Re: Ni un voto al PP.

Iniciado por
ALACRAN
Es la primera vez que oigo a una mujer usar la palabra "cochinadas". Puesto en boca de mujeres parecería más bien ser palabra propia de una recatada a la que el sexo escandaliza.

Iniciado por
Amazonia
He usado esa palabra porque alguien que debatia conmigo la uso. Yo soy normal.
Esto lo ha escrito usted en el #486:
Cochinadas las hacemos todos independientemente de nuestra pareja, sudamos, expulsamos fluidos, etc, etc, no se si entre personas religiosas se permiten otras practicas que no estan tipificadas de "normales", y me pregunto que entra dentro de su normalidad y que no. Una felacion entre hombre y mujer es anormal?¿.
El deseos es tan instantaneo que antes del arrepentimiento ya se ha colado en nuestras cabezas, inhibir ese deseo no nos libra del pecado, vamos, imagino yo, y mas si eres apasionado y eres de desear mucho, como mide eso Dios?¿, es mejor pensar "cochinadas amenudo" que saciar ese deseo mas espaciado en el tiempo?¿.
No se como funciona usted, lo que es yo, cuando deseo...pongamos chocolate, hasta que no me lo como no dejo de pensar en el. Seguramente en el mundo animal 8que no entiende de normas espirituales o morales, tambien existe la homosexualidad).
Sin comentarios.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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