Las posturas que sobre Franco pueden tenerse a día de hoy podrían ser clasificadas más o menos así; y que me corrija el que piense que sobra o falta alguna:
1º Negación absoluta de Franco. Echando pestes de todo lo que supuso su persona, la victoria de 1.939 y su dictadura hasta 1.975. (En ella están encuadrados sus enemigos que, claro, al perder la guerra no se la pueden perdonar).
2º Renegación de Franco: Aquí se pueden distinguir dos motivos para esa "renegación":
2.A. En esta postura se encuentran no sólo los hijos y parientes que vivieron de la dictadura franquista (como bien apunta Valmadian, incluidos muchos "altos mandos" del gobierno actual: Fernández de la Vega, p. ej., hija de un conspicuo colaborador de Girón de Velasco). El motivo de renegar de él es jugar al despiste, y al "soy más demócrata que nadie".
2.B. Pero en esta postura también podríamos incluir a muchos patriotas (falangistas casi todos ellos), que por varias razones (ortodoxia joseantoniana y/o razones tácticas) han pensado desde el deceso del Generalísimo que es conveniente deshacerse del lastre que supone el Caudillo. Claro que esta posición encuentra sus gérmenes en los disidentes del llamado "exilio interior": Dionisio Ridruejo es el primero que me viene a la cabeza.
Creo, personalmente, que habría que posibilitar una tercera postura ante la Cuestión Franco. La siguiente:
3º. Entendiendo que Franco no fue perfecto, ni mucho menos, reconocer sin tapujos que, entre sus máximos méritos, le cupo ser el líder de un Movimiento Nacional capaz de rebelarse contra una situación insoportable, librar una Guerra que nos permitió espantar a los fantasmas de la francmasonería y el comunismo y reconstruir España.
En efecto, tenemos que admitir que Franco empleó los símbolos, tanto de Falange como del Tradicionalismo, creando ese pastiche que fue la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, y quiso juntar el agua con el aceite. Pero tenía sus razones políticas y estratégicas cuando se hizo el Decreto de Unificación: había que ganar una guerra, y no discrepar de lo que estaba en juego: la salvación o perdición de España.
Después, en efecto, Franco jugó con unos y con otros con la astucia que tenía.
Entre las cosas que sí se le pueden reprochar está haber preparado la "sucesión" que preparó... Y así están ahora las cosas.
No creo que haya "franquistas", pues nunca fue el "franquismo" un ideario -más bien fue una "praxis" política, pragmática, y, claro es, una lealtad personal (devotio iberica, clientelismo) a una persona que, como persona, falleció. Pero, desde luego, lo que no es legítimo es la "damnatio memoriae" que se le está haciendo, leer las cosas que se leen de él, creerse la demonización que se perpetra contra su persona sin ningún recato, ningún rigor y, lo que es más grave, ninguna vergüenza en tanto que los que lo hacen vivieron de él y están ahí donde están gracias a él.
Cría cuervos y te sacarán los ojos.
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