La promoción de Guevara como símbolo de bondad, debido a la falta de auto-indulgencia y a la frivolidad de los mimados pseudo revolucionario occidentales, habla claramente de su falta de análisis crítico objetivo, olvidando que, como indica Anthony Daniels, “La diferencia entre el ‘Che’ Guevara y Pol Pot fue que Guevara nunca estudió en París.”