En gran medida es por los votos, y el Vaticano ya ha advertido que si se gobierna según lo que desea el pueblo y no según lo que le conviene, la civilización está condenada al Caos.



La postura de la Iglesia contra este hecho no es un simple capricho y mucho menos consecuencia de una homofobia, tal y como afirman algunos ignorantes. Creo que es necesario entrar en los principales motivos por los que la Iglesia combate los matrimonios etre homosexuales. De momento se me ocurren tres:

1.- La destrucción de la familia, pilar básico de toda sociedad sana. Si consideramos que todo puede ser matrimonio, es que matrimonio ya no es nada. Si se aceptan matrimonios entre personas del mismo sexo, también acabarán necesariamente aceptándose matrimonios entre tres o más personas puesto que la figura tradicional de una mujer y un hombre, un padre y una madre, habrá quedado destruida.


2.- La aceptación de la homosexualidad como un hecho natural. La homosexualidad no es la norma, sino la excepción - la homosexualidad es una desviación, un extravío y generalmente también un drama. Cuando una sociedad ignora que la homosexualidad es una grave enfermedad, es que ésta está también gravemente enferma. La homosexualidad puede ser repetada, pero nunca debe ser normalizada.


3.- Cuando se acepta un matrimonio, se acepta también la capacidad de esas personas de formar una familia, y por lo tanto de criar hijos.
Este es un paso intermedio hacia la adopción, o concepción mediante ayuda de la ciencia, de criaturas por parte de parejas homosexuales, convirtiéndose así en una absurda y preocupante parodia de la familia. Además, ésto puede abrir puertas hacia la aceptación de métodos reproductivos antinaturales. Así, la vida ya no sería únicamente consecuencia de un acto de amor (a veces sexo, aunque normalmente en esos casos se evita tener hijos), sino que lo podría ser también de una probeta en cualquier laboratorio.