Veo que al final acabaremos alabando al comunismo ruso, el histórico y el actual. Después de todo, Stalin habría sido un buen gobernante porque ponía límites al aborto y no toleraba la propaganda homosexual.

Hace diez años considerábamos una frikada peligrosa esto del nacional-bochevismo. Cualquier sugerencia de que los patriotas pudieran colaborar con los comunistas, o de que pudieran ver con buenos ojos el comunismo ruso, producía un inmediato rechazo. Al que proponía esa unión imposible, por entonces casi exclusivamente el MSR, se le mandaba a freír gárgaras o se le hacía objeto de burla. Pero poco a poco estas tesis se han ido imponiendo y ahora se puede decir que son hegemónicas en el sector patriótico. Hay que darle las gracias a Dugin y a su jefe, Putin.