Mientras la Santa Iglesia es injuriada y humillada por la masoneria liberal, estos mismos rufianes, autodenominados políticos, se someten a la voluntad del Islam, fomentando que se vuelvan a alzar sus minaretes en la Patria que tanta sangre derramó para erradicarlos.
Por desgracia el pueblo español se ha vuelto indolente y pasivo, sería necesario una revalorzación de las virtudes que tanta fuerza nos dieron en otros tiempos, para asi, que el espiritu de la gallardia y valor que duermen en la sangre hispana despirte de su letargo y purifique el solar patrio.
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