Y yo también me apunto a este pensamiento que usted resalta en negrita.
Y no solo el puesto de trabajo, para algunos es un agravio hasta perder por las mañanas el METRO (que lleva unos días en huelga) e incluso es un agravio intolerable hasta perder los puntos que regalan con el teléfono los de Timofónica (ahora Vomistar), Garraphone, o alguno de esos...
Vivimos tiempos de mierda, mi estimado VESPVTIVS. ¡¡Cuánto mejor eran otros tiempos en los que las deudas de honor eran tan importantes que únicamente se saldaban con la sangre, por muy pecaminoso que ésto fuera!!. Luego, si Dios quiere, ya vendrá después el arrepentimiento... Pero la forma de saldar ese tipo de cuentas forma parte de nuestra tradición y hasta ayer mismo, de nuestro derecho positivo.
Un abrazo en Cristo
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