No se trata de imponer la catolicidad bajo amenaza. Cada uno es libre en su fuero interno y dará cuenta a Dios de lo que haga o crea. No se impone, se enseña para formar buenos católicos. La unión entre Estado e Iglesia no puede sino hacer bien a la sociedad. No quiere decir que la Iglesia dicte las leyes ni gobierne. Para eso existen los gobiernos y las autoridades civiles. Sin embargo, Cristo es Rey, el Rey por antonomasia, y la sociedad se sujeta a Él, los legisladores tienen en cuenta a Dios y no prescinden de Él, y por eso elaboran leyes justas. Cuando los reinos han tenido en cuenta a Dios, las sociedades han sido justas. Cuando prescinden de Él, van a la deriva y la ruina. No me vale la cita de Santo Tomás Moro porque aquí nadie está hablando de "combatir a mano armada y con alboroto" y además es un libro que estuvo mucho tiempo en el Índice. Santo Tomás Moro no es santo por sus escritos, que no son palabra de Dios. Es santo por su martirio, porque prefirió morir a obrar injustamente y contra Dios, pero la Utopía es un libro que contiene cosas extrañas y no recomendables, y desde luego afirmar "en el supuesto de que únicamente existiese una religión verdadera y el resto fueran falsas" ya peca de liberalismo al considerar que no hay una verdad sino que todas están más o menos equiparadas o pueden ser ciertas en alguna medida.