Viaje del alemán Nicolás de Popielovo por España y Portugal, año 1484
En Lisboa (Portugal):
(…) Al día siguiente, por la mañana, se puso mi criado a preparar pescados, mas vino una vieja bruja y le separó la cacerola del fuego; pero el criado la volvió a su lugar. Entonces la vieja bestia cogiendo un tremendo cucharón de madera, dio con él al criado un golpe que el cucharón se partió en dos pedazos, con lo que le quedó en sus manos le dio otra vez en la cara, de modo que su hocico y su nariz chorrearon sangre (…)
(…) Los portugueses son entre sí y con su rey, excepto los señores, mucho más fieles que los ingleses; no son tan crueles e insensatos como éstos; en sus comidas y bebidas son más modestos, pero más feos de fisonomía; son de color moreno y de pelo negro; se sirven de capas negras y largas que cuelgan por la espalda hasta abajo, como los agustinos; pocas mujeres tienen bellas, que parecen más hombres que mujeres, pero con ojos generalmente negros y hermosos; en amores son ardientes como las inglesas cuando necesitan íntima confianza; peinan sus cabezas sin exagerados adornos; el cuello cubren con un pequeño lazo de lana o con un pañuelo de seda. Dejan mirar libremente su cara y llevan sus vestidos y camisas escotados de manera que se puede ver la mitad de sus pechos descubiertos. Desde el talle hasta abajo llevan muchas faldas; por eso la parte de detrás de sus cuerpos parece hermosa y grande, como a una Martinsgans (1) y tan voluminosas que, de veras lo digo, no he visto jamás en el mundo cosa más grandes. (…) Siguen calificativos despectivos hacia hombres y mujeres, que omito .
(…) A aquellas comarcas se da el nombre de Guinea en donde se saca mucho oro, y un sinnúmero de moros (2) presos que llevan a Portugal (…)
(…) Los portugueses son holgazanes y no les gusta trabajar y por eso no quieren hospedar a los indígenas ni a los viajeros tampoco para ganar dinero; son groseros, sin bondad, gente sin compasión, incluso la gente del rey mismo. Estando yo en presencia del rey, procedían conmigo groseramente, y me miraban tan descaradamente, que el rey mismo con sus ojos, palabras y gestos les apartaba de mí, para poder dejarme libre. Entre todos ellos, él es solo y único señor de alto entendimiento (…)
(…) La servidumbre de la mesa que sirve al rey y a su hijo, se compone generalmente de diez individuos que están de pie, según orden, delante de la mesa, apoyan sobre ella sus manos y vientres, y el rey como un humilde señor sufre estas groserías. Bajo la mesa y a los pies del rey están sentados seis u ocho muchachos, y a cada lado, uno, para apartar de él las moscas, con abanicos de seda. Entre ellos reparte el rey su primer plato de fruta, cuando no puede comerlo él mismo (…)
(…) El tesorero recibió también una real orden de comprarme dos de los mejores moros (2) que se encontraran y regalármelos a nombre de su majestad: se cumplió esta orden. Se me concedió la libertad de escoger entre unos cincuenta, que acabaron de llegar en un barco unos ocho días antes. Se pagaron en mi presencia 60 crosatos, o sea 60 ducados. Los mandé vestir inmediatamente, porque estaban desnudos, como Dios los hizo; no trajeron de su país nada, porque no necesitan vestirse a causa de los grandes calores; viven mezclados como animales (…)
(…) Lisboa. Esta ciudad tiene también paganos en sus alrededores, y de ella misma ocupan una parte; después de haberla conquistado los cristianos aquéllos guardaron, sin embargo, su castillo durante unos siete años; luego vino un entendimiento entre los vencedores y vencidos, de manera que se dejó a los últimos un barrio en que sin molestia ninguna puedan vivir y edificar sus casas, y donde existen hasta el día presente. (…)
(..) El día de la Exaltación de la Santa Cruz, el rey de Portugal (3) en la ciudad de Setúbal, mató al duque de Viseu, hermano de la reina, el mismo que quería presentarme a su hermana (…) El año pasado próximo, el actual rey, antes o poco después del Corpus Christi, mandó degollar a un poderoso príncipe pariente del duque; fue también cómplice en el proyecto de asesinar al rey y de entregar el trono al mencionado duque don Pedro de Viseu, estrangulado, como he dicho, con las propias manos del rey (…)
(1) N. T. : Traje popular en Alemania para hacer fiestas de gansos cebados
(2) "moros": se refiere a negros
(3) Se refiere al rey Juan II (1481-1495)
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