perjudicar a los demás. Fui un gran fumador,- cuatro paquetes por
día y un gran bebedor,- 1 litro de whisky por día,- por suerte Dios me iluminó y no fumo desde el 9 de marzo de 1996 y no bebo desde el 20 de enero de 2003, nunca fui un bebedor violento solo me dormía en cualquier lado y pasaba vergüenza
y mi familia también. Por culpa del cigarrillo tengo un hijo asmático y yo tengo Epoc y debo usar una mascara para poder
respirar mientras duermo, como verás tengo algún conocimiento sobre el tema.
No me quejo ya aprendí que la mala vida se paga.Piensa un poco en esto y créeme deseo de corazón que ayudes en la
medida de tus posibilidades a lograr cada día un fumador menos.
Sinceramente te felicito por haber superado tus problemas tan serios, pero veo que no conoces ni la ley, ni la problemática planteada a raíz de su promulgación, acá en España. Se trata de una ley española, no americana. Por ello, te puedo decir que yo no planteo cuestiones contradictorias, y no ataco ni defiendo la ley, ni por momentos, ni por partes. Básicamente se trata de dos cuestiones diferenciadas: no a esa ley impuesta y totalitaria, desconoces los términos y las situaciones que se han producido en España a raíz de su entrada en vigor; y, si al diálogo social entre la gente afectada de un lado y de otro, y, si a la libertad de cada uno a la hora de determinar cómo enfocar el problema.
Por supuesto, tal como dije, también conozco lo que es fumar, lo estuve haciendo durante muchos años. No en la medida de 4 cajetillas al día, eso lo hacía mi padre hasta que a los 48 años le dio un infarto de miocardio y cuando lo tuvo se dio la circunstancia de que había un ambulatorio muy próximo, eso le salvó la vida. Pero también he conocido unos cuantos casos de gente que afirman que les gusta fumar y quieren que se les respeten unos espacios determinados, pues a la hora de pagar impuestos el Estado no pregunta a nadie y todos a contribuir. Y también ha habido no una, sino dos leyes consecutivas al respecto, siendo la primera más lógica y más societaria. A los establecimientos de hostelería se les obligó a introducir una serie de adaptaciones en sus locales para que hubiera espacios sin humo y otros para fumadores. Fueron inversiones muy serias a las que estuvieron obligados para que, poco tiempo después, se les prohibiese totalmente permitir la presencia de fumadores. Resulta patético y ridículo ver grupos de gente en las calles, a las puertas de las oficinas, de los bares, restaurantes o de cualquier otro lugar, fumando como desesperados y los suelos llenos de colillas, lo que resulta antihigiénico y una auténtica porquería. Es absurdo que una persona que esté tomando un café o una copa en un bar con unos amigos tenga que salir a la calle a fumar un cigarrillo, mientras el grupo espera a que vuelva. Más absurdo es todavía que estos casos se están dando entre parejas.
Y esto no afecta a unos cuantos, sino a millones de ciudadanos en todo el país. Aparte, el Estado tiene la exclusividad de que haya establecimiento autorizados para vender tabaco, parte de ellos públicos, mientras se prohíbe su consumo en esos mismos establecimientos. Por otra parte, resulta de una enorme hipocresía que ese mismo Estado persiga al fumador y no encuentre argumento objetivo para prohibir el consumo porque cobra impuestos por dicho consumo. Así que entonces ¿de qué me estás hablando? Las causas de tus problemas probablemente no habrán tenido nada que ver con lo que aquí se está tratando, otra cuestión es que quieras iniciar un tema sobre las consecuencias de fumar y beber de forma inmoderada, del cómo se puede llegar a situaciones dramáticas que derivan en una total anulación de las personas. Pero, como digo, ese es otro tema.
Saludos.
La Ley antitabaco es buena la haya promulgado un gobierno socialista, de derechas, tradicionalista o quien sea. Es mas la veo incluso insuficiente. Independientemente de la ideologia de la persona que fuma, el humo del tabaco es puro veneno con un olor repugnante. Yo he decidido libremente no fumar y no quiero fumar ni mi tabaco ni el de los demas. La educación y el respeto hacia los demás en este país ha caido a un nivel bajisimo; como el fumador y el no fumador no piensa para nada en los demas deben de haber leyes para que haya un minimo respeto, aunque sea a base de sanciones
Esa ley es una hipocresía y una salvajada, la promulgue quien la promulgue. Yo no fumo, el olor es terrible, pero yo no fumo lo que fuman los demás, eso por principio físico. Cuando se fuma el aire que entra por el cigarrillo va a cientos de grados, el llamado "fumador pasivo" no recibe ese impacto; parte de las sustancias --incluidas las adictivas--, se quedan en el sistema respiratorio del fumador, luego no las "fuma-recibe" el fumador pasivo; la "peste" del tabaco se queda en la ropa del fumador, pero no en la del fumador pasivo a no ser que esté un buen rato en un lugar invadido de humo.
Yo no he referido en ninguno de mis mensajes anteriores indicación alguna a la ideología del legislador, sólo al hecho de que se ha promulgado a favor de una parte de la población en contra de otra parte, y todos pagan impuestos, y todos tienen derecho a opinar, y se tiene que buscar un punto de consenso, eso es la educación y el respeto en este asunto y hay soluciones intermedias, lo que no hay es voluntad de aplicarlas, y ya que se menciona la ideología, sí, en efecto, se nota que es totalitaria, es decir, muy marxista. Y, ya que se toca este tema, también podemos comentar los pésimos modales y la pésima y lamentable educación que hay en este país en todo afectando a todos y cada uno de los ámbitos políticos, sociales y económicos.
Eso no es así, la nicotina sólo la recibe el fumador, pero las sustancias cancerígenas las reciben tanto el que fuma como el que se traga el humo que echa el fumador. Y en lo que se refiere al pestazo, es suficiente estar 5 minutos en un local donde haya fumadores para que se te pegue sin remedio.
Fumar debería quedar como una actividad excepcional, como lo puede ser beber una copa. Pero fumar como hábito diario (o en el caso de alguno, horario), igual que beber todos los días a todas horas, debe pasar a ser considerado algo enfermizo.
Mientras tanto, está bien que el humo sólo lo tenga que sufrir el que lo produce.
Ami no me gusta Fumar, ni estar en un lugar con fumadores, se me hace una falta de respeto.
