Amigo: no entiendo nada del tema, pero pienso que nuestra imperfección no es óbice para imaginar la perfección. Mi fealdad no me impide imaginar la belleza de otros.
Efectivamente, al ser creaturas de Dios, tenemos atisbos de perfección, los cuales nos permiten visualizar lo que sería la perfección de quien nos creó. Ese mismo atisbo, soplo de perfección nos permite reconocer el bien, aun cuando obremos el mal. Distinguir lo bueno de lo malo.
No creo que Dios introdujo esas ideas, sino que las traemos, justamente, por ser obra de Él.