Perdón, creo que no me expliqué bien. Yo me refería exclusivamente a lo que ocurre hoy en día. Seguramente los nietzscheanos preconciliares tendrían otras motivaciones bien distintas para acercarse a la obra del citado filósofo.
Creo que en el pesimismo protestante has encontrado un detalle clave, como afirmáis. Pero yo diría que del “cientificismo” del que habláis aún queda mucho en ciertos sectores de la sociedad.
Algo sí, es indudable, pero eso le sucedía a muchos en aquella época.
Sin embargo, Hitler nunca llegó a entender del todo a Nietzsche y su vitalismo.
El darwinismo social del régimen nacionalsocialista estaba inspirado más bien en aquella mentalidad pseudocientífica mencionada anteriormente y en determinadas tonterías esotérica, más que en la filosofía nietzscheana que, si se lee bien, podría parecer más afín al anarquismo que a un sistema como el imperante en la Alemania nazi.
Un saludo.
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