Respuesta: Evelyn Waugh
La verdad es que de la película ni me había acordado. Uno, después de ver la serie tenía conciencia de que en modo alguno la podría igualar; dos, tuve la suerte de escuchar y leer críticas muy negativas.
En cuanto a ese "por dónde empezar" que planteas Ordoñez, te diría que por la biografía del propio Waugh. Creo que es notorio que me suelo inclinar por ese orden, particularmente cuando se trata de escritores (o pintores o músicos...da igual) de especial relieve, desde mi punto de vista suele ser importante o incluso esencial para conocer la obra. Después, o seguir un orden en la evolución del autor, o empezar por sus mejores tramas: Helena o Retorno a Brideshead, las demás ya irán llegando.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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