Los problemas de la "ausencia" a la que me refiero son aquéllos que siempre han dividido a los carlistas. Corrientes internas que, independientemente de las buenas razones o intenciones, no han conducido a soluciones positivas, precisamente por lo que usted dice. Llevamos demasiado tiempo sin esa deseada "obediencia disciplinada".

Naturalmente, en lo que estoy pensando no incluyo all "carlohuguismo", pero ¿cuántos no reconocen a S.A.R. D. Sixto como Abanderado de la Tradición? Me alegra sinceramente que usted si lo haga.

De estas manifestaciones sólo asistí a una, a título particular junto a mi hermana. En Cibeles nos reunimos con algunos amigos correligionarios de Madrid. Yo no he vuelto a asistir a ninguna otra, en aquella no me sentí cómodo, pero nuestros correligionarios han seguido asistiendo a otras. Supongo que a está última también, aunque la mayoría de las banderas eran de venidos de Navarra, según tengo entendido.

Lo de "Fedeguico", sólo lo sé de oídas, como sé lo polémico del personaje y su programa. Personalmente, no escucho ninguna emisora. Pero, sí me parece importante que no se ignore, como se ha venido haciendo desde hace décadas, al carlismo. Del mismo modo que, tampoco se mienta descaradamente acerca de qué somos los carlistas, tal y como hizo un miserable llamado Francisco Umbral.

No sé si usted lo recordará. Con motivo de la manifestación que se produjo como protesta por el asesinato de Migual Angel Blanco, este miserable, en su columna habitual del diario "EL MUNDO", vertió una de las mayores calumnias que yo haya leído hacia el carlismo. El citado libelo lo tituló así: "CUANDO LA CARLISTADA MATA A UN ESPAÑOL"

Puede usted suponer la hez que destilaba. A mi me produjo un estado de ira que me costó controlar. Me calmó enviarle un escrito de juzgado de guardia, cuya respuesta sigo esperando hoy. Por eso, aunque con reservas, por aquéllo de las intenciones, me alegra que al menos no se nos insulte pretendiendo identificarnos con esa canalla terrorista-separatista, confundiendo así a la opinión pública.