PRUEBA DIEGO LAINEZ Á SUS HIJOS PARA SABER Á CUÁL FIARÁ LA
VENGANZA DE LA AFRENTA QUE LE HIZO EL CONDE LOZANO.
(Anónimo)
Cuidando Diego Lainez En la mengua de su casa,
Fidalga, rica y antigua Antes que lñigo Abarca;
Y viendo que le fallescen Fuerzas para la venganza :
Porque por sus luengos dias Por si no puede tomalla,
No puede dormir de noche, Nin gustar de las viandas,
Ni alzar del suelo los ojos, Ni osar salir de su casa,
Nin fablar con sus amigos, Antes les niega la fabla,
Temiendo que les ofenda El aliento de su infamia.
Estando pues combatiendo Con estas honrosas bascas,
Para usar d'esta experiencia, Que no le salió contraria,
Mandó llamar á sus hijos, Y sin decilles palabra
Les fué apretando uno á uno Las fidalgas tiernas palmas;
No para mirar en ellas Las quirománticas rayas,
Que este fechicero abuso No era nacido en España.
Mas prestando el honor fuerzas, A pesar del tiempo y canas,
A la fria sangre y venas, Nervios y arterias heladas,
Les apretó de manera Que dijeron : - Señor, basta ,
¿Qué intentas ó qué pretendes? Suéltanos ya, que nos matas.-
Mas cuando llegó á Rodrigo, Casi muerta la esperanza
Del fruto que pretendia, Que á do no piensan se halla,
Encarnizados los ojos, Cual furiosa tigre hircana,
Con mucha furia y denuedo Le dice aquestas palabras :
-Soltedes, padre, en mal hora, Soltedes, en hora mala,
Que á no ser padre, no hiciera Satisfaccion de palabras,
Antes con la mano mesma Vos sacara las entrañas,
Faciendo lugar el dedo En vez de puñal ó daga.-
Llorando de gozo el viejo Dijo : – Fijo de mi alma,
Tu enojo me desenoja, Y tu indignacion me agrada.
Esos brios, mi Rodrigo, Muéstralos en la demanda
De mi honor, que está perdido, Si en tí no se cobra y gana.-
Contóle su agravio, y dióle Su bendicion, y la espada
Con que dió al Conde la muerte, Y principio á sus fazañas.
(Romancero general. It. ESCOBAR, Romancero del Cid.)
|
Marcadores