En cuanto pueda presto más atención a los enlaces que comparte Kontrapoder. Por ahora, sólo decir que adhiero plenamente a los dos artículos de De Prada. Lo que dice en el segundo está comprobado por la ciencia: véase el libro a que referí aquí en su momento: "La pornografía y sus efectos sociales y crimenológicos", de Agustina, o el estudio del Social Trends Institute. Lo que me alarma es lo que dice el primer enlace: parece que De Prada en un trabajo "describió diferentes tipos de vaginas". He aquí la clásica tensión entre el sexo y el arte. Si me apuran -y me podrán reprochar la excesiva pudibundez- no me parece muy feliz esta incursión, por más donaire que presentara Juan Manuel en la descripción de las vaginas -que no dudo que lo tuvo-