No obstante, Aparisi Guijarro provocó un cambio trascendental al introducir en 1864 el organicismo moderno en su discurso, proveniente de los intelectuales krausistas que defendían un modelo de sociedad que resultaba con coincidencias con el modelo tradicionalista
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José Luis Orella.
Antonio Aparisi y Guijarro 1815-1872
"Tenéis el derecho de preguntarme, o al menos de pensar en vuestro interior, ese hombre ¿qué es? ¿A que partido pertece? ¿En nombre de qué partido nos habla? Y yo os diré, ¿a qué partido? ¡A ninguno!
Aparisi: Discurso sobre el acta de elección 1863
Literato y jurisconsulto, sobresalió como político doctrinario. Diputado por Valencia de la fracción católica en tres legislaturas entre 1858 y 1868, emigró a Francia poco después de la revolución de septiembre y, entonces, se adhirió a la Comunión Tradicionalista. Se repatrió tres años después, como senador, en octubre de 1871, reinando Amadeo de Saboya. Su obra fue básicamente periodística y parlamentaria. Entre sus opúsculos destacan El Rey de España 1869, que fue su justificación personal y su profesión de fe carlista, y Restauración 1872, que fue su testamento político.
Aparisi no es un pensador riguroso, y su idea de la sociedad es más pragmática que especulativa; es organicista no tanto por los fundamentos conto por las conclusiones. Se opone al pactismo social de Rousseau.
"El hombre necesita para vivir del auxilio de otros hombres; luego es social. La sociedad es un echo natural y necesario... Los que han supuesto un estado anterior al social en que vivía el hombre como un salvaje o como una fiera, esos no conocen al hombre ni a la historia"
Aparisi: El libro del pueblo 1872
La familia es la molécula social:
"Muchas familias forman la gran familia, la gran sociedad"
Aparisi: El rey de España 1869
Defiende la personalidad autónoma de los demás cuerpos intermedios, y se declara partidario de la:
"libertad para la provincia de la gestión de sus propios intereses, y también para el municipio"
Aparisi: Discurso sobre la libertad de imprenta 1862
Su diagnóstico de la españa postrevolucionaria es un tácito programa de restauración de la sociedad orgánica:
"No hay ya en España ni Clero , ni nobleza con sus grandes propiedades; no hay Consejos con sus antiguas tradiciones, diciendo ma los reyes no, más veces que lo hayan dicho las Cortes a los ministros constitucionales; no hay Magistratura de hecho inamobible que sepa pronunciar estas palabras:. "Se obedece y no se cumple"; no hay comunidades ni gremios, robustas asociaciones de hombres del pueblo vestidas con hábito religioso o hábito profano, no hay franquicias de provincias ni fueros de Ayuntamientos, en España sólo quedan un trono y un pueblo"
Aparisi: El rey de España 1869
Esta idea de la sociedad le lleva a un modelo de Estado corporativo. Dirigiéndose al Congreso de los Diputados les dice:
"No es exacto que la nación se siente con nosotros en estos bancos...La Iglesia, ¿esta aquí representada? La Magistratura...¿está aquí representado ese gran poder...? Las clases médicas, ¿no podrían tener aquí verdaderos representantes? ¿Los tienen las artes, ornamento del país? ¿Los tienen, cual los ha de menester, la propiedad y el comercio?¿Y nunca habeis pensado que entre nosotros podían sentarse también especiales procuradores de las clases pobres?"
Aparisi: Discurso sobre la reforma constitucional 1864
Y discutiendo un proyecto de ley electoral dice a los diputados:
"Si hubieseis fijado los ojos y la consideración en la sociedad española, estudiando las fuerzas, los elementos, los intereses morales, intelectuales y materiales, por cuya virtud la sociedad es, y vive y florece, y sin los cuales no habría sociedad: la Iglesia, la Magistratura, el profesorado, la propiedad, el comercio, la industria, las artes, los oficios todas estas fuerzas, intereses y elementos tienen sus legítimos representantes, no por el dinero, sino por la ciencia y la honradez. Allí podríais buscar el origen de la elección; de allí podríais traer, en cuanto la humana imperfección lo consiente, la verdadera representación de España"
Aparisi: Discurso sobre la ley electoral 1865
Los diferentes grados representativos se estructuran corporativamente en su esquema de Constitución. El municipio tiene un origen familiar:
"El padre de familia o cabeza de casa, sin tacha legal, tiene voto para nombrar Ayuntamiento. Éste será elegido en sus dos terceras partes directamente. Los electos designarán a su vez la tercera restante"
Aparisi: Restauración 1872
El nivel siguiente, la Diputación provincial, tiene un origen corporativo:
"Los Ayuntamientos de los pueblos que componen cada distrito nombrarán un diputado de provincia... Son miembros natos de la Diputación: un prebendado y un cura párroco de la capital, que el pueblo designe. El rector de la Universidad, el decano del Colegio de Abogados, los presidentes del de Medicina, Academia de Nobles Artes y Sociedad de Amigos del País, y los dos primeros contribuyentes de la agrícola y de la industrial"
Aparisi: Restauración 1872
Así se llega a las Cortes, integrada por trescientos diputados, y que serán designados del siguiente modo:
"Los padres o cabezas de casa sin tacha legal eligen 100 por distrito y por medio de compromisarios. Los propietarios que paguen más de seis mil reales de contribución, y los comerciantes y los industriales que figuren en las dos primeras cuotas eligen 100, por grades circunscripciones y por medio de compromisarios. Designa el rey los 100 restantes; 60 entre los grandes de España y títulos de Castilla, arzobispos y obispos, capitanes y tenientes generales; 40 entre las personas propuestas como las más dignas por los Tribunales Supremos y Consejos, los Cabildos y las Universidades y Corporaciones científicas, artísticas y literarias, Sociedades de Amigos del País"
Aparisi: Restauración 1872
La base del esquema es corporativa: la familia, la profesión y la corporación, aunque se introduce el correctivo censitario.
