Re: El tigre enjaulado
En ese ejercicio original ucrónico sobre el voto de TOLKIEN hay una sombra. Él no sólo rechazaba los supraestados, sino que afirmaba que habría que prohibir hasta el término "estado" y era un profundo patriota, inglés, pero de la Inglaterra medieval. Y lo que ha sucedido es un acto puramente nacionalista y, por tanto, nada más lejos que el sentimiento patriotico que anidaba en Tolkien, cuyo modelo de sociedad era La Comarca.
Pero y he aquí la duda, ¿es posible una "Comarca" real y viable, en un mundo como el actual? Creo que pretender que Tolkien hubiese votado el brexit es un ejercicio de imaginación pues, como él mismo dijo sobre su propia obra: "Trata, sobre todo, de la muerte y la inmortalidad; y de las huídas: la longevidad y el atesoramiento de la memoria." Aplíquese esta filosofía a la palabrería demagógica de Nigel Farange o del anterior alcalde de Londres, a ver en qué se parecen. Sinceramente, no sé qué hubiese votado, pero dudo mucho que lo hiciese a favor del suicidio de su país.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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