Y mira que estaban gordos los tíos... en esto llega el flaco Pablo VI, y de repente parece que todos les entró la solitaria...
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Y mira que estaban gordos los tíos... en esto llega el flaco Pablo VI, y de repente parece que todos les entró la solitaria...
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“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
El artículo aportado por Kontrapoder se refiere tan solo a un retorno por conveniencias económicas, es decir, meramente utilitarias, de lo que se desprende que quien lo escribió, si encuentra un país en el que logre un "buen pasar", no volvería.
No soy quien para condenar a los que quedando sin trabajo y en graves dificultades patrimoniales, sobre todo si tienen familia, toman la extrema y dolorosa decisión de irse al extranjero.
Pero convengamos, que al menos los que pertenecemos a esta foro, tenemos otras miras, otras responsabilidades, otras obligaciones.
No imagino a, Jose Antonio, Ramiro Ledesma Ramos, Onésimo Redondo, los Generales Sanjurjo, Franco, Mola, o Fal Conde, etc, diciendo: como las cosas andan mal en España, me iré a probar suerte a otro país.
No somos Lotófagos, que obnubilados por las sirenas -que nos prometen el paraíso- comemos la "flor del olvido" y nos olvidamos de nuestra Patria.
Recordemos que Dulcinea; nuestra novia olvidada nos espera al pie del altar, no podemos faltar a la cita, que otros se ausenten, allá ellos, el novio es el único que no puede fallar, sin él no hay boda...
Esta en juego nuestro Honor.
Debemos dar las dos Batallas, ambas al mismo tiempo: la Celeste y la Terrestre.
"De fogón en fogón, se oye la vos, si la Patria me llama, aquí estoy yo".
Y cuando más enferma esta Dulcinea, más debemos procurar curarla.
Ante el llanto de Dulcinea, solo cuadra enjugar sus lágrimas.
Amigos la Patria esta en peligro, vayamos a salvarla.
Última edición por juan vergara; 20/02/2014 a las 19:51
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