¿Pero quien es el estado para decirle al propietario de un bar o un restaurante si él deja o no deja fumar tabaco en su establecimiento?. ¿Es que acaso el tabaco es una sustancia prohibida?, ¿o es una articulo sobre la cual ese mismo estado no se enriquece friéndole a impuestos?. La respuesta es sencilla.... Y también es sencillo decirle a alguien al que no le guste el humo del tabaco que, con no entrar nunca jamás en ese establecimiento, el asunto estaría arreglado por su parte. Y si el estado piensa que el tabaco es tan nocivo.. con prohibirlo (y dejar de embolsarse el dinero que gana con sus impuestos), también el asunto estaría arreglado. Y ya lo iríamos a comprar, los que quisiéramos al mercado negro.. (total, para tener que fumárnoslo casi a escondidas... ¿qué diferencia habría). Y total si el dinero que ahora le pagamos al estado vía impuestos se lo pagaríamos a las mafias que nos lo vendieran, ¿qué diferencia habría entre éstas y nuestros gobiernos?. Al fin y al cabo... con unos gobiernos tan inhumanos como criminales que promueven y pagan con dinero público algo tan abominable como el crimen del aborto, para mi ya se han convertido en una vulgar y detestable banda de asesinos. Y si la mafia que nos vendiera el tabaco su único crimen fuera el de hacer contrabando con esa sustancia, y nada mas.... pues... ¿qué banda de malhechores serían los peores?.
Un saludo
Yo quiero agregar otra cosa, esta muy documentado lo dañino que es fumar, causa cancér, efisema, y otras cosas horribles, yo creo que todos los que nos llamamos hijos de Dios, o dicen pertenecer alguna Iglesia como la Cátolica, deberían de dejar de fumar, ya que la Biblia señala, que nuestro cuerpo es templo del espiritu santo,y debemos de cuidarlo y honrarlo.
Necesitamos pedirle a Dios sabiduría, y tener más coherencia, con lo que decimos creer y respetar y nuestras acciones. :no2:
Entrar para tomar algo en un bar a veces es muy molesto por el humo,pero también es molesto ver la gente beber sin moderación y armando jaleos,cosa que el tabaco no provoca,así que si miran tanto la salud del ciudadano que también quiten el alcohol.
Yo no fumo ni bebo alcohol, pero pienso que prohibir el alcohol está mal, porque sería como prohibir el café, el mate, el chocolate o el té.
El tabaco es mucho más dañino que el alcohol, por eso hay que prohibirlo, como las demás drogas nocivas.
El alcohol sólo es dañino cuando se lo ingiere en exceso; un poco, de hecho puede ser bueno.
Cierto que pequeñas cantidades de alcohol son recomendables,que una copa en un bar no hace daño,pero el alcohol también tiene su grado de adicción y es bien sabido el mal que causa en mucha gente.El tabaco por si mismo no incita a la violencia,en tanto el alcohol,y se ve a diario en las calles con los botellones,causa violencia y molestias a los demás.
En Inglaterra por ejemplo, tienen que cerrar pubs de siglos de tradición por culpa del alcohol. Una pena.
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Cita:
Movimiento antitabaco en la Alemania nazi
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La Alemania nazi inició un fuerte movimiento antitabaco,1 después de que los médicos alemanes fueran los primeros en identificar la relación entre fumar y cáncer de pulmón.2 3 Este descubrimiento llevó a la primera campaña pública antitabaco de la historia moderna.4
Los movimientos antitabaco crecieron en muchos países desde inicios del siglo XX,5 6 pero tuvieron poco éxito, excepto en Alemania, donde la campaña fue apoyada por el gobierno tras la llegada de los nazis al poder.5 Fue el movimiento antitabaco más poderoso en el mundo durante los años 1930 e inicios de los 40.7 La dirigencia del Partido Nacional Socialista condenó el acto de fumar8 y varios de los líderes nazis criticaron abiertamente el consumo de tabaco.7 La investigación sobre el tabaco y sus efectos en la salud prosperó bajo el régimen nazi9 y fue la más importante de este tipo para la época.10 La aversión personal de Adolf Hitler hacia el tabaco11 y las políticas reproductivas de la Alemania nazi fueron algunos de los factores motivadores detrás de esta campaña contra el tabaco, que estuvo asociada tanto con el antisemitismo como con el racismo.12
La campaña antitabaco nazi incluyó la prohibición de fumar en tranvías, buses y trenes urbanos.7 Asimismo, promovió la educación sanitaria,13 limitó las raciones de cigarrillos en la Wehrmacht, organizó conferencias médicas para los soldados y aumentó el impuesto al tabaco.7 Los nazis también establecieron restricciones a la publicidad del tabaco y a fumar en espacios públicos, restaurantes y cafeterías.7 El movimiento antitabaco no tuvo gran efecto en los primeros años del régimen nazi y el uso del tabaco se incrementó entre 1933 y 1939,14 pero su uso por parte de personal militar declinó de 1939 a 1945.15 Incluso para fines del siglo XX, el movimiento antitabaco en la Alemania de la posguerra no ha alcanzado la influencia de la campaña antitabaco nazi.14
Preludio
Contenido
Existía un movimiento antitabaco en Alemania a inicios del siglo XX, por el cual se organizó el primer grupo antitabaco en el país denominado Deutscher Tabakgegnerverein zum Schutze der Nichtraucher (Asociación alemana contra el tabaco para la protección de los no fumadores). Establecida en 1904, esta organización existió solo por un breve período. La siguiente organización antitabaco, la Bund Deutscher Tabakgegner (Federación alemana de opositores al tabaco) fue establecida en 1910 en Trauntenau, Bohemia. En 1912, se fundaron otras organizaciones antitabaco en las ciudades de Hanóver y Dresde. En 1920, se formó una Bund Deutscher Tabakgegner in der Tschechoslowakei (Federación alemana de opositores al tabaco en Checoslovaquia) en Praga, luego de que Checoslovaquia fuera separada de Austria al final de la Primera Guerra Mundial. Asimismo, en 1920, se estableció en Graz la Bund Deutscher Tabakgegner in Deutschösterreich (Federación alemana de opositores al tabaco en la Austria Alemana).16
Estos grupos publicaron revistas que abogaban contra el uso del tabaco. La primera de tales revistas en idioma alemán fue Der Tabakgegner (El opositor al tabaco), publicada por la organización bohemia entre 1912 y 1932. El Deutsche Tabakgegner (Opositor alemán al tabaco) fue publicado en Dresde de 1919 a 1935 y fue la segunda revista sobre este tema.17 Las organizaciones antitabaco también estaban en contra del consumo de bebidas alcohólicas.18
Razones
Actitud de Hitler hacia el tabaco
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Hitler alentó a sus colaboradores más cercanos a dejar de fumar.
