Re: Teoría política. Ideologías, partidos y movimientos.
Esto no tiene nada de nuevo, ya en los "70" del siglo XX hubo una corriente nazimaoísta en la Universidad de Bolonia. Y todo esto no es más que una suma de un totus revolutum de grupúsculos que, disconformes con el sistema, andan a ver si encuentran una línea ideológica troncal a la que adherirse. Esto no es sino una mezcla de viejas concepciones totalitarias, por tanto detestables y rechazables directamente, que no traen más que pésimos presagios sobre el futuro de muchos jóvenes que se dejan llevar de la ira y la impotencia. Esto es una especie de comunismo de derechas con el que pretenden obsequiarnos a base de una parafernalia infumable. Lo dicho, viejo, viejo, viejo.
Respecto a lo que ellos llaman Vaticanismo político, demuestran una completa y total ignorancia de lo que es y significa la Fe católica. Ignoran que es mandato de Cristo la difusión planetaria del Mensaje de Rendención y Esperanza y, por tanto, éste ha de pasar por encima de razas y fronteras nacionales, todo ello producto de los desvaríos teoréticos del S XIX. Por supuesto, dicen las barbaridades que sueltan porque empiezan ellos mismos por ser ateos, laicistas o a saber de que otra tendencia, por valer les valdría, según dan a entender, hasta el vudú. Pero no es nada difícil imaginar perfectamente qué escenario le esperaría al Catolicismo en un mundo dirigido por estos aspirantes a tiranos, y es que la libertad religiosa que proclaman ahora no es más que una falacia para engañar a esa gente joven, rebelde y sin criterio propio, cuyo favor aspiran a conquistar.
De ahí también su queja acerca de que eso que llaman Vaticanismo político o nacionalismo católico, que es una absoluta incongruencia por cuanto católico significa universal, mientras nacionalismo es una postura doctrinaria que propicia lo propio, la exclusivdad de la etnia, es decir, el ombligo de la tribu, y del que dicen que "pescan" a nazis para llevarlos a su postura.
Pues va a ser que no, más bien lo que se "pesca" es a jóvenes que después de pasar por el retrete nazi terminan asqueados y comprendiendo que sus vidas están absolutamente vacías, que no encuentran respuesta a sus lógicas inquietudes juveniles y que en semejante cloaca no van a tener esa guía espiritual que buscan. Los idealismos no son más que paréntesis mentales en el desarrollo de las personas y que con la edad se van curando, lo que hace falta es que el espacio que ocupan en las mentes y las conciencias esos delirios sean ocupados por lo único real y posible, La Verdad, por la Palabra del Verbo.
Debemos desear, pues, que toda esa patulea de ignorantes fracase en su empeño. Desde luego, jamás soñarían con reunir a dos millones de jóvenes con tan extraordinario entusiasmo y fervor como en la pasada JMJ. Ojalá esos 2 millones se conviertan pronto en 20 millones y en menos después en 200 millones y progresivamente a más y más...
Nosotros desde aquí seguiremos propugnando la idea Católica de Hispanidad, por encima de verborreas sobre razas y por encima de verborreas sobre sangre de casquerías.
Última edición por Valmadian; 27/08/2011 a las 14:57
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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