Interesantísimo tema. Como trasfondo está la certeza, casi indiscutible, de el escasísimo éxito que las ideologías extranjerizantes -y digo extranjerizantes, que no extranjeras- han tenido desde que llevan tratando de implantarse en España, cual elefante en cacharrería, desde hace ya siglos.
Esto lo sentencia muy agúdamente el sabio Montañés en estas palabras:

"Donde no se conserva piadosamente la herencia de lo pasado, pobre o rica, grande o pequeña, no esperemos que brote un pensamiento original ni una idea dominadora. Un pueblo nuevo puede improvisarlo todo menos la cultura intelectual. Un pueblo viejo no puede renunciar a la suya sin extinguir la parte más noble de su vida y caer en una segunda infancia, muy próxima a la imbecilidad senil." (Menéndez Pelayo
Y, desde luego, nadie puede discutir que entre los liberales hay gente leída, culta e inteligente. Y parece que, sí, los hay que entienden esta clave y pretenden homologar -insisto en esta palabra- su desviación extranjerizante, adepta en lo esencial al liberalismo recurriendo al mismo acerco hispánico del que tiraron los "austricistas económicos". Es decir, sabedores de que la llamada "escuela austríaca" bebe, previo filtro tendencioso, de la elaboración escolástica... pues qué hacen. Adoptan el postureo de la inspiración española de esa escuela para tratar de revestirla de genuínamente española, pero no retomándola aguas arriba, antes del filro liberal que le aplican, olvidándo el sentido religioso filosófico global del que se deriva.

Encima pretenden enlazar a modo de refuerzo argumental con el Carlismo, como si éste fuera a ser algo así como una especie de embrión anarcocapitalista genuínamente español.

Así que, a riesgo de caer en la tendencia recurrente a Vázquez de Mella, me voy a una explicación que considero sublime en ese rotundo pensador español para fundamentar mi envido a grande:

"España -dice- fué una federación de repúblicas democráticas en los municipios y aristocráticas, con aristocracia social, en las regiones, levantadas sobre la monarquía natural de la familia y dirigidas por la monarquía política del Estado".


Pues bien, no hay un solo escalón de la fórmula política carlista del que puedan tirar los liberales en su intento de usurpación liberaloide, ni uno, por más que pretendan ceñirse a la coletilla "en lo económico".

Si nos vamos a la base de las repúblicas democráticas en el estrato, por decirlo así, popular, municipal, etc., un pequeño vistazo a los cientos y cientos de ordenanzas concejiles nos muestra la incompatibilidad de las mismas con esos principios liberales en lo económico que propugnan. La subordinación de lo individual a lo comunal es clarísima y expresamente definido, desde la comunalidad de medios de producción como los molinos, tabernas, fraguas, etc,pasando por el comercio de excedentes productivos, los límites al avecinamiento hasta incluso a cuestiones que llegan a extremos como la imposión sobre productos que cada vecino está obligado a cultivar.

Y si noso vamos al extremo de la pirámide, vemos cosas como el comercio cerrado en el ámbito de los territorios de la Monarquía y la centralización del mismo en Sevilla o posteriormente en Cádiz.

Está habiendo un intento cada vez mayor pero carecen de argumentos sólidos y de base. No, el liberalismo económico, a lo que hoy se llama liberalismo claro está, no es de origen español ni mucho menos.

Saludos, espero que a pesar de mis limitaciones expresivas llegue el fondo de mi argumentación.