Adolf Hitler era un gran fumador en su vida temprana: solía fumar entre 25 y 40 cigarrillos por día; pero dejó el hábito al concluir que era un derroche de dinero.11 En años posteriores, Hitler consideró el hábito de fumar como «decadente»15 y «la ira de los pieles rojas contra el hombre blanco, en venganza por haberles dado licores fuertes»;11 por ello, lamentaba que «se hayan perdido tantos hombres excelentes por envenenamiento con el tabaco».19 No estaba contento con que tanto Eva Braun como Martin Bormann fueran fumadores y estaba preocupado por el hábito frecuente de Hermann Göring de fumar en lugares públicos. Se molestó cuando fue encargada una estatua que retrataba a Göring fumando un cigarro.11 A menudo, Hitler es considerado el primer líder nacional en abogar en contra de fumar.20
Hitler desaprobó la libertad del personal militar de fumar y, durante la Segunda Guerra Mundial, el 2 de marzo de 1942, dijo que «fue un error, rastreable a la dirigencia del ejército de la época, al inicio de la guerra». También sostuvo que «no era correcto decir que un soldado no podía vivir sin fumar». Prometió poner fin al uso del tabaco en el ejército tras el fin de la guerra. Hitler, personalmente, incentivó a algunos amigos cercanos a no fumar y premió a aquellos que dejaron de hacerlo; sin embargo, la aversión personal de Hitler hacia el tabaco fue solo uno de varios catalizadores detrás de la campaña antitabaco.11
Políticas reproductivas
Las políticas nazis reproductivas fueron un factor significativo detrás de la campaña antitabaco.21 Se consideraba que las mujeres que fumaban eran más vulnerables a padecer envejecimiento prematuro y pérdida de atractivo físico; eran vistas como inadecuadas para ser esposas y madres en una familia alemana. Werner Huttig de la Oficina de Política Racial (Rassenpolitisches Amt) del Partido Nazi dijo que la leche materna de una fumadora contenía nicotina,22 una afirmación que se demostró correcta en investigaciones modernas.23 24 25 26
Martin Staemmler, un médico prominente durante el Tercer Reich, opinaba que las mujeres embarazadas que fumaban tenía una alta tasa de abortos espontáneos y aumentaban la posibilidad de dar a luz niños muertos. Esta opinión fue respaldada por una conocida higienista racial, Agnes Bluhm, cuyo libro publicado en 1936 expresaba la misma postura. La dirigencia nazi estaba preocupada por este tema debido a que quería que las mujeres alemanas fueran lo más fértiles posible. Un artículo publicado en una revista alemana de ginecología en 1943 sostenía que las mujeres que fumaban más de tres cigarrillos por día presentaban más posibilidades de no tener hijos, comparadas con las mujeres no-fumadoras.27
Investigación
La investigación y los estudios sobre los efectos del tabaco en la salud de la población estaban más avanzados en Alemania que en cualquier otra parte del mundo, para cuando los nazis llegaron al poder.7 La relación entre cáncer de pulmón y el tabaco fue probada en primer lugar en la Alemania Nazi,19 28 29 al contrario de la creencia popular que los científicos estadounidenses y británicos fueron los primeros en descubrirla en los años 1950.19 El término «fumador pasivo» (Passivrauchen) fue acuñado en la Alemania Nazi.4 Los proyectos de investigación financiados por los nazis revelaron que fumar tenía muchos efectos desastrosos para la salud.30 La Alemania nazi promovió la investigación epidemiológica sobre los efectos nocivos del uso del tabaco.1 Hitler en persona otorgó apoyo financiero al Wissenschaftliches Institut zur Erforschung der Tabakgefahren (Instituto científico para el estudio de los peligros del tabaco) en la Universidad de Jena, dirigido por Karl Astel.15 31 Fundado en 1941, fue el instituto antitabaco más importante de la Alemania nazi.31
Franz H. Müller en 1939 y E. Schairer en 1943 usaron por primera vez los métodos epidemiológicos de caso-control para estudiar el cáncer de pulmón entre los fumadores.15 En 1939, Müller publicó un informe en una reputada revista sobre cáncer en Alemania, en el cual sostuvo que la prevalencia de cáncer de pulmón era mayor entre los fumadores.1 Müller, descrito como el «padre olvidado de la epidemiología experimental»,32 era miembro del Nationalsozialistisches Kraftfahrkorps (NSKK) y del Partido Nazi (NSDAP). La disertación de Müller de 1939 fue el primer estudio epidemiológico controlado del mundo sobre la relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Además de mencionar la creciente incidencia de cáncer de pulmón y muchas de las causas detrás de él, tales como polvo, gas desechado por los automóviles, tuberculosis, rayos X y contaminantes emitidos por las fábricas, el documento de Müller señaló que «la significancia del humo del tabaco ha sido empujado más y más al primer plano».33
Los médicos del Tercer Reich eran conscientes de que fumar ocasionaba cardiopatías, consideradas como las enfermedades más serias causadas por fumar. El uso de la nicotina fue, algunas veces, considerado como causante de crecientes tasas de infarto agudo de miocardio en el país. En años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los investigadores consideraron a la nicotina como un factor detrás de la insuficiencia cardíaca padecida por una cantidad significativa de personal militar en el Frente Oriental. Un patólogo del Heer examinó a 32 soldados jóvenes que habían muerto de infarto de miocardio en el frente y documentó en un informe de 1944 que todos ellos eran «fumadores entusiastas». Citó la opinión del patólogo Franz Buchner sobre los cigarros como «un veneno coronario de primer orden».22
Medidas
Los nazis utilizaron varias tácticas de relaciones públicas para convencer a la población alemana de no fumar. Revistas de salud reconocidas como Gesundes Volk (Pueblo saludable),30 Volksgesundheit (Salud del pueblo) y Gesundes Leben (Vida saludable)34 publicaron advertencias sobre las consecuencias de fumar para la salud30 34 y se publicaron afiches que mostraban los efectos dañinos del tabaco. Los mensajes antitabaquismo fueron enviados a los centros laborales,30 a menudo, con la ayuda de las Juventudes Hitlerianas y de la Liga de Muchachas Alemanas.12 30 34
