Soberbio análisis el de Xaxi. En mi ex-trabajo tenía yo una de ésas: bueno, era medio sociata por no decir sociata entera nacida de Vizcaya, pero residente en Álava hasta hacía pocos años y de apellidos tan vascos como Muñoz y Villabotijos (por poner un ejemplo. No son esos apellidos, pero parecidos), pues en su afán de vasquidad sus hijos se llamaban Olatz e Ibai (como la web de subastas pero en vasco)...toma ya: el horterismo llevado al extremo. Pero es que ese horterismo es nota común en todo el territorio desde hace algunos años: desde llamar a tu hija aquél célebre "aquélla cuyos senos desafían la ley de la gravedad" en idioma guaraní (o algo parecido, como dijo la afortunada madre de uno de los primeros nacidos este 2014) hasta usar otros paganos e imaginarios como Thor, Loki, Odín, Kevin Cosme o qué sé yo. Por lo visto la subnormalidad es profunda y un mal endémico de este país. En el caso de las regiones que premian o pagan a traidores como en tiempos de Roma, por balcanizar sus nombres, esa subnormalidad se multiplica por tres. Así tendremos al payaso que sirve las tortillas en el batzoki llamado Kepa Urko Aritza de todos los Santos González Walker de ikurriña en el balcón y retrato del chalao nazi en el salón, y a don Thor Izan Jonathan Villalobos dirigiendo el consejo de administración de una empresa cualquiera. Pero qué mas da, habida cuenta de que algún día el jefe de Estado podrá incluso llamarse Pelayo de Borbón N'Guyen y tener de consorte a Manolo Ramírez.
Angel exterminador, ven pronto.
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