A pesar de todos los datos aportados, a esta gente le da igual. Su argumento estrella es que el marxismo nunca ha sido aplicado tal como lo postularon sus ideólogos. Pues bien, eso es porque lo que se postulaba era imposible. Punto. No es que el mundo que imaginan los comunistas sea una utopía, como suele decirse, de hecho es todo lo contrario: reducción del hombre a la materia, algo realmente tenebroso. Por eso mismo es imposible (al igual que lo que supuestamente pretenden los liberales), porque parte de una concepción del hombre errónea y, por supuesto, porque pretende eliminar a Dios.
Por otro lado, habla Regino de Alarcon de difamar, injuriar e insultar, etc. y viene a explicar supuestas verdades del marxismo. Al mismo tiempo, tilda de "fascista" o "ultraderechista" todo lo que no le gusta, recurso típico de los tiempos que nos han tocado. Prefiero no preguntarle que entiende por fascismo (rigurosamente hablando) y por qué estamos obligados a respetarlo todo (incluso lo más demencial) menos lo que se considere "fascista" al capricho de cada momento. Miedo me da la posible respuesta. Pero así funcionan las cosas ahora: tenemos que andar de puntillas con el marxismo a pesar de las más clamorosas evidencias mientras que podemos calificar de "fascista" o "nazi" lo que nos venga en gana, convirtiéndolo inmediatamente en indeseable y abominable.
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