La campaña antitabaco llevada a cabo por los nazis también incluyó educación sanitaria.13 28 35 En junio de 1939, se formó una oficina contra los peligros del alcohol y el tabaco y la Reichsstelle für Rauschgiftbekämpfung (Oficina para la lucha contra las drogas intoxicantes) también ayudó en la campaña antitabaco. Se publicaron artículos en defensa del antitabaquismo en las revistas Die Genussgifte (Los estimulantes recreacionales), Auf der Wacht (En la mira) y Reine Luft (Aire limpio).36 De estas revistas, Reine Luft fue el principal periódico del movimiento antitabaco.7 37 El Instituto para el estudio de los peligros del tabaco de Karl Astel en la Universidad de Jena compró y distribuyó cientos de reimpresiones de Reine Luft.37
Tras reconocer los efectos nocivos de fumar sobre la salud, se promulgaron varios artículos de legislación antitabaco.38 A fines de los años 1930, se vivió una creciente implementación de las leyes antitabaco. En 1938, la Luftwaffe y la Reichspost impusieron una prohibición de fumar. También fue prohibido fumar en instituciones de atención sanitaria, en varias oficinas públicas y en casas de reposo.7 Se prohibió que las parteras fumaran mientras estaban en ejercicio de sus funciones. En 1939, el Partido Nazi declaró fuera de la ley fumar en todas sus oficinas y Heinrich Himmler, entonces jefe de las Schutzstaffel (SS), restringió el hábito de fumar al personal policial y a los oficiales de la SS mientras estuvieran de servicio.39 También se prohibió fumar en las escuelas.30
En 1941, se prohibió fumar en los tranvías de 60 ciudades alemanas.39 También se prohibió fumar en los refugios antiaéreos; sin embargo, algunos refugios contaban con habitaciones separadas para fumar.7 Se tomó especial cuidado para impedir fumar a las mujeres. El presidente de la Asociación Médica en Alemania anunció que «las mujeres alemanas no fuman».40 No se concedió tabaco a las mujeres embarazadas ni a las menores de 25 o mayores de 55 años en las cartillas de racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial. Las restricciones para la venta de productos con tabaco a las mujeres fueron impuestas en la industria hotelera y en la venta de alimentos.39 Las películas antitabaco dirigidas a las mujeres eran mostradas públicamente. Las discusiones sobre el tema de fumar y sus efectos fueron publicados en los periódicos. Se tomaron medidas estrictas sobre este particular y un departamento distrital de la Organización nacionalsocialista de células de fábricas anunció que expulsaría a todas sus miembros mujeres que fumaran en público.41 El siguiente paso en la campaña antitabaco llegó en julio de 1943, cuando se ilegalizó fumar en público para los menores de 18 años.12 34 39 Al año siguiente, también se ilegalizó fumar en buses y en trenes urbanos,15 bajo iniciativa personal de Hitler, quien temía que las controladoras fueran víctimas de los efectos nocivos del tabaco como fumadoras pasivas.7
El 7 de diciembre de 1941, Heinrich Hunke, presidente del Consejo de publicidad, estableció restricciones en la publicidad de productos de tabaco.42 Los avisos publicitarios que retrataban el acto de fumar como inofensivo o como una expresión de masculinidad fueron prohibidos. También fue prohibido ridiculizar a los activistas antitabaquismo,43 así como el uso de afiches publicitarios en vías ferroviarias, en zonas rurales, estadios y otros espacios públicos. También se prohibió la publicidad por altavoces y correo.44
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Dos soldados alemanes fumando en un trinchera durante la Operación Barbarroja, inicios de 1942.
Las restricciones para fumar también se introdujeron al interior del Wehrmacht. Las raciones de cigarrillos para los soldados fueron limitadas a seis al día. A menudo, se vendieron cigarrillos extra a los soldados; sin embargo, estos se restringieron a 50 por persona cada mes.7 A los soldados adolescentes que servían en la 12.ª SS División Panzer Hitlerjugend, compuesta por miembros de las Juventudes Hitlerianas, se les dio golosinas en lugar de tabaco.45 El acceso a los cigarrillos no fue permitido para el personal auxiliar femenino de la Wehrmacht. Se concertaron conferencias médicas para persuadir al personal militar para que dejaran de fumar. Una ordenanza publicada el 3 de noviembre de 1941 elevó los impuestos al tabaco en, aproximadamente, 80–95% sobre el precio al menudeo, convirtiéndose en el mayor alza de los impuestos al tabaco en Alemania hasta más de 25 años después del colapso del régimen nazi.7
Efectividad
La campaña antitabaco inicial fue considerada un fracaso y, de 1933 a 1937, hubo un rápido incremento en el consumo de tabaco en Alemania.14 La tasa de fumadores en Alemania aumentó incluso más rápido que en la vecina Francia, donde el movimiento antitabaco era pequeño y mucho menos influyente. Entre 1932 y 1939, el consumo de cigarrillos per cápita en Alemania se incrementó de 570 a 900 por año, mientras que las cifras correspondientes a Francia fueron de 570 a 630.7 46
Las compañías fabricantes de cigarrillos en Alemania llevaron a cabo varios intentos de debilitar la campaña antitabaquismo. Así, publicaron nuevos diarios e intentaron retratar el movimiento antitabaco como «fanático» y «no científico».7 La industria tabaquera también intentó responder a la campaña gubernamental nazi para impedir que las mujeres fumaran y utilizó modelos en sus avisos publicitarios.40 A pesar de las regulaciones gubernamentales, muchas mujeres en Alemania fumaban regularmente, incluyendo las esposas de muchos oficiales nazis de alto rango. Por ejemplo, Magda Goebbels fumaba incluso cuando fue entrevistada por un periodista. Las ilustraciones de moda que mostraban a mujeres con cigarrillos fueron a menudo publicadas en publicaciones prominentes, tales como Beyers Mode für Alle (Beyers Moda para todos). La portada de la popular canción Lili Marleen mostraba a la cantante Lale Andersen cogiendo un cigarrillo.41
