Pero aún aquí vemos también el sentido profundamente hispanista de Portugal en la restauración de Hispania como un todo con sus características tradicionales: cristianismo, romanización, sustrato preromano, etc... aún respetando todo lo bueno que dejaron los árabes: monumentos, artes, agricultura, urbanismo, riqueza lingüistica, etc. Fue Portugal la que tras conquistar el Algarve tomó la decisión de recuperar la antigua Mauritania Tingitana para la causa hispano -cristiana (bien es verdad que los moriscos también se consideraban españoles con razón, ya llevaban 800 años allí), empezando por Ceuta y después la expansión hacia el sur (Tanger, Tetuán, Larache, etc) hasta llegar a Alcazarquivir, donde sufre un revés definitivo y hace que la corona portuguesa caiga en manos de Felipe II, con el consiguiente cambio de rumbo y estrategia, ya que lo que importaba desde ese momento era la colonización de América, la restauración de la totalidad de Hispania era secundario.