El obispo Novell vuelve a dividir a los católicos catalanes
Su apoyo a la ideología nacionalista decepciona a millones de católicos catalanes.
El nacionalismo es una ideología surgida en el siglo XIX que diviniza la nación e impide el desarrollo pleno y armónico de la propia identidad. El obispo de Solsona, Xavier Novell, es nacionalista. No es extraño. Lo son sus padres y sus hermanos. Nació en una región arrasada por el nacionalismo, en la que sus pastores predicaron esta ideología durante los últimos 50 años. El obispo Deig fue enterrado allí con la senyera, y en su funeral se cantó el pacífico himno del “bon cop de falç”. Con estos pastores, gran parte del pueblo -antaño profundamente cristiano, cambió a Dios por la “nació”. ¿Resultado? Secularización galopante. No hay sacerdotes, no hay vida parroquial, no hay cristianos. Novell está solo. Parece que intenta recuperar la vida cristiana. Pero Novell es nacionalista y predica el nacionalismo. De vez en cuando sale en los medios subvencionados apoyando esta ideología. Y así no se puede construir nada. Hace 2 años dijo lo siguiente aprovechando una homilía: “María del Claustro, nacida en un país ocupado y oprimido, emigrante por motivos políticos, sabe bien qué significan esas esteladas [quiere decir cubanas]. ¿Qué le vamos a explicar sobre deseos de independencia política?“. Es decir: el obispo insinuaba que Cataluña era un “país ocupado y oprimido”, tomaba partido por una interpretación política concreta, e involucraba a la Virgen en el separatismo catalán. Este año Novell vuelve a apoyar las opiniones políticas del nacionalismo aprovechando el 11-S. En lo que llama “glosa del obispo” y titula Con el pueblo de Cataluña, Novell elige difundir el nacionalismo, rebajando su su dignidad episcopal y desacreditando su labor pastoral: - Olvida las palabras del Papa. Sostiene Novell que el papa Francisco “Identificó el proceso catalán como un intento de secesión y evitó calificarlo moralmente, aunque mencionó las condiciones en las cuales un proceso de este tipo seria obvio y justo”. En realidad, lo que dijo el papa fue esto: “Toda división me preocupa (…) Habrá casos que serán justos y otros que no serán justos, pero la secesión de una nación sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con muchas pinzas y analizar todos los aspectos”. Es decir: parece que el papa no cree que Cataluña sea “un país ocupado y oprimido”, y que la unidad española no fue forzosa. Y parece también que la advertencia de “tomar con muchas pinzas” la secesión a Novell no le interesa. - Menosprecia la pluralidad catalana. Se refiere a “la cuestión clave que tenemos planteada”, pero que en realidad sólo plantea el nacionalismo: “¿Tenemos derecho o no a decidir nuestro futuro?”. E inmediatamente liga la cuestión con el “derecho de autodeterminación”, y asume la tesis nacionalista sin matices: “Cataluña cumple los elementos que la doctrina social de la Iglesia indica sobre la realidad de la nación: cultura, lengua e historia”. Quizás en Solsona encaje en esta descripción monolítica; pero Cataluña no es así. Se hablan 3 lenguas; la cultura de Badalona es diversa de la de Gerona, y ésta de la de Tortosa; y nuestra historia está unida a la del resto de Españoles desde el reino visigodo. ¿Cuántas “naciones” hay en Cataluña, sr. bisbe? - Cita un documento pastoral nacionalista de los obispos catalanes de los años 90, repleto de ideas pujolistas y observaciones políticas, entre las que figura la muy poco caritativa obligación del “uso del catalán como lengua propia de la Iglesia en Cataluña (…) en cualquier iglesia, capilla u oratorio, sea parroquial o no, incluidas las catedrales y las iglesias de religiosos”. Y acude al preámbulo del Estatut de 2006 para justificar que Cataluña es una “nació”. - Repite el victimismo del relato nacionalista: “en los últimos tres siglos, son muchos los episodios históricos en los que se ha intentado eliminar o limitar su identidad nacional [de Cataluña]“. Puro ensvolenaixafar, ensvolenresiduals, y espanyacontracatalunya, impropio en un obispo. - Ejerce de experto en Derecho Internacional y Constitucional: “cuando se afirma que Cataluña no tiene derecho a la autodeterminación y que sería ilegal la consulta del 9-N, se está usando la ley para impedir un derecho fundamental que es anterior y superior al ordenamiento jurídico vigente. La Constitución de 1978 debería aplicarse de tal manera que hiciera posible que las naciones que forman España puedan decidir libremente su futuro”. Parece que a Novell la Constitución que votó el 62% de los catalanes no le merece el mismo respeto que el preámbulo del Estatut de 2006, votado por el 36%. - Pide apoyar una ideología concreta y llama la participación en el referéndum ilegal: “Os pido, por tanto, que no permanezcáis ajenos a este proceso [el 'prusés' nacionalista] y (…) escoged con tranquilidad de conciencia aquella opción ante la consulta que creáis mejor”. Bisbe Novell: salga a la calle y verá que Cataluña no es un país “ocupado y oprimido”. No nos unimos al resto de España a la fuerza. La secesión hay que tomarla con muchas pinzas, porque puede provocar una fractura social interna muy lesiva para la convivencia. Los catalanes ya decidimos nuestro futuro de acuerdo con las leyes que votamos, como cualquier Estado de Derecho. Cataluña es muy diversa y carece de la pureza nacional que ud. le atribuye. La tarea de la Iglesia es predicar la Palabra, no la lengua ni la ideología. Espanyansroba y ensvolenaixafar son argumentos de odio y resentimiento impropios de un discípulo del Amor. El derecho de autodeterminación está muy bien definido y se aplica en los supuestos enumerados por el Derecho Internacional, que no son aplicables a Cataluña. La Constitución dice que España es una nación (así la llamaban también Juan Pablo II y Benedicto XVI), no la define como compuesta por “naciones”, y no es tarea de un obispo decir cómo debe aplicarse esta ley. El referéndum que ud. defiende es inmoral, ilegal, despótico y antidemocrático, como ya explicamos aquí. Bisbe Novell: ¿de verdad se cree que su carta sirve a la Iglesia? Deje de dividirnos, respete la diversidad de su grey y de toda Cataluña, escuche lo que le dicen el Papa y la Iglesia sobre el “dret a decidir”, y no destruya con un documento político los esfuerzos evangelizadores que muchos intentan hacer en Cataluña. Su parcialidad nos entristece y perjudica gravemente a la Iglesia en nombre de una ideología.
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