Respuesta: Nueva "GARZONADA"
No, no puede. No estoy al tanto de los detalles, pero si sé que legalmente, es decir, según la normativa que regula la composición y funcionamiento del citado Tribunal, ningún jurista que esté encausado en su país puede ocupar cargo de ninguna clase. La excepción es que sea "contratado" como persona física "externa", pero nunca como funcionario.
Como digo, hablo de memoria, no tengo a mano los textos legales, pero así se ha comentado por parte de algunos juristas a los que he tenido oportunidad de escuchar.
Mientras tanto, la turba de seguidores que tiene a su disposición, ha vuelto a una nueva algarada en la zona de la calle Génova de Madrid. Observando con cierto detalle a esta turba se aprecia enseguida que son TODOS COMUNISTAS y algunos de los socialistas más radicales y próximos al marxismo más retrógrado. Y semejante basura no tiene lugar ni espacio en España.
Así que ni un paso atrás, a observarlos y darles donde les duela dentro de la legalidad de la situación actual que para otros modos siempre hay tiempo, y ¡leña al manzano allá donde se encuentre!
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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