Los nazis implementaron más políticas antitabaquismo a fines de los años 1930 y, para los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, la tasa de consumo de tabaco declinó. Como resultado de las medidas antitabaquismo implementadas en la Wehrmacht,7 el consumo total de tabaco por parte de soldados decreció entre 1939 y 1945.15 Según una encuesta llevada a cabo en 1944, el número de fumadores se incrementó en la Wehrmacht, pero el consumo promedio de tabaco por el personal militar declinó en 23,4% comparado con los años inmediatos antes de la guerra. La cantidad de personas que fumaba 30 ó más cigarrillos al día disminuyó de 4,4% al 0,3%.7
Año 1930 1935 1940 1944 Alemania 490 510 1.022 743 Estados Unidos 1.485 1.564 1.976 3.039
Las políticas antitabaco nazis no estuvieron libres de contradicciones. Por ejemplo, las políticas Volksgesundheit (Salud del pueblo) y Gesundheitspflicht (El deber de estar saludable) fueron impuestas paralelamente con la distribución activa de cigarrillos a las personas que los nazis vieron como grupos «que se lo merecían» (soldados en el frente de batalla, miembros de las Juventudes Hitlerianas). Por otra parte, se negó el acceso al tabaco a los grupos estigmatizados, tales como los judíos o los prisioneros de guerra.47
Asociación con antisemitismo y racismo
Además de las preocupaciones por la salud pública, los nazis estuvieron fuertemente influenciados por la ideología;30 específicamente, el movimiento fue influenciado por los conceptos de la higiene racial y pureza del cuerpo.48 Los líderes nazis creían que estaba mal que la raza superior fumara30 y que el consumo de tabaco equivalía a una «degeneración racial».49 Los nazis veían el tabaco como un «veneno genético».48 Los higienistas raciales se oponían al uso del tabaco por temor a que «corrompiera» el «plasma alemán original».50 Los activistas nazis antitabaco, a menudo, intentaron retratar el tabaco como un «vicio» de los africanos «degenerados».48
Los nazis sostenían que los judíos eran responsables de introducir el tabaco y sus efectos nocivos. La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Alemania anunció que fumar era un vicio insano propagado por los judíos.50 Johann von Leers, editor del Nordische Welt (Mundo nórdico), durante la ceremonia inaugural del Wissenschaftliches Institut zur Erforschung der Tabakgefahren (Instituto científico para el estudio de los peligros del tabaco) en 1941, proclamó que el «capitalismo judío» era responsable por la difusión del uso del tabaco en Europa. Afirmó que el primer tabaco en suelo alemán fue traído por judíos y que ellos controlaban la industria tabaquera en Ámsterdam, el punto principal de entrada en Europa de Nicotiana.51
SOY FUMADOR, y el artículo de mas arriba es un motivo mas para considerar que el saludable hábito de fumarse un buen cigarrillo después de comer, con un buen licor... es pura resistencia contra la barbarie del NOM y el nazismo.
¡¡VIVA EL TABACO!!
En esto del tabaco soy un marxista convencido...
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En esto del tabaco soy un marxista convencido...
A favor, aunque yo prohibiría la fabricación del tabaco, sinceramente. Algo que no es bueno para la salud no debería estar permitido.
Yo no soy fumador y muchas veces me veo afectado por los fumadores, tengo que estar mucho tiempo en espacios cerrados cerca de personas que fuman y realmente me hace daño.
Desde un punto de vista jurídico esa ley podría considerarse injusta si prohíbe terminantemente fumar. Desde luego que una persona adulta tiene derecho a fumar y sabe los daños que le ocasiona a su salud, por lo tanto esa es una conducta autoreferente que no podría ser prohibida por el estado. Pero el fumador no tiene derecho a afectar la salud de terceros que no desean fumar y por lo tanto el estado puede reglamentar su derecho de fumar para proteger el derecho a la salud de los no-fumadores. Nuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás.
Saludos
Estoy casi de acuerdo con todos.Os lo aclaro,he votado que si a la ley del tabaco,es cierto que nos la imponen por la fuerza,también la velocidad en la carreteras y autopistas ,el precio de los peajes y otras muchas cosas que no voy a enumerar por no ser pesao(alguien tendra que legislar digo yo ).no podemos confiar en la buena fe del fumador y que te respete(en este mundo habemos gente pa to).Y otra cosa que no cuadra, si me dices que fumar mata,que me puedo quedar impotente, y luego me lo vendes se me queda cara de tonto.Os imaginais llegar a una charcuteria y el letrero encima de los quesos o los jamones este producto puede matarte o perjudicar seriamente su salud,llega un impector de sanidad y te cierra el negocio en dos minutos.
Y por ultimo,el tabaco es malo tambien para las embarazadas puede provocar malformaciones en el feto, o incluso el aborto asi que en ese acpecto el gobierno también proteje la vida
Ja, ja, ja........ así que, "en ese aspecto el gobierno también proteje la vida". Parafraseando a Groucho (Marx), perdoneme que no me levante de mi asiento para ovacionarle, pero es que me estoy muriendo de la risa. Con que el gobierno... TAMBIÉN, en ese aspecto, está protegiendo la vida... jeje... ¿...y en cuales otros "aspectos" supone usted, también, que nuestro gobierno, la está protegiendo...?. Podría enumerarme uno solo de ellos?.
Perdone por la cita "marxista", pero como ya dije, en este tema del tabaco... yo me confieso enteramente marxista (pero de Groucho).
http://upload.wikimedia.org/wikipedi...rouchoicon.jpg
Un saludo en Cristo
Me agrada que te haga reir mi comentario el buen humor relaja el cuerpo y el alma.
