Cuando Carlos Santana y Eric Burdon, (entre otros muchos roqueros) lucian con engreimiento sus elegantes camisetas del Che, ellos le hicieron propaganda un régimen que de mediados a fines de los años 60 acorraló a los "roqueros" y a los jóvenes con pelos largo en masas, y los condujo en manada a campos de prisioneros para trabajos forzados bajo un sol abrasador. Los "crímenes contrarrevolucionarios" de estos jóvenes prisioneros a menudo no implicaron nada más que escuchar la música de Los Animales y Santana.
Cuando Madonna se mostró con la vestimenta del Che para la portada de su American Life CD ella le hizo propaganda a un régimen que criminalizó a los homosexuales, y cualquier cosa que oliera a manierismos homosexuales. A mediados de los años 60's el delito de comportamiento afeminado condujo a la policía secreta a remover a millares de jóvenes de las calles y parques de Cuba y llevarlos a campos de prisioneros con el lema
“El trabajo os hará hombres'' sobre la puerta (el de la puerta de Auschwitz decia: “El trabajo os hará libres”) y soldados con ametralladoras en las atalayas. Las iniciales de estos campamentos eran UMAP, no GULAG, pero las condiciones eran idénticas.
Cuando la gente hipster y la gente elegante en el Sundance Film Festival (que incluía a todo el mundo, desde Al Gore y Tipper a Sharon Stone, Meryl Streep y Paris Hilton) estalló en una entusiasta ovación de pie para Diarios de Motocicletas del productor Robert Redford, ellos vitoreaban una película que glorificaba a un hombre que encarceló o exilió a la mayor parte de los mejores escritores de Cuba, los poetas y cineastas independientes, mientras convertía la prensa y el cine cubano en agencias de propaganda de un régimen estalinista.
El productor ejecutivo de la película, Robert Redford (que siempre inicia el festival cinematográfico con un largo discurso sobre la importancia de la libertad artística) fue forzado a mostrar la película a la viuda del Che y a Fidel Castro para su aprobación antes de su exhibición. Sólo podemos imaginarnos los gritos de indignación de la multitud de Sundance - sobre la "censura" y "vendidos" – tendrían, por ejemplo, si Robert Ackerman necesitara (y consintiera) en la aprobación de Nancy Reagan para mostrar en HBO "The Reagans" ese mismo año. [12]
[12] Humberto Fontova, “Che Guevara 39 Years of Hype”, Guacarabuya, October 2006
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