Fuente: El Pensamiento Navarro, 28 de Marzo de 1971, página 5.


Carta de unos alumnos en defensa del catedrático despedido

BARCELONA.– Un grupo de alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras, dieron a la publicidad una carta relacionada con la agresión de que fue objeto anoche el profesor de la misma, doctor Canals. La carta dice:


“Como aclaración a los hechos ocurridos en la cobarde agresión perpetrada ayer en la Facultad de Filosofía y Letras en la persona del profesor de Filosofía, doctor Canals, estos alumnos suyos están en la obligación de decir:

1.– Una asamblea coincidente a esa hora con la huelga en Derecho y Económicas (conmemorativa de la “comuna” comunista de París) invadió el aula donde debía dar la clase.

2.– La mayor parte de los alumnos que asisten a esa clase, en número de unos cincuenta, que el lunes y el miércoles habían manifestado su disconformidad ante otras intromisiones que impidieron dar la clase, decidieron este día reunirse en otra aula, visto el cariz comunista de los acontecimientos.

3.– Los que estuvieron en la asamblea, que luego perpetraron la agresión –unos 60 de los cerca de 300 asambleístas– no eran de la clase, ni aun de la Facultad.

4.– La asamblea revolucionaria se ha desarrollado, en sus distintas fases (marxista, anarquista…), en hechos claramente explícitos: el miércoles se manifestaron unos 200 en Pedralbes al canto de la Internacional, puño en alto y con gritos marxistas. Todas las paredes están señaladas de hoces y martillos y de lemas comunistas, con sugerencias a la acción revolucionaria. Los comunistas agresores del doctor Canals pusieron el siguiente cartel: “Canals dice que el fin del hombre es la visión de Dios. Esto en el siglo XI era motivo de santificación. En nuestros días merece la expulsión de la Universidad”.

Es evidente que al doctor Canals sólo se le ataca por declararse católico y antimarxista, como los mismos panfletos comunistas que corren profusamente por nuestra Universidad lo afirman. El partido comunista en sus múltiples variantes, es el actual dominador de la Universidad merced a la pasividad de quienes debieran impedirlo y no lo hacen. Ésa es la trágica realidad”.


Firman la carta un grupo de alumnos. (Cifra).