Pero demos una vuelta a nuestro derredor ¿y cuántos católicos hay dignos de tal nombre y que conozcan las exigencias de la fe que dicen profesar? No seamos ingenuos. La crisis de la Iglesia ha producido más bajas que una guerra. No es suficiente apelar al Catolicismo para la salvación de España, cuando hay más enemigos por antiespañoles que por anticatólicos. Es casi mejor el español que por vergüenza torera no frecuenta la parroquia, que el parroquiano de AES (que por cierto, alguien explicará qué pinta ese partido de nuevo cuño en todo esto), demotonto y liberal, pasando por alto la apropiación indebida de FN y el ansia monolítica de "partido único".
Luego hay que conocer un poco que está pasando con nuestra juventud, que van a parar a tribus urbanas en lugar de a verdaderas milicias encuadradas, ¿quizá sea por que no tienen donde ir?
Como en toda guerra, y nuestra política es una guerra sin cuartel, hay que definir el objetivo a derribar, los medios a emplear para su derribo y la toma del poder. ¿Están todos los carlistas bajo las banderas de la Tradición? ¿Bajo la misma autoridad política del Abanderado?¿Hay verdaderamente un Abanderado digno no sólo en nombre y derechos, sino en deberes cumplidos?¿Cómo ir a salvar a los demás cuando uno mismo no sabe ni donde está?
Muchos interrogantes.
En cuanto al 23-F hay que tener presente que el mismo Tte. Col. Tejero en el juicio dijo aquello de: "Eso me gustaría a mí, que alguien me explicara que pasó el 23-F."
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