Maza: en el caso de Fouché, quisiera aclarar para no dejar lugar a dudas que más que conseguir la "nobleza", lo que logró fue un título nobiliario que no merecía por asesino y criminal. No se puede conseguir lo que NO se tiene, aunque se compre. Fue -y es- un modelo para la policía política de todos los tiempos y de todos los signos. Un intrigante y una serpiente.
En cuanto a la relación masonería-revolución. Las investigaciones de Agustín Cochin sobre la Revolución -sirviéndose de documentos de la época, que se conservan al parecer bastante bien en Francia- puso de manifiesto que las grandes figuras revolucionarias como Mirabeau o Danton se camuflaban bajo la partícula indeterminada "on" en francés: en la génesis de cada episodio revolucionario se constataba la presencia de fuerzas que no eran ni las personalidades de la misma revolución ni la masa manipulada por la misma, sino "sociedades secretas", como la francmasonería.
El abate Barruel nos lo mostró con clarividencia en sus "Memorias para servir a la Historia del Jacobinismo".
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