Otro caso parecido fue el de Johanesburgo, en este caso negros autóctonos contra negros inmigrantes.

Algunos sudafricanos, sobre todo aquellos que viven en zonas pobres con elevadas cifras de desempleo, acusan a los zimbabuenses y otros recién llegados de alimentar la elevaba tasa de criminalidad (Johanesburgo es una de las ciudades más peligrosas del continente africano) y quedarse con los escasos trabajos. La convulsa situación política de Zimbabue ha obligado a tres millones de ciudadanos a viajar a Sudáfrica.
Sudáfrica no quiere inmigrantes | elmundo.es