Aunque tarde, finalmente se ha hecho justicia (Por cierto, poco debería quedarle para pasar a la reserva si ya sobrepasa los 60 años).
Al menos le compensará los malos tragos tanto de tener que aplicar el infame derecho constitucional en los trabajos de su carrera jurídico-militar como de presenciar en su labor docente en Comillas, cómo languidecen los últimos restos de la antaño gloriosa Compañía de Jesús (la más degenerada rama del catolicismo). Ambas profesiones, jurista y docente de altura, no son nada aconsejables hoy día para quien quiera mantener su integridad de convicciones.
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
Habiendo sido yo crítico con el profesor Ayuso en muchas ocasiones en este foro, por sus (a mi juicio) ligerezas a la hora de opinar sobre el Régimen del 18 de Julio, me alegro muchísimo de que el llamado Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por una vez, haya servido a la justicia enmendando la plana a los altos tribunales españoles, podridos de infamia y de odio hacia cualquiera que señale las vergüenzas del Sistema anticatólico y antiespañol que tenemos.
También quisiera reseñar las justísimas palabras con las que Juan Manuel de Prada ha catalogado a determinados elementos de la actual carrera militar, capaces en su cobardía de vender a un compañero (y a sus madres si fuere preciso) con tal de lisonjear a los mandos, y por ende, a los politicastros apocalípticos que tenemos la suma desgracia de contemplar; todo por el "bien" de sus carreras. No es, ni mucho menos, la primera vez que pasa.
"Así que un puñado de compañeros mediocres, envidiosos y resentidos, se confabuló para destruir su carrera. La milicia, que antaño fue "Religión de hombres honrados" es hoy triste refugio de las zurrapas del Régimen del 78, gentes sin honor ni bizarría que aprovecharon la ocasión para la cacería del hombre eminente, porque su mera existencia les humillaba [...]".
Exactamente así es. Chapeau!
Última edición por DOBLE AGUILA; 22/11/2022 a las 23:44
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