Yo queria decir con la palabra tambien, que al igual que otros organismos , organizaciones o personas en ese acpecto el gobierno tambien proteje la vida,de los nacidos y de los que naceran,por que imagino que si estaras de acuerdo conmigo en que los fumadores se envenenan poco a poco (o mucho a mucho segun la cantidad que fumen)
Hombre, yo soy fumador desde los 17 años que encendí mi primer pitillo a escondidas de mi padre, que siempre fué antitabaco (de los de toda la vida) incluso en tiempos en que estaba muy mal visto el serlo... No tengo ni idea si me estaré envenenado por dentro o no lo estaré tanto como la propaganda dice. De momento, hoy me duele un poco la rodilla porque hice un mal movimiento... y no me atrevo a ir al médico porque creo que están en huelga, en defensa de la sanidad pública. Pero, lo crea o no lo crea, a mis algo mas de cincuenta añitos... sinceramente me siento perfectamente de salud, y habré de morirme cuando Dios lo quiera. De verdad, no me asusta esa fecha, y lo único que deseo es estar en gracia de Dios para ese día.. ahh... eso sí y seguir teniendo un lugar en el hospital público de la Seguridad Social (Dios quiera que siga existiendo para ese lejano día...) y que, aunque sea en los servicios y a escondidas, antes de morirme pueda echarme algún que otro cigarrillo.
Creo que hay que ver menos la tele (ese vicio sí que envenena). Yo me quité hace años y... oiga... no sabe Vd. lo bien que noto que me sienta. Por si aún no lo ha probado, se lo recomiendo. Verá como hasta deja de repetir tantísimas consignas como estas que dice de que el gobierno, prohibiendo el tabaco, está protegiendo la vida.
Apague la tele y enciéndase un cigarrillo, oiga... ese es una de las acciones mas antisistema, porque recuerde: con Franco se podía fumar en todos sitios (hasta en las consultas médicas) y estábamos todos tan sanísimos gracias, entre otras cosas... a los buenos alimentos de precio tasado oficialmente y a aquella magnífica sanidad de titularidad pública que había.
http://blogs.publico.es/manolosaco/f.../02/Franco.jpg
Perdona que te corrija,que el tabaco mata no es propaganda del gobierno, esta probado y demostrado,pregunta a cualquier medico y te lo dira.
Ademas no todos los medicos van a ser afines a una idea politica o partido,imagino que los habra para todos los gustos.Por otra parte estoy de acuerdo contigo en dos cosas: la primera es que con franco se fumaba en todos lados y los españoles de aquella epoca parecen tener una salud de hierro (incognitas de la vida) y la segunda es que moriremos cuando dios quiera.Yo a mis cincuenta y poco no he fumado jamas.
Sera por eso que no le encuentro sentido a llenarse los pulmones de humo.Haciendo un poco de humor sobre el tema,tengo un amigo que dejo de fumar y con el dinero que ahorraba del tabaco dice que paga la letra de un coche nuevo, esa es la parte mala que me toca yo no podre cambiar de coche
Un saludo
Qué me vas a contar a mi, si convivo con una de ellos... (mi mujer es galena o galeno, como se diga ahora, que yo no me aclaro con estas cuestiones del "género").
Y si te sirve de consuelo, tenemos un coche del año la pera que nos va de maravilla y nos lleva al campo todos los domingos. No queremos ni plantearnos comprar uno mas moderno. Estamos con él encantadísimos...
http://www.micoche.com/media/k2/item...04b1dc6c_M.jpg
De vez en cuando es preciso rescatar viejos hilos...
Con respecto al tema del tabaco, yo siempre mantuve la tesis de que las leyes y las campañas prohibicionistas se trataban mas de un gran experimento social a nivel planetario que una auténtica preocupación por la salud de los súbditos del sistema.
Releyendo el libro de Daniel Estulin, "LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDERBERG", he recordado estas palabras de su autor:
En otras palabras, al margen de la malignidad para la salud de las personas de esa planta que se fuma, ¿de verdad nadie es capaz de darse cuenta de ésto?. A mi me parece tan claro como que dos y dos son cuatro... o quizás cinco.Cita:
El refuerzo positivo se está aplicando al estilo de los conocidos libros 'Un mundo feliz', de Aldous Huxley, y Walden Dos, de B. E Skinner: darle algo positivo a la gente cuando cumple las normas impuestas por el Club, pero cerrando cualquier posibilidad de que estas normas se analicen o cuestionen. Los amos del mundo intentan hacer que la gente se sienta «buena» y «responsable» cuando hace lo que ellos disponen; durante los últimos treinta años la población se ha vuelto cada vez más obediente y sumisa (por ejemplo, vemos últimamente cómo se está promoviendo el voluntariado, elogiando y «heroificando» a los que se unen a él, aunque su fin último sea reducir el malestar provocado en la sociedad por el desempleo y así prevenir los «disturbios sociales»). Para saber hasta dónde pueden llegar sin que la población se subleve, están realizando múltiples experimentos, como la actual campaña contra el tabaco.
Que la gente fume o no, no es algo tan importante para los gobiernos como parece. Mucho más nefasto para la salud de la población son los gases que sueltan los coches, contra los que no se hace nada. Aunque los técnicos que aplican las campañas antitabaco crean fervientemente en su necesidad, desde arriba es sólo un experimento más sobre la sumisión de la población, y sobre el que deben estar bastante contentos con los resultados: observen lo que ocurre en el metro o en el AVE si a algún «loco» se le ocurre encender un cigarrillo. En seguida será observado como si se tratara de un leproso y alguien se le acercará para decirle educadamente que está prohibido fumar. Observen también la cara de satisfacción de quien hace el comentario: la misma que cuando sacaba una buena nota en el colegio o cuando ayuda a alguien: la satisfacción de haber cumplido con su deber y de sentirse «apropiado» para formar parte del sistema.
¿Pueden ustedes recordar si esta actitud era habitual hace veinte o treinta años?. A un nivel mucho más profundo dentro de la sociedad civil hay un pacto, un pacto de silencio y pasividad y la mayoría deciden callar y seguir con sus cómodas rutinas cotidianas: lo que ocurra no les afecta. Pero el problema es que sí les afecta. La batalla se está librando en este preciso instante y la dictadura global -el Gobierno Mundial Único- va ganando terreno día a día.
Un abrazoCita:
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¿...Pueden ustedes recordar si esta actitud era habitual hace veinte o treinta años...?
______________________________
P.D.: Todos los días nuestros científicos sociales realizan constantemente diversos experimentos con cobayas humanas para comprobar el grado de aceptación y sumisión de las personas a las órdenes dadas.
Un ejemplo bastante conocido: "Milgram Experiment" (Español)
Si que es verdad que el tabaco "mata lentamente" y es un vicio tonto. Pero hay tantas cosas igualmente nocivas... Podríamos hacer una lista completa y después del tabaco yo pondría las subidas de la tensión arterial que nos provocan políticos, chorizos, "sindicaleros" y demás recua nacional.