"Cortes, cuales nuestros abuelos conocieron, que representen a todo el pueblo y sus verdaderos sentimientos, al clero y a la religiosidad de España, a la nobleza y su gallarda hidalguía, a la clase media y los intereses materiales".
Aparisi: Observaciones sobre el estado político y religioso de España 1844
Todos los textos transcritos, anteriores al corporativismo católico francés, se escalonan entre 1862 y 1869 cuando el Curso de Ahrens había alcanzado ya dos ediciones españolas, las de 1841 y 1864. La influencia, por lo menos indirecta, del krausismo se deduce de un hecho revelador: en 1844 el modelo de Cortes que proponía Aparisi era básicamente el estamental de los Austrias y no el corporativo, que es el definitivo que propugna dos decenios después
"El desconocido, que es Aparisi y Guijarro, aunque casi todos lo conozcamos de oídas,
fue un hombre leal y sincero, a quien la fidelidad para con sus creencias religiosas y políticas le llevó, poco a poco, casi sin que se diera cuenta, al carlismo. Abogado en Valencia, donde había nacido el 29 de marzo de 1815, marchó a Madrid a los cuarenta y tres años representando, como diputado a Cortes, el distrito de Serranos, y poco después tuvo que trasladar definitivamente su residencia a la capital del reino. Nunca dejó de considerarse, sin embargo, un valenciano que vivía en Madrid de forma accidental y extraordinaria; por eso era constante su recuerdo y su defensa de los intereses de aquella región.

Fue en la crisis de la conciencia nacional que se produjo en España en los años anteriores a la revolución de 1868 cuando Aparisi descubrió en el «arca santa» del carlismo el único refugio de salvación frente al diluvio que se avecinaba, y que había profetizado el genio histórico y político de Donoso. Según esto «no vino a la Tradición por vías del nacimiento, sino tras un lento y penoso caminar de anhelante peregrino afanoso de verdad. Llega al carlismo en el sexto decenio de su vida, cuando ya las canas arrebolan su frente y cuando en la naturaleza el reposo excede a los desenfrenos del impulso. El carlismo no es para él la intuición brillante de los verdes años juveniles, sino la madura conclusión deducida de una meditación sosegada"
Francsico Elías de Tejada, Prólogo a laAntología de Antonio Aparisi y Guijarro
"La razón iluminada por la fe se llama Santo Tomás de Aquino; la razón enemiga de la fe se llama Federico Krause"
Aparisi y Guijarro
"hoy no se trata simplemente de tener una corona: que eso debe valer poco para V. M.; no se trata solamente de la suerte de nuestros hijos, por ejemplo, aunque eso debe valer algo más para nosotros; se trata de que España sea o no sea”, y aun le añadía: “el rey no lo puede todo; el rey nada grave debe hacer sin gran consejo… Ponga el rey su gloria donde debe ponerla, en ser el primer caballero, el hombre más honrado, el más recto y el que debe buscar para aconsejarse de ellos, a los hombres más rectos, más honrados y más caballeros. Ponga su gloria en ser más sabio que todos, porque, aun dando de gracia que se hubiese criado en el pueblo que había de regir y llegado a edad madura estudiando hombres y cosas, aun habría, no algunos, sino quizá muchos, que supiesen más que él»
Aparisi y Guijarro.
Al final de su vida reitera:
"Entendemos nosotros que se aproximaría más a la verdad el sistema y que podría defenderse con mejores armas de los ataques democráticos, si la elección se verificara por clases. Si la Iglesia tuviera sus representantes. Y la gran propiedad de las ciudades. Y la gran propiedad de los campos. Y la magistratura... Y las ciencias... Y las artes... Y las industrias y el comercio..., y procuradores especiales de los humildes y de los pobres"
A. Aparisi y Guijarro: El libro del pueblo.
Aparisi, que tanto había trabajado por una reconciliación nacional, por la unión de todos los españoles bajo las ideas de Dios, Patria y Monarquía, tuvo tiempo de decir antes de expirar: "el odio nos ha vuelto locos".
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