De ser las cosas tal y como me imagino y he expuesto, creo que alguien debería escribir al señor Galarreta aclarándole este extremo. Para un libro sobre el Carlismo dirigido al gran público que sale en España y encima con un contenido tan magnífico como el de esta obra, sólo nos faltaba que el berrinche sin fundamento de alguien viniera a arrojar sombras de dudas sobre su autenticidad y lo convirtiera`públicamente en una obra chapucera, lo contrario de lo que se pretende.
Desde luego, en el Carlismo montamos un circo y nos crecen los enanos. No nos hacen falta enemigos de fuera, no. Nosotros solitos nos encargamos de hundirnos más y más.
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