Y el hecho de no haber fumado jamás es algo fantástico para ti, te felicito. Pero lo del coche es verdad, puedes creer a tu amigo, pues yo hice igual y ya acabé de pagarlo hace tiempo. y, eso si, no se parece nada, nada, nada, al que nos enseña Jasarhez :toymareado:. La pena es que llevas tiempo sin conectarte.
Nunca he fumado cigarrillos, no me gusta su olor, pero cuando en Chile se implantó la ley contra el tabaco, comencé a fumar pipa (esto hace unos meses). La pipa se diferencia del cigarrillo porque no se puede fumar sin una preparación —hay que darse el tiempo— además que el humo no se aspira, el fumador de pipa fuma pipa porque le gusta el sabor a la mezcla del tabaco, además que por no tener aditivos se apaga a menudo y hay que volver a encenderla constantemente. El cigarro le da mala imagen al tabaco.
Fumo una pipa una vez a la semana, el día sábado (ayer degusté un Dunhill 965 exquisito) el que acompañado con una agradable conversa es fenomenal.
Comparto una reflexión, de @fgarcialarrain a pocos días del inicio de la ley en Chile. El texto está sacado de :
El Diario Ilustrado: marzo 2013
Texto:
No quedan muchos que fumen pipa. ¿Será una señal de la decadencia de Occidente? Puede parecer una pregunta exagerada, pero aunque no sea inmediatamente evidente, le mostraré al despreocupado lector, cómo la pipa, aunque en forma muy pequeña, es una afirmación de la civilización y la cultura.
¿Cómo puede ser esto si el tabaco mata? Cierto, pero al final todos acabaremos en la tumba y quizás no esté demás tener a mano un memento mori. Al prender su pipa y recordar su mortalidad, el fumador recuerda que en esta vida no se encuentra el fin último: el olvido de esta verdad puede rebajar al hombre a la más espantosa frivolidad, como lo demuestra la movilización de ingentes recursos contra el tabaco, habiendo males mucho peores contra los que se hace poco y nada.
Pero eso no es todo. Para tener civilización, nos dice el profesor Pieper, compatriota de Bach, es necesario el ocio (se entiende que ocio no es un no hacer nada, sino actividad intelectual, contemplativa de la verdad, la belleza y el bien), y la pipa, por su misma naturaleza, lleva a separarse de la actividad directamente productiva que es la negación del ocio.
Nadie puede fumar una pipa en apuros, como quien se fuma un cigarrillo entre clases o reuniones, para retomar luego su lugar en el frenesí cotidiano. Para fumar una pipa llena de tabaco hay que estar dispuesto a hacerse el tiempo y en ese tiempo se ponderan la vida y los hombres, como lo hicieron fumadores de pipa como Tolkien, Lewis, Eliade, Einstein y tantos otros.
La pipa tiene, además, sus propias virtudes; por ejemplo es generosa. El tabaco de pipa, a diferencia del de cigarrillo, es aromático y place a toda persona de buen gusto. La experiencia universal de los fumadores de pipa es que el fumador goza y los demás también con él.
Es cierto que la cultura puede perdurar, e incluso florecer, sin que los hombres fumen sus pipas, pero no puede haber pipas sin ella. Por eso, todo aquel que enciende su pipa con una llama brillante y exhala una nube de humo dulce y oloroso que sube al cielo, se rebela en contra de la barbarie y afirma la bondad de vivir humanamente, sabiendo que algún día volverá al polvo de dónde salió.
Fumar no es pecado en sí mismo, sino su exceso; mientras no se tenga total certeza que voy camino a la muerte por fumar, no se puede reprochar moralmente esa costumbre. Desde luego que se supone que cada uno es responsable de sus actos, y que tendrá la madurez para tomar la mejor decisión, pero dicha decisión es del individuo, no del Estado.
Yo también, en mis tiempos mozos, era un asiduo fumador de tabajo de pipa. Y tenía una pequeña colección de pipas, aunque solo una de ellas era mi preferida. Lamentablemente, tuve que abandonar ese excelente hábito y pasarme a los cigarrillos porque a las personas con las que vivía, a pesar de utilizar un tabaco magnífico, con un olor excelente, decían que les molestaba el humo. Y comprobé que el del cigarrillo (todavía no había comenzado la campaña de 'convencimiento masivo' a la que mas tarde nos sometieron) no decían que les molestara de igual manera. Hoy supongo que les molestará tanto el humo de la pipa como el de los cigarrillos, pero esa es otra historia y tiene mucho que ver con la estupidez humana y la propaganda...
De todas formas, confieso que estoy planteándome recuperar de nuevo mi vieja pipa y regresar a su magnífica compañía. Supongo que tendremos que seguir soportando los constantes comentarios, miraditas y prohibiciones variopintas, pero ya que vamos a molestar a los amantes del 'aire limpio de la ciudad' (ja, ja... ¡qué risa!) de una manera o de otra, al menos me daré el gustazo de recuperar el hermoso ritual de cargar la pipa, apretar el tabaco con el atacador, encenderla lentamente, darle unas buenas bocanadas que llenen la habitación de humo, hacer que prenda... y luego disfrutar lentamente de ese placer inmenso que supone una buena pipa. ¡Era magnífico!
Y para los que se animen, aquí les pego este vídeo educativo, a la par que ilustrativo de su uso:
A favor. Fumar es perjudicial tanto para el que fuma como para que está al lado.
El que se quiera enfermar que lo haga solo.
Pues yo también he sido fumador de pipa y aún conservo tres y algún que otro paquete abierto y ya sin olor alguno claro, y uno que si permanece intacto. Yo fumaba unos tabacos alemanes muy aromatizados, tipo "blackcherry", excelentes y que no producían picor alguno en la lengua. Pero ya va camino de 12 años que dejé el vicio y no me arrepiento. Creo que no debes volver, no compensa. Si acaso, puedes hacer algo similar a lo que yo hago: pongo en la cazoleta de mi cachimba un puñadito de menta recién cortada y aspiro su aroma. Evidentemente no es lo mismo, pero se trata de rememorar otros tiempos considerando que la pipa se fuma de un modo mucho más ritual que el cigarrillo.
Sí, era todo un ritual magnífico, hasta el trabajo mismo de la elección del tabaco.
