Exacto, con todas las distancias que se quieran, no podrías haber puesto un mejor ejemplo. Que la sede no está vacante, es un hecho. Vacante, lo que se dice vacante, solo está en los periodos comprendidos entre la muerte de un Papa (o renuncia) y la elección del siguiente. Solo durante ese tiempo se puede afirmar con rotundidad que hay sede vacante. Ahora, como vemos, está Francisco, luego la sede no está vacante. Solamente se podría afirmar que la sede podría estar ocupada por una persona inadecuada, empeñada en cometer graves errores doctrinales, usurpándole el lugar a alguien que no los cometiera. Incluso un Papa podría llegar a caer en la herejía... Y como nos ha contado Juan Vergara, no sería el primer caso en la historia de la Iglesia. En cualquier caso, algún día la Iglesia tendrá que juzgar a esos Papas tan 'inadecuados'. Hacerlo sin falta, y sin falta, también, juzgar al último concilio, usurpador de la verdadera doctrina de la Iglesia (y más cuando el último concilio afirmó ser 'pastoral' y no 'dogmático-doctrinal'). Como dice Monseñor Marcel Lefebvre en su libro 'Le Destronaron': "es necesario". Pero es que la cosa, como ya todos sabemos, viene de lejos... y no empieza con Francisco. Aunque con él parezca que el problema hubiese coronado la cima.
Y extrayendo aquí esta cita de su libro, no afirmo que Lefebvre mantenga las mismas tesis que nosotros mantenemos... Pero, me ha parecido apropiada y muy ilustrativa.ésta es la cita completa extraída del libro:
"...Os preguntasteis quizás ¿cómo es posible que haya triunfado el liberalismo a través de los Papas Juan XXIII y Pablo VI, y mediante el concilio Vaticano II? ¿Esta catástrofe es conciliable con las promesas hechas por Nuestro Señor a Pedro y a su Iglesia: 'Las puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella' (Mat. 16, 18); 'Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo' (Mat. 28, 20)? Creo que no hay contradicción. Efectivamente, en la medida en que esos Papas y el Concilio han descuidado o rehusado usar de la infalibilidad y utilizar ese carisma que les es asegurado por el Espíritu Santo siempre y cuando lo quieran usar, han podido cometer errores doctrinales o con mayor razón dejar penetrar al enemigo en la Iglesia gracias a su negligencia o complicidad. ¿En qué grado fueron cómplices? ¿De qué faltas fueron culpables? ¿En qué medida su función misma queda cuestionada?. Es evidente que un día la Iglesia juzgará ese concilio, juzgará a esos Papas, es necesario".
Monseñor Marcel Lefebvre - "Le Destronaron"
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