Si no estuvieran donde no deben, nadie les rompería la cabeza.
Estar donde no se debe expone a estas cosas: Roque Pasqual, Albert Vilalta y Alicia Gámez, de la Caravana Solidaria de la ONG Barcelona Acció Solidària en Mauritania, lo saben mejor que nadie.
Lo que separa a unos de otros es que los negros van a Calabria pensando que aquí está el paraíso, y los otros van a Mauritania, pensándose que son angelitos laicistas que solucionarán los problemas creados por sus amos.
Que le curen la cabeza y que se vaya a su choza.
El pueblo calabrés ha hecho lo que haría yo si mi cocina se llenara de hormigas.
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