Tengo que decir que raras veces conseguí encontrar una marca que no produjera ese molesto picor en la lengua durante los primeros días. Lo que sí observaba era que, transcurridas unas semanas, tal sensación molesta finalizaba.
Yo tenía predilección por el tabaco tipo Cavendish, más que por el tipo virginia sin sufrir ese proceso (manías...). Probé bastantes marcas distintas y recuerdo que era todo un mundo aquello de los tabacos y las pipas (...yo también usaba cachimba, y siempre de madera de brezo). Y recuerdo el sabor a cerezas inconfundible de algunas marcas que probé (ahora que hablas del tipo "blackcherry"). Algunos también recuerdo que resultaban algo empalagosos, mientras que otros no, en absoluto... Algunos eran magníficos y alcanzaban (por decirlo en plan cursi) su plenitud dejando en la boca sabores parecidos a la almendra tostada y cosas parecidas, cuando se les llevaba un buen rato encendidos. Era todo un mundo que a mi me recuerda un poco a la elección y la degustación de un buen vino o de un queso añejo. No tiene nada que ver con el estúpido hábito de quemar cigarrillos... En eso sí les doy un poco la razón a los 'antitabaco'. Pero estar en contra del tabaco de pipa, como también lo están algunos, me parece casi como posicionarse en contra del jamón 5 Jotas de Sánchez Romero (y perdón por la publicidad nada encubierta). Quien está en contra del tabaco de pipa es casi como aquél que se compra 100 gramos de jamón serrano del de oferta. ¡Imperdonable!. Si no se tiene dinero, siempre es mejor la mortadela... Pero un buen jamón o un buen vino (al igual que un buen tabaco de pipa) son artículos casi de reverencia. Y es un pecado prostituirlo. Ahora bien, cuando se ha dejado el vicio (como es tu caso), me parece una solución muy elegante la tuya. Las hojas de menta fresca, sin ser lo mismo, debo de admitirte que también deben de resultar muy agradables. Me parece una buena idea...
Un abrazo
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http://tobaccosophy.files.wordpress....pg?w=250&h=188http://2.bp.blogspot.com/-Uh0WlQ0OCw...agallanes5.jpg
P.D.: He estado buscando por la red alguna página que explique a los irredentos neófitos, el cuidadísimo trabajo y la extremada laboriosidad que conlleva todo el proceso de fermentación y curado (al igual que ocurre con un buen vino, con el buen queso y en cuanto al curado con un buen jamón...) de un buen tabaco de pipa. Quizás muchos no lo sepan, pero se parecen muchísimo estos tres procesos.
http://tobaccosophy.wordpress.com/20...os-procesados/
Mi favorito total de esos que comentas que podían llegar a empalagarte era Black Luxury de la Marca Danske Club. Negro, negro, negrísimo, pero de un aroma único. En segundo lugar estaba el Blackcherry, alemán como ya comenté. Pero también me apuntaba a otras marcas más "picantes" como del también danés Golden Dice de la Marca Mac baren, y también me aventuraba con Larsen, igualmente danés. De otras ya no me acuerdo tanto, pero también probé algunas que me gustaron. Han pasado casi 12 años desde que dejé de fumar y si abandoné también la pipa fue para acabar con el cigarrillo. Si la costumbre de echar humo por la boca y nariz en ambas formas no estuviese tan asociada, seguramente seguiría encendiendo dos pipas al día. Sin pretender que ésta sea "sana", evidentemente no es lo mismo inundar los pulmones de toda clase de sustancias -caso del cigarrillo-, que sólo en la boca -menor riesgo de enfermedades-; no es igual fumar 20 ó 30 cigarrillos -mucha gente bastante más-, que 1 ó 2 pipas al día; tampoco es igual quemar papel además del tabaco, que sólo tabaco dentro de una cazoleta. Y ¿qué decir de esos días helados cuando se puede llevar la pipa encendida dentro de un bolsillo?
Y hay algo sobre lo que tengo intención. El día en el que algún médico me diga que los resultados de los análisis aconsejan que en cuanto salga a la calle y vea el primer coche fúnebre lo llame al grito de ¡taxi!, ese mismo día vuelvo a fumar. Porque aparte de ser insano, maloliente -los cigarrillos y en particular los puros-, gasto tontísimo, etc., etc., también es un placer. A mi los puros jamas me han gustado, pero además es que nada de nada, tanto que si el tabaco sólo fueran los puros yo jamás habría sido fumador. En cambio, la pipa-cachimba es especial y es a la costumbre que yo volvería. En su día éramos varios amigos de la misma pandilla y todos fumábamos en pipa, y todos tomábamos cerveza negra, café y té en nuestras horas "libres" de chicas, novias, compromisos, fiestas, discotecas que nos parecían aburridísimas -pero había que disimular-, ir al cine a ver peñazos. Nos gustaban esos encuentros donde hablábamos de todo, como hacemos aquí pero conociéndonos personalmente, viéndonos las caras y disfrutando del intercambio de tabaco... "me ha llegado" o "me han recomendado" o "un amigo me ha dado el resto de este sobre, venga probad qué os parece".
Y, desde luego, no teníamos la pinta del muñeco que nos ha colgado aquí el amigo Grandiosos, pero vamos para nada y por contra y siendo muy jóvenes, nuestro aspecto era mucho más deportista y sano que el de buena parte de la juventud de hoy en día, que parecen no haber pasado por el agua, haber sustituido ésta por colonia para "tapar", o directamente parecer que siempre tienen sueño.:p:p:p:cool::cool::cool:
Yo he fumado tabaco y puros. Me gustan más los últimos y creo que quedan bien para acompañar un wishky, cognac o brandy. Siempre, como mucho, una vez a la semana. Suelen combinar muy bien y para acompañar una tertulia van de maravilla, por lo que mi consumo es más ocasional y sociable.
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Fumadores de pipa
Como fumador de pipa, desde hace bastantes años, estoy totalmente en contra de la Ley Antitabaco. Es más, legislar sobre ello es la constatación del fracaso educativo de nuestra España. Conociendo el significado del respeto a los demás, no harían falta este tipo de leyes.
Por cierto, en los últimos años han llegado a nuestros estancos una gran cantidad de tabacos de pipa excelentes, que no maltratan, en absoluto, la lengua.