Bellido dolfos , ¿ hèroe o traidor ?

Re: Bellido dolfos , ¿ hèroe o traidor ?

Se lee bastante mal el voluminoso amasijo de tendenciosidad que una mano enferma o disléxica ha vertido en este penoso hilo.

Básicamente parece aquí desconocerse que "el fin jamás justifica los medios" y que por más injusta que fuera la causa del rey Sancho II, jamás puede darse por buena una traición para encumbrar a un asesino.

Porque basta con saber que a este Bellido Dolfos jamás los zamoranos le reconocieron como uno de los suyos y de hecho durante siglos la puerta relativa a su fechoría se conoce como "Portillo de la traición".

Y que el Romancero del "Cerco de Zamora" está basado en la limpieza del honor de los zamoranos de entonces y de después ante la traición de Bellido, de la que Arias Gonzalo y sus hijos demostraron en combate contra el retador castellano Diego Ordóñez que no habían tenido nada que ver.

Así quedó zanjado el tema durante siglos y siglos hasta la llegada de los actuales "expertos" y de los revisonistas de la historia, algunos espléndidamente subvencionados.

La tradición sobre el tema la recogió el Romancero del Cerco de Zamora, que puede verse aquí:

http://hispanismo.org/literatura/284...de-zamora.html

Última edición por ALACRAN; 25/09/2022 a las 20:58

“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.

A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)