Igual pensaron algunos en tiempos de la II República, cuando se asesinaban curas, se profanaba (día sí, día también...) el Santísimo, se quemaban iglesias y conventos... y cuando hasta su presidente, Manuel Azaña, había dicho que España ya había dejado de ser católica.
Sin embargo, Franco, solucionó el problema en unos pocos años (bastante menos de cincuenta, por cierto...).
No seamos tan pesimistas y pidámosle a la Santísima Virgen que interceda en favor nuestro; y recemos ante el Sacratísimo Corazón de Jesús, con el Espíritu Santo en la Gloria de Dios Padre, para que nos ayude a los cristianos a devolverle la Fé verdadera ya casi perdida en estas tierras.
__________
Un verdadero católico siempre mantiene la esperanza porque sabe que la victoria, finalmente, siempre será nuestra.
Ahora bien, créeme que entiendo perfectamente el pesimismo que habrá de reinar siempre entre los humanistas y demás patriotas que no tengan, primero y por encima de todo, su fé y su corazón puestos en Nuestro Señor Jesucristo.
Un saludo
![]()
Marcadores