Cita Iniciado por Cirujeda Ver mensaje
Entiendo que en un foro de mayoría carlista pudiera interpretarse como una provocación lo que quiero decir, pero esa no es ni mucho menos mi intención.

Creo que se puede considerar irremisiblemente derrotada la causa carlista, si reducimos ésta a una cuestión dinástica. Esa derrota, producida inicialmente en el campo de batalla, se ha dado también, posteriormente, en el campo de la propaganda. ¿Cuántos españoles saben algo del carlismo? Y, entre los que saben algo, ¿cuántos lo comparten? Y, entre los que pudieran compartir sus ideales, ¿cuántos creen que merece la pena luchar por ellos? Sobre todo, ante la casi nula probabilidad de victoria.

No es la primera vez que una causa legítima se ve derrotada. Creo que es discutible la legitimidad inicial de los Trastámara, por poner un ejemplo, y sin embargo a esa dinastía le debemos la mejor reina de nuestra historia. Es decir, los Trastámara, pese a lo dudoso de su legitimidad en el acceso al trono, fueron un bien para España.

Quiero llegar a lo siguiente: ¿No es más asequible, antes que reivindicar el trono para D. Sixto Enrique de Borbón, luchar por los valores de la Tradición y la Hispanidad, hasta el punto de que tengan que ser asumidos por Felipe VI? Ya sé que esto es enormemente difícil, pero también es irrenunciable. Una dinastía u otra no son tan importantes como aquello que representan.

Y, en cualquier caso, puede ser legítimo el cambio dinástico (las guerras, por ejemplo, tienen que servir para algo, igual que el paso de los siglos), pero nunca es legítimo renunciar a la Tradición. ¿Y si Felipe VI tuviera una conversión al estilo de San Pablo que le iluminara sus errores anteriores (por ejemplo, su boda) y le llevara a la lucha por el auténtico bien de las Españas y de la Fe?

Para nosotros, es imposible. Pero, además de movilizarnos en nuestros ambientes, podemos rezar por la conversión del Rey. Porque lo que necesita España, verdaderamente, son gobernantes santos. Si son santos y capaces, me da igual la dinastía.

En este foro intervienen personas con mucha más formación que yo, y me encantaría ser corregido.

Saludos.
Bien hallado, amigo, bien hallado, hacía mucho que no te dejabas caer por aquí; bueno, supongo que tus motivos tendrás. Veo que Hyeronimus ya se ha encargado de darte una excelente explicación. En efecto, coincido contigo en que "el Carlismo" pasa por momentos delicados en lo que a causa dinástica se refiere. Pero la misma denominación -francesa en origen, por cierto, "le charlisme"- puede inducir a error. Además de la Tradición, las Españas y el foralismo como forma de reconocimiento de los derechos y características de cada reino, principado y señorío, de España, lo que corresponde de un modo más amplio es el "legitimismo". En estas cuatro realidades, necesarias unas a otras, está la Causa a la que pertenecemos. Ciertamente, la cuestión dinástica hoy está en horas bajas, pero ello no significa que el Carlismo -la denominación originaria- vaya a desaparecer.

La mal llamada monarquía parlamentaria, aún peor, monarquía constitucional fórmulas bastardas de la monarquía, son un contrasentido de lo que es una monarquía, "a secas", sin adornos institucionales, ni dialécticos. Sino fuera así la finalidad de la monarquía no tendría sentido frente a las formas republicanas: el rey sólo es seguidor de si mismo y de su pueblo y sin éste no hay rey que valga, mientras que en una república (y habría que ver qué forma), el presidente puede ser un hombre de partido, luego ya no es para todo el pueblo, o no serlo, pero será inevitable que tenga alguna tendencia. En cualquier caso, a través de un parlamento, ningún político necesita al pueblo nada más que para las urnas, en el caso de una democracia, o la estructura de su partido en el supuesto de una dictadura o de un Estado totalitario.

Al menos para mi, la conclusión es obvia. ¿Y ya se dirá que otra forma de representación legitimista hay en España? Al Carlismo se llega por tradición familiar o por el reconocimiento racional de la verdad histórica de España.

Un saludo y ójala que sigas aquí con regularidad.