Alacrán: Hombre, creo que te falta un poco de precisión. Si no traducimos el Corán, por ejemplo, no sabemos qué es lo que dice. Si no sabemos qué dice, no podemos combatirlo con la misma eficacia. Porque no se trata tan sólo de anunciar el mensaje de la salvación, sino también de desmontar las falsas doctrinas.

1º No hay necesidad de traducir ni conocer lo que ya se SABE que es falso.
2º Nadie traduce ni lee el Corán con el fin de combatirlo sino de promocionarlo y para que otros simpaticen con él (además es "medio de salvación" según el CVII y nuestros obispos, desde 1965).

Un cristiano que deja de serlo por leer textos hindúes, budistas o musulmanes, es que en realidad no es tal cristiano. Cristianos tibios ya tenemos a raudales.
1º Estás confundiendo tener firmeza de la fe con saber rebatir errores: gran disparate.
2º ¿Es que acaso un “cristiano tibio” no tiene derecho a perfeccionarse? ¿Y para ello debería leer el Corán?

Lo que hace falta, en mi opinión, es cuidar y alimentar la fe de los cristianos para que, leyendo esos textos paganos, robustezcan su fe en lugar de hacerla peligrar.
1º O sea que en vez de alimentar la fe leyendo teología y autores santos, ¿hay que “robustecerla” con textos paganos en la mano?
2º Así que los textos paganos, indirectamente, “robustecerían” nuestra fe ¿Pero donde se ha visto que algo malo sirva para perfeccionar? Curioso. Es como decir que un padre demuestra mejor el cariño al hijo si hay amenaza de un pistolero por medio.
3º Así que un católico que lee el Corán y sigue siendo católico ¿tendría una “fe más robusta” por ejemplo que una Santa Teresa de Jesús o un San Ignacio de Loyola que nunca lo leyeron? Bonita sandez.