Bandera y futuro guipuzcoanos


San Sebastián, 28 noviembre 2011,
feria de Adviento. Desde que manos anónimas --carlistas, según se dijo-- retirasen de la fachada de la Diputación de Guipúzcoa una placa injuriosa contra la bandera española, el 8 de agosto de 2010, FARO ha venido informando del asunto, tanto de las rocambolescas versiones recogidas por los medios, plagadas de falsedades, como de sus implicaciones judiciales.

La prensa del pasado viernes 25 publicaba la noticia de que el Tribunal Supremo ha ordenado retirar la nueva placa que quienes detentaban el poder en dicha Diputación hicieron colocar tras desaparecer la anterior. Dicho tribunal ha apreciado el recurso de casación interpuesto por la Abogacía del Estado contra un fallo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco: "y en consecuencia procede ordenar que la bandera ha de ondear sin interferencia alguna por lo que la placa ha de ser retirada".

Con la Diputación, mal llamada Foral, de Guipúzcoa ahora en manos de Bildu, y el Gobierno (de ocupación) de España pronto en manos del Partido Popular, quizá sea prematuro alegrarse por el mantenimiento de la bandera de España donde le corresponde y por la retirada de la placa injuriosa. A guisa de ejemplo y advertencia: El Diario Vasco de hoy lunes publica que, en contestación a un cuestionario remitido por dicho periódico, el dirigente de ETA/Batasuna Arnaldo Otegui (actualmente en prisión en Logroño) declara que "La mayoría absoluta del PP puede ser una ventaja para avanzar en el proceso". No en vano fue el hasta ahora único presidente del Gobierno del Partido Popular, José María Aznar, también el único que desde ese cargo se refirió pública y oficialmente a ETA y su entorno con el nombre que ellos mismos se dan, "Movimiento Vasco de Liberación Nacional". No en vano tampoco, el "antiterrorista" oficial del PP, el eurodiputado demócratacristiano Jaime Mayor Oreja, procede de la extinta Unión de Centro Democrático (UCD), cuyos restos se integraron en el Partido Popular. Los gobiernos de la UCD habían sido los que más concesiones hicieron al terrorismo y al separatismo, hasta que llegó José Mª Aznar al Palacio de la Moncloa, dispuesto --como se vio-- a superarlos. Bajo la presidencia de Mariano Rajoy, el PP ha sostenido en las Provincias Vascongadas a un gobierno autonómico en manos del PSOE, bajo cuyo mandato se ha reorganizado el nacionalismo vasco (en puridad, antivasco) hasta obtener el considerable éxito electoral del pasado 20 de noviembre.

Que Dios, y nuestro esfuerzo, nos permitan seguir viendo la bandera roja y gualda ondear en San Sebastián.

